La periodista alemana, Julia Melchior destacaba, hace un año, en su reportaje para la cadena ZDF titulado De profesión: Reina, que Letizia era: "Pasión y su preparación (…), el tiempo que dedica a cada uno de los encuentros es alucinante, es una profesional". En el mencionado documental, llega a comentar que si ella fuera española "estaría orgullosa de tenerla como reina". Es lo que dentro de la Casa conocen y llaman, entre bromas ante ella misma incluso, el Efecto Letizia. La esposa de Felipe VI, fría y distante para muchos en la lejanía que da una fotografía o una imagen en la televisión, se convierte en cariñosa y atenta en las distancias cortas.
Puede que haya gente a la que no le guste, pero lo cierto es que la esposa de Felipe VI se ha convertido en el mejor baluarte de la Casa del Rey con la nueva tormenta que se descarga con furia sobre Zarzuela. El año 2020 no ha sido fácil para nadie, pero puede que el actual Monarca sea de los españoles que más ganas tienen de que se acabe.
Los escándalos del Emérito y su forzada decisión de abandonar España, sus amagos de si venía o no por Navidad y los constantes ataques de los partidos independentistas y republicanos (con representación dentro del Gobierno), no le han puesto fácil el futuro a la institución. Pero la Reina cree firmemente que el trabajo será la vía para la solución. Su respuesta ha sido seguir su actividad institucional y escenificar, de forma clara y rotunda, que la Familia Real ahora son el rey Felipe, la reina Letizia y sus dos hijas.
Cuando la Casa Real anunciaba el 1 de noviembre de 2003 el compromiso del príncipe Felipe con la periodista Letizia Ortiz Rocasolano, todo parecía un cuento de princesas hecho realidad. Sobre la intrahistoria de esos meses previos y posteriores de la boda se ha especulado mucho. Pero lo que parece real es que el propio rey Juan Carlos no veía con buenos ojos la boda de su hijo con una divorciada. "Se va a cargar la monarquía", comentó a varias personas de su entorno de entonces.
Durante este año se aseguraba que no se llevaba bien con sus suegros, el poco cariño que demostraba con los Urdangarín, la distancia con la familia política… Han tenido que pasar casi 17 años para que su actitud se interprete de otra manera. La altivez de la recién llegada que criticaron muchos ha pasado a entenderse como consecuencia del asombro de alguien que, llegada de otro mundo, percibió la burbuja en la que vivían los que creían que por su estatus todo les estaba permitido.
¿Quién le iba a decir a Juan Carlos, por aquel entonces, que iba a ser él quién pusiera la institución en peligro y su nuera, la divorciada, la mejor pieza sobre el tablero de la Monarquía? Estos son los ocho movimientos que ha hecho Letizia en el último año para dar jaque mate al funcioamiento interno de la Zarzuela y ganar la partida de ajedrez.
1. Trabajo, mucho trabajo
La esposa de Felipe VI tiene claro que la única clave para terminar con este huracán que abate Zarzuela desde hace meses es el trabajo. "Es algo que no para de repetir. La Reina sabe que la gente no es tonta, que no se quedan con que hablen del vestido que lleva, a eso ya se ha resignado, cree firmemente en el trabajo que hacen, en el valor de dar visibilidad a muchas cosas que la sociedad tiene olvidadas y sabe que es ahí dónde tiene que seguir trabajando día tras día", señala un colaborador de la esposa de Felipe VI.
Por eso la Reina no ha dudado en doblar su esfuerzo y en este 2020, a pesar del confinamiento y la pandemia, ha asistido a más actos públicos de los que realizó en 2019, consciente de que su presencia es necesaria tanto dentro como fuera de la institución, estando mucho más presente en apariciones junto a su marido. Todo esto sin viajes al extranjero desde principios del mes de marzo, sólo el último con la Agencia de Cooperación española a Honduras que ha realizado esta semana.
2. Leonor y Sofía, a trabajar
Este es un punto en el que la Reina ha tenido que dar su brazo a torcer y entender que, como dicen los expertos en tácticas deportivas, no hay mejor defensa que un buen ataque. Así que, por primera vez, desde que comenzaron su formación escolar, Letizia permitió que sus hijas faltaran a clase un día lectivo para acudir a un acto oficial. No era la primera vez que lo hacían, pero en las anteriores ocasiones había sido por causas mayores como la entrega de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo o la apertura de la nueva legislatura en el Congreso de los Diputados.
Pero el pasado día 11 de diciembre, Leonor y su hermana fueron el centro de atención de la reunión de los Patronos de la Fundación Princesa de Girona. Este acto, que tiene lugar cada año por estas fechas, tuvo a las dos adolescentes como gran novedad. "Es un momento en el que todos tienen que arrimar el hombro para destacar el trabajo… Pero vamos, que como pudisteis ver la cosa quedó en nada porque el otro estaba desde Abu Dabi pagando a Hacienda, lo que hizo que una mañana que se prometía tranquila, en el que todo el mundo debía hablar del perfecto catalán que habla la heredera, se pasaron el día tratando de si el Emérito lo había hecho para volver a casa por Navidad o por conciencia", explica una fuente cercana al equipo de Felipe.
Con Sofía estratégicamente relegada a un segundo plano público que trata de disimular la ausencia del rey Juan Carlos, la presencia de Letizia se multiplica y visibiliza aún más. Ella y la monarquía quieren mirar hacia el futuro y en algunas citas empieza a cederle protagonismo a la heredera. Con pequeños gestos, como ocurrió este verano cuando se mostró en el asiento delantero a Leonor del vehículo que conducía el Rey cuando la familia llegó a Marivent.
3. Foto con niños pobres
No hay cosa que peor le siente a la Reina que se le compare con otras ‘Royals’ famosas. Ella siempre ha querido sentirse lejos de esa imagen de Soberana que viaja a países en desarrollo para hacerse la foto. Letizia siempre ha huido de eso no porque no respete el trabajo que hicieron ellas sino porque cree que su labor es distinta.
Hace algunos años, durante un viaje con la Agencia Española de Cooperación a El Salvador, Letizia y la comitiva que le acompañaba estaban visitando una escuela creada por la ONG española en mitad de la selva. Fue un día muy impresionante porque el nivel de pobreza de la zona es espeluznante.
Uno de los periodistas habituales que cubren las noticias referentes a la Casa Real y que habían viajado con la Reina hasta el país centroamericano hablaba con el Secretario de la esposa de Felipe VI, José Manuel Zuleta, sobre cuál era la razón por la cual Letizia nunca se dejaba fotografiar con los niños que estaban en aquella horrible situación. Todos eran conscientes de que una imagen suya con un bebé en brazo era mucho más "vendible" para las primeras portadas de los medios nacionales que una foto con los responsables del proyecto con un mapa detrás o en una oficina.
El duque de Abrantes (con su habitual sonrisa irónica) miro al periodista y le dijo: "Nosotros no vendemos eso. No queremos que se piense que es caridad, no nos aprovechamos de la imagen de los niños, venimos a trabajar y eso es lo que queremos que se vea", explicó.
Sin embargo, esos mismos habituales informadores de Zarzuela se despertaron, el pasado miércoles, con una fotografía de Letizia y una niña en una casa completamente destartalada por los efectos de las últimas lluvias que han asolado Honduras. "Esa imagen hace un año era algo impensable. Ahora ya han pasado al ataque. Hay que reflejar el trabajo que se hace, conseguir que los medios se hagan eco, por eso se ha rebajado un poco el listón, pero sin perder la línea a seguir, pero ha dado su brazo un poco a torcer", cuenta la misma fuente.
4. La 'regente' Letizia
Pero que para Zarzuela Letizia es un valor seguro es un hecho que quedó claro hace unas semanas cuando la Casa anunciaba el confinamiento del Rey por haber pasado el domingo, sin aclarar ni dónde ni con quién, con una persona que había dado positivo en coronavirus.
Entonces, la agenda del Monarca se quedó en blanco durante 10 días por lo que la Reina salió del banquillo para pasar a ser titular en el partido. Aunque la Constitución no especifica las funciones de la Consorte, lo cierto es que fue la propia Letizia la que sugirió que ella asumiría el mando sin problemas.
Tenía ganas de salir a jugar y así lo hizo, dejando a todos asombrados. Un acto en Sevilla, dos en Madrid y uno en Valencia dejaron claro que con ella la victoria es segura y nadie echó de menos a la estrella del equipo, el Rey. Y eso 17 años después de que los monárquicos más acérrimos se rasgaran las vestiduras por la llegada a Zarzuela de una mujer con cero de sangre noble en sus venas y, además, divorciada.
Si temblarle la voz ni el pulso, la Consorte habló en nombre de su marido y dejó la impresión de que es un valor seguro para la Casa.
5. Con canas y sin estrenar
Otro de los cambios que ha hecho la Reina para ganar la partida es tener la sensibilidad de mostrarse más cercana y natural apostando por una imagen menos sofisticada y acorde a los momentos que está viviendo el país. En lo que vamos de año, Letizia no ha estrenado ni una solo prenda nueva, todos sus ‘looks’ han sido repetidos, mientras que en 2019 se gastó más de 80.000 euros en llenar su armario. Aunque los muchos blogs que hablan sobre lo que luce la esposa de Felipe VI se han quejado de este gesto de la Reina, lo cierto es que está hecho con toda la intención.
Ni si quiera lució un vestido nuevo para lo que todos coinciden que es la gran cita del año para Letizia, la gala de entrega en Oviedo de los Premios Princesa de Asturias. En este 2020, la ceremonia no tuvo como escenario el majestuoso teatro Campoamor de la capital asturiana y se celebró de forma más íntima, sin público ni invitados, en la pequeña capilla del Hotel Reconquista.
De acuerdo con la situación, la experiodista no apareció con un impresionante y nuevo modelo firmado por su modista habitual, Felipe Varela, sino que repitió un diseño del también español, Josep Font, que había lucido ya en otras tres ocasiones.
Otro detalle, que puede que a muchos les haya pasado desapercibido, es que la experiodista ha decidido dejarse las canas, no se tiñe el cabello. Aunque sigue con su pequeña adicción a los retoques estéticos, Letizia ha querido dar una imagen de sobriedad dejándose algunos mechones plateados, algo natural en una mujer de 48 años. Los retoques y el botox también han desaparecido.
6. La Comunicadora
Antes de ser la Princesa de Asturias, Letizia era periodista. Su entrada en Zarzuela supuso una llegada de aire fresco en muchos sentidos, entre ellos, en la comunicación. ‘Hay que explotar esto mucho más porque es justo lo que le falla un poco al Rey. Ella tiene mucha capacidad de saber decir lo que quiere decir y claramente y este momento es justo para eso.
La Reina ofrece aplomo y seguridad en sus intervenciones. Es concisa, tiene una dicción correcta y sus gestos son claros. Hacer llegar su mensaje a todo el que deba y quiera escucharlo. Ahora, desde la Casa Real