El discurso del Rey. Tom Hooper, director británico, dirigía este largometraje en 2010 con el que ganaría el Oscar a la mejor película. La cinta narra la preparación del rey Jorge VI de Inglaterra, tartamudo de nacimiento, del discurso que daría por la radio de la BBC para declarar a Alemania la guerra en 1939. El soberano, con ayuda de un especialista, se pasa diez días encerrado preparando las palabras que le va a dirigir a la nación e intentando superar sus problemas con el habla.
Felipe VI no es tartamudo. Habla alto y claro (de hecho, su mujer, la Reina Letizia le dio clases de locución nada más llegar a Zarzuela), pero el discurso de esta Nochebuena, en el que se dirigirá a toda España, está siendo preparado con tanto cuidado y con el mimo como el que hizo Jorge VI de Inglaterra.
El Rey está muy preocupado, de hecho. Delgado y con ojos de cansado, que brillan por encima de la mascarilla quirúrgica. Más de uno de los invitados el pasado viernes a un acto presidido por los Reyes en el Palacio de El Pardo, comentó lo serio que estaba el Monarca. Para no estarlo.
El Palacio de la Zarzuela sigue vacío. Su personal continua teletrabajando aún a la espera de que mejore la situación de la pandemia. Pero su personal más estrecho, sus personas de confianza, acuden cada mañana a sus despachos y dedican sus horas, de los últimos días, a un solo objetivo: el discurso de Navidad de Felipe VI. También consume mucho tiempo la incertidumbre de si Juan Carlos volverá de Abu Dabi o los persistentes rumones según los cuales el padre del Rey será desposeido del título vitalicio y honorífico que le convierte en el rey bis. ¿La duda? Solo una: ¿se puede separar al padre del hijo, al Rey del Jefe del Estado, al presente del pasado? "Es muy complicado saber donde empieza uno y termina el otro. Felipe VI lleva desde marzo actuando como Rey y no como hijo, a pesar del dolor que esto le está suponiendo"cuenta un amigo personal del Monarca.
El hijo de Juan Carlos I quiere un reinado muy distinto al de su padre: íntegro, transparente y renovado, como anunció el día de su proclamación el 19 de junio de 2014: "Son estas tres palabras las que sobrevuelan ahora mismo en el despacho en el que se están enlazando las palabras que dirá el Rey el 24 de diciembre. Transparencia. Intentar que los ciudadanos sigan confiando en él, que sigan sintiéndose orgullosos de su Jefe del Estado" afrima una fuente cercana a Zarzuela.
Pero sus palabras no deben dar titulares fuera de lo institucional. Su mensaje debe ser neutral, estabilizador y esperanzador. Y siempre con la Constitución que se vea en imagen. "Tiene que dejar claro qué es lo que le abala a él y al estado democrático que vivimos todos, que su reinado está fuera de dudas. No entrará en ese debate. No será el Rey el que abra ese melón. Lo que le faltaba para terminar el año" añade.
¿Volverá Juan Carlos I?
Y es que este 2020 está siendo el curso más difícil de sus complicados seis años de reinado. Meses en los que a la crisis del coronavirus se han sumado las continuas noticias sobre las actividades irregulares de su padre, con tres investigaciones abiertas en la Fiscalía del Tribunal Supremo. ¿Volverá Juan Carlos por Navidad a Zarzuela? Esa pregunta también sobrevuela el despacho donde se escriben los párrafos que grabará Felipe VI a principios de la semana que viene. "Lo primero es que lo de su padre no es un exilio. Es una persona libre que puede moverse por donde quiera y cómo quiera. Digamos que es un traslado. Un viaje largo. Pero sea lo que sea no tiene nada que ver con las palabras del Jefe del Estado, no influirá si vuelve o no’, aclara la misma persona.
Esos folios que leerá el Rey ante las cámaras de TVE, los están escribiendo las dos mismas personas que el 15 de marzo de este 2020 redactaban la ruptura entre padre e hijo. Jaime Alfonsín, Jefe de la Casa y Jordi Gutiérrez, jefe de Comunicación, escribían cuatro páginas contra la ofensiva mediática de Corinna Larsen. En este texto, Felipe VI se desvinculaba de las actividades de su padre, renunciaba a su herencia y echaba al emérito fuera de la Institución. "En marzo ya quedó suficientemente claro y no hay por qué recordarlo en Nochebuena", nos cuentan.
Desde Zarzuela se le ha pedido a Juan Carlos que continúe en Emiratos Árabes hasta nueva orden. Incluso se le enviaron enseres, ropa y algunos objetos personales que él mismo pidió. Junto a él siempre ha estado un equipo de cinco personas, sus hombres de confianza, todos del servicio de seguridad de la Casa.
Hasta Abu Dabi se han trasladado para visitarle algunos amigos y sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina. La rehabilitación para mejorar sus movimientos, las constantes llamadas telefónicas, el ver sus películas favoritas, sobre todo los westerns, le han mantenido entretenido, pero no le han quitado de la cabeza su único objetivo: volver a Zarzuela. "Pero vuelva o no eso no tendrá nada que ver con las palabras del Rey. Es una línea que está muy clara. La noche del 24 Felipe VI entra en casa de todos los españoles como Jefe del Estado, no como hijo de don Juan Carlos de Borbón" aclara de forma rotunda el interlocutor de EL ESPAÑOL.
Sin embargo, en Moncloa la cosa no parece estar tan clara y, en línea directa con la Casa, presionan para que algo se diga. Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, está muy atenta a las palabras que el Rey tendrá previsto pronunciar. Desde el Ejecutivo insisten en la necesidad de que la Casa separe la figura de Felipe VI de la de su padre, que el mensaje fortalezca al Soberano. Moncloa estaría presionando para que Felipe Felipe VI haga una alusión a la situación creada por su padre, para diferenciar bien a la actual Jefatura del Estado de los negocios del anterior. "Habrá que abordar este espinoso asunto, lo que se está intentando es hacerlo con tacto. La cuestión es cómo hacerlo", sentencia la fuente de Zarzuela.
Lo que sí ha desmentido Zarzuela, tildándolo de mentira, fueron las informaciones que dio RTVE asegurando que la Jefatura del Estado y Moncloa estaban llegando a un acuerdo para quitarle el título de Rey al emérito. Eso se tendrá que hacer en un consejo de Ministros. El Monarca sabe que eso para su padre significaría Jaque Mate.
Otro párrafo del discurso de Navidad del Rey que todavía no se sabe si aparecerá es lo referente a las reivindicaciones de algunos militares retirados ultra conservadores que le han enviado cartas para que actúe contra el Gobierno de izquierdas. "Ya contestó el Ejecutivo a todo aquello. Desde Moncloa, algunos ministros le han hecho llegar a Felipe VI su creencia de que debería responder haciendo una mención clara en el discurso para desvincularse de estos militares. Pero primero no hace falta y, segundo, sería darles una importancia que no merecen", enjuicia la misma persona.
El caso es que las palabras del Rey del día 24 deberían SUPONER aquellas de Jorge VI: un antes y un después de su reinado, dejando claro que los problemas se superan con justo esas tres palabras que sobrevuelan por Zarzuela: transparencia, integridad y renovación. Letras que no queden en papel mojado o en un discurso que nadie recuerde.
Lee el discurso íntegro de 2014:
Lee el discurso íntegro de 2015:
Lee el discurso íntegro de 2016:
Lee el discurso íntegro de 2017:
Lee el discurso íntegro de 2018:
Lee el discurso íntegro de 2019: