En política, a veces, la comunicación es más importante que la realidad. El proyecto pesa menos que el titular, y las ideas están muy bien, sí, pero siempre que quepan dentro de un tuit. Es la máxima que defiende Juanma del Olmo, secretario de Comunicación de Podemos y director de Estrategia y Comunicación del vicepresidente Pablo Iglesias. Para él, la política de verdad está en las redes. Y de las redes saca su política.
Bajo este marco se ubica la factoría de vídeos de Podemos, un equipo que, bajo las órdenes de Del Olmo, se dedica a diseñar y viralizar publicaciones. La última de ellas, un vídeo que equipara a la Familia Real con la de Pablo Escobar, presentando a Felipe VI y Juan Carlos I con la música de la serie Narcos y que ya ha recibido la reprimenda del PSOE, su socio de Gobierno. En lo que respecta a los creadores, en total son ocho personas, todas a las órdenes de Del Olmo y, en segundo plano, de Guillermo Magariños, más especializado en contenido audiovisual.
"Normalmente los vídeos salen de una lluvia de ideas y sale lo que sale, pero las más bestias vienen siempre de Del Olmo", indica a EL ESPAÑOL una persona cercana a las redes del partido. Así ha sido en los últimos años, desde que Del Olmo irrumpió en la comunicación política de Podemos en 2017, tras la asamblea de Vistalegre II. Desde entonces, aunque dé libertad al equipo en su día a día, de vez en cuando se le ocurre una nueva genialidad.
Los ejemplos se suceden bajo una misma receta: vídeos reconocibles, fáciles de recordar, dirigidos a una persona en concreto y, en ocasiones, con un componente humorístico que acentúen todo lo anterior. Con este patrón, la factoría se pone a trabajar e idea vídeos sobre actualidad, recortes de intervenciones del partido o promociones de los programas electorales, normalmente a su libre albedrío. Pero, si la polémica asoma, es que Del Olmo está detrás.
No tanto así Pablo Iglesias, o así lo asegura una fuente conocedora del equipo. Según esta persona, el secretario general de Podemos y vicepresidente del Gobierno, conocido aficionado a las series de televisión, "no está al tanto" de lo que se publica o se deja de publicar, sino que deja a su fontanero Del Olmo trabajar, como en el caso del reciente vídeo del Rey. Lo mismo ocurrió el pasado mes de mayo, cuando encargó otro vídeo dando a entender que las caceroladas del confinamiento iban en contra de los sanitarios y las mujeres. No es personal, sólo política.
Así lo defiende Del Olmo en su libro, La política por otros medios, donde reza que "quien aspira a un cambio político ha de acercarse al mundo de la comunicación [y] conocer cómo una noticia se hace viral". Es la estrategia de los últimos años, los mismos que coinciden con el declive del partido a nivel nacional.
"Cosas de izquierdas"
"Tienes que saber qué estás dispuesto a pagar para salir en la agenda mediática", señala Antón Rodríguez Castromil, profesor de la Universidad Complutense de Madrid especializado en comunicación política. A sus ojos, lo que busca Del Olmo con esta clase de vídeos es "desmarcarse del PSOE y decir 'oye, seguimos aquí con nuestras cosas de izquierdas'".
Todas las estrategias tienen sus costes, y más para Del Olmo, en busca incesante de nuevos temas con los que diferenciarse de su socio de Gobierno. "En estos casos, el partido minoritario en el Gobierno siempre está en una situación mucho más delicada, y el electorado de Podemos tiene miedo de ser absorbido por el PSOE", aclara.
Pero eso sólo explica el vídeo del Rey, cuando la realidad es que Del Olmo lleva años lanzando clips del estilo, aunque nunca con tanta declaración de intenciones. En septiembre de 2019, sin ir más lejos, ordenó la creación de un vídeo de trap sobre lo mal que dormía Pedro Sánchez, en referencia a la frase del presidente de que no dormiría tranquilo si incorporase a ministros de Podemos en el Gobierno. La idea era la misma: diferenciarse, hacerse un hueco. ¿Pero de dónde viene el cambio?
"Antes podían atacarlo todo y no pasaba relativamente nada, pero ahora están en el Gobierno y necesitan separar su imagen del PSOE. El fuego amigo es el más peligroso", señala Castromil. Con respecto a por qué un vídeo sobre la Corona, "lo junta todo: movilizar al sector típico [republicano], volver a aparecer como marca Podemos, dar un mensaje interno al Gobierno y dar algo relacionado con la actualidad, pero a qué precio", concluye.
No es el único vídeo hiriente realizado por la formación. Un año antes, en verano de 2018, Podemos se vio obligado a retirar un vídeo de Twitter que mostraba la cara de Albert Rivera, por entonces líder de Ciudadanos, como una máquina quitanieves "con la plena intención de ser hiriente e injuriosa", según revela la demanda de conciliación interpuesta por Rivera. La imagen, creada por una cuenta ajena a Podemos, aparecía brevemente durante un clip de la campaña #RedesEnMarcha, que la formación terminó borrando. La lista sigue hasta el nombramiento de Del Olmo en 2017.
Antes de Del Olmo
De hecho, la diferencia con los primeros vídeos en el partido es patente desde la llegada de Del Olmo a la secretaría de Comunicación. En aquel "primer Podemos", el que existió entre las elecciones europeas de 2014 y la asamblea de Vistalegre II, la que terminó por dinamitarlo todo, la tónica era bien distinta.
A la vista está en la estrategia política que defendía el partido. Entonces, Podemos no buscaba entrar en debates que no le interesaban, sino proponer un "tablero de juego favorable", en sus propias palabras. Ejemplo de ello es, directamente, el nacimiento de la formación en 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I y con la monarquía pasando uno de sus mayores momentos de debilidad. Podemos casi no lo usó en su favor.
"No queríamos empujar el debate republicano. No queríamos que nos enmarcasen", indica una persona cercana a los órganos del partido en esa época. "Entonces [Juanma Del Olmo] no llevaba nada de comunicación. Empezó a formar parte del equipo de Pablo y al principio sólo se dedicaba a temas de organización. Todo cambió con Vistalegre II", precisa otra, cercana durante años a las redes sociales del partido.
Se conoce como Vistalegre II a la asamblea que marcó la última gran línea maestra del partido, con Pablo Iglesias imponiendo sus tesis a Íñigo Errejón, antiguo estratega de la formación. Desde ese momento, Iglesias se rodeó de un nuevo "núcleo duro" y purgó a los errejonistas, que acabarían formando Más Madrid.
"¿En qué momento pasamos de la revolución de las sonrisas a comparar a los reyes con narcos?", se lamenta uno de estos purgados.