Cerca de 23.000 pollitos han muerto en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas tras pasar tres días abandonados en palés sin alimentación y en condiciones de hipotermia. El cargamento era originalmente de 26.000 y solo han sobrevivido 3.000 animales.
El descubrimiento se produjo el pasado fin de semana cuando agentes de la Policía Nacional intervinieron estos animales que se encontraban abandonados en cajas y palés depositados en dependencias de la terminal de carga del aeropuerto madrileño.
Las cajas donde estaban siendo transportados se rompieron debido a la lluvia, lo que hizo imposible proseguir con el traslado hasta su destino y los pollitos quedaron abandonados en la propia terminal de carga.
En el momento de la intervención policial 6.000 polluelos ya habían muerto por la falta de alimentación durante los días de abandono, por el frío de la intemperie y por las condiciones de hacinamiento en las que fueron hallados.
Los 20.000 restantes agonizaban e intentaban sobrevivir comiéndose los restos de los animales que ya habían perdido la vida, según informa la Dirección General de la Policía. Además, la putrefacción de los animales muertos provocaba un fuerte olor que aumentaba aún más las malas condiciones de los que aún vivían. La empresa responsable del envío fue alertada de esta situación pero no se hizo cargo de ellos quedando abandonados hasta la intervención policial.
Dos asociaciones protectoras de animales se hicieron cargo de los animales que estaban con vida pero debido a las malas condiciones que habían sufrido, murió la inmensa mayoría de ellos permaneciendo con vida tan solo unos 3.000 pollos. La Policía Nacional continúa con las gestiones para esclarecer los hechos y dirimir la responsabilidad de las personas involucradas en un posible delito de maltrato animal.