Los funcionarios de la cárcel de Ávila han encontrado esta mañana a Rosario Porto colgada de un cinturón de tela atado a la ventana. La mujer estaba condenada a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija, Asunta Basterra, en septiembre de 2013. En este crimen participó también su marido y padre de la pequeña, Alfonso Basterra. Este es el último, pero no es —ni mucho menos— el único caso similar.

Los suicidios en prisión son algo relativamente común. Solo el año pasado se quitaron la vida 26 personas en las cárceles españolas. En 2018, la cifra fue muy similar: 27 en total. Estos datos fueron recogidos por la asociación Tu Abandono Me Puede Matar y el Consejo General de la Abogacía Española. Sin embargo, no existe una cifra oficial sobre los suicidios en prisión, y este conteo solo tiene en cuenta los casos que han trascendido más allá de los muros. El número podría ser mayor.

A menudo, cuando una persona se quita la vida en prisión, se cuestiona si esa muerte ha sido autoinfligida y no encierra algo aún más oscuro. En cualquier caso, los 10 casos que se presentan a continuación constan oficialmente como suicidios. En esta lista hay etarras y asesinos, pero también personas que nunca mataron a nadie ni pertenecieron a ninguna organización terrorista.

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    Ahmed Chelb

    Ahmed Chelb entró a finales de 2015 en prisión por el asesinato de la joven Eva Blanco. El crimen sucedió en Algete en abril de 1997, es decir, 18 años antes de que el autor entrara en la cárcel. El hombre violó a la joven de 16 años y luego le asestó 20 puñaladas. 

    El asesino se suicidó en febrero de 2016 con los cordones de sus zapatos en la cárcel madrileña de Alcalá Meco. Chelb había estado previamente en protocolo antisuicidios, pero tras los informes de los médicos se decidió levantar el protocolo. 
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    Igor González Sola

    Igor González Sola ingresó en prisión en marzo de 2005 para cumplir una condena de 20 años de cárcel por colaboración con banda armada, depósito de armas y falsificación dentro de su actividad en el comando Amaiur de ETA, integrado en el complejo Donosti. Pese a su pertenencia a la banda terrorista, no constan delitos de sangre en su historial. 

    El 4 de septiembre de este año, tras 15 años en prisión, se suicidó en su celda de la prisión de Martutene de San Sebastián. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentó públicamente en el Senado la muerte del etarra. Este gestó levantó duras críticas de la oposición.  
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    Rafa Escobedo

    Este es el protagonista de uno de los crímenes más mediáticos de la década de los 80: el asesinato de los marqueses de Urquijo. Rafa Escobedo fue el único condenado por la muerte de María Lourdes de Urquijo y su marido, Manuel de la Sierra. Las víctimas eran sus suegros. Las pruebas que condenaron a Rafa fueron unos casquillos de bala que podían coincidir con los proyectiles que mataron a los marqueses. El arma nunca apareció. 

    Rafael Escobedo fue encontrado muerto en su celda el 27 de julio de 1988, tras un lustro en prisión. En su autopsia se le detectó cianuro los pulmones, lo que puede indicar un envenenamiento por parte de una tercera persona. Este es solo uno de los muchos misterios por esclarecer en este caso.
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    José Angel Alzuguren Perurena, 'Kotto'

    Este preso de 39 años fue condenado a cinco años y 18 meses de cárcel por participar en el llamado "aparato de mugas" —paso de fronteras— de ETA. Aunque el fiscal pedía que se le condenara por el delito de pertenencia a banda armada, la Audiencia Nacional finalmente le condenó por solo por colaboración con ETA. Tampoco constan crímenes de sangre en su caso.

    En prisión estaba en tratamiento médico con ansiolíticos. El 31 de octubre de 2005 apareció colgado con unas sábanas de los tubos de la calefacción de su celda, en la cárcel de Soria. Ese mismo día, otro preso totalmente ajeno a la banda también apareció muerto en su celda en esta prisión. Este último se ahorcó con las anillas de un cuaderno. 
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    Juan Carlos Hernando González. 'Peli'

    La familia nunca creyó que Juan Carlos Hernando se quitara la vida. Este hombre fue detenido en abril de 1994 y condenado a seis años de prisión por pasar información a ETA. Aunque seguía manteniendo su ideario independentista, Peli se había arrepentido de pertenecer a la banda terrorista tras casarse, según contó su familia. 

    Juan Carlos fue encontrado ahorcado el 20 de junio de 1997 en la prisión de Albacete. Se colgó de un tubo de la cisterna en su celda. Sus padres aseguraron que el hombre tenía ganas de vivir y que jamás se quitaría la vida. Sin embargo, en la autopsia del cuerpo no se encontraron signos de violencia. 
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    Xabier Rey Urmeneta, 'Antxo'

    Antxo fue captado por el mismísimo Txeroki en el año 2007. El hombre, natural de Pamplona, formaba parte del comando Nafarroa. Un año después de su entrada en ETA fue detenido y condenado a 26 años de prisión por pertenencia a banda armada, depósito de armas y tenencia de explosivos. El hombre se libró de la condena de conspiración para cometer asesinatos, aunque su comando tenía información sobre objetivos.  

    Xabier Rey Urmeneta apareció muerto el 6 de marzo de 2018 en la prisión de Puerto III de Cádiz. Según informaron fuentes penitenciarias, el hombre presentaba cortes en los brazos. 
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    El asesino de Dolores

    Nunca trascendió su identidad, pero sus actos sí. Este hombre mató a golpes a su mujer, Dolores, en agosto de 2019. La víctima tenía 73 años; el asesino, 79. Cuando sucedió el crimen, estaban en proceso de divorcio. El hombre ya intentó suicidarse después de cometer el crimen, sin éxito.

    Llevaba cinco meses en prisión preventiva cuando finalmente lo consiguió. El asesino aprovechó que sus compañero salían al patio para quitarse la vida en la enfermería de la cárcel de Jaén. Los detalles de su muerte no trascendieron, igual que su identidad.  
  • 8 de 10

    Marco, el asesino de Torres Pacheco

    Otro que se suicidó tras matar a su mujer. Marco V.G.C estranguló a su mujer, Lourdes, e intentó huir a su Ecuador natal. Los hechos ocurrieron en Torre-Pacheco (Murcia) y el asesino fue detenido en el aeropuerto de Alicante por la Guardia Civil.

    En la madrugada del 7 de julio de 2019, el compañero de celda del asesino se percató de que el hombre sangraba por el cuello y los brazos, por lo que avisó rápidamente a los funcionarios. Estos intentaron reanimarle durante 45 minutos, pero de nada sirvió.  
  • 9 de 10

    'El Pepón'

    Este es uno de los casos más sonados de Salamanca en los últimos años: el asesinato de El Chispi. Ocurrió a finales de enero de este año, cuando el hombre murió acribillado a balazos cuando caminaba con su mujer y con su hija de 11 meses en brazos por una calle del barrio del Tormes. Tenía 27 años y era un viejo conocido de la policía. 

    El principal sospechoso del crimen, también conocido por un mote, era El Pepón. Este hombre apareció muerto en la cárcel de Dueñas (Palencia) el pasado 4 de septiembre. También era sospechoso de haber participado en un tiroteo y un apuñalamiento. 
  • 10 de 10

    Paco Ortiz

    Para Paco Ortiz, el suicidio fue un último acto de rebeldía. El hombre pasó más de 20 años en la cárcel (la mayoría, en régimen FIES) por numerosos atracos y fugas. También participó en muchos motines. Pese a lo desconocida que es su figura, tuvo una vida de película. 

    El 18 de agosto de 2003 apareció muerto en su celda junto a una nota de suicidio. "Me muero, por mí, por todos mis compañeros, por la dignidad de todo ser humano y por un mundo libre, de hombres y mujeres despiertos y sin cárceles. Os amo, compas. ¡Insumisión! ¡Insurrección! ¡Anarquía, libertad y dignidad!".
Jaime Susanna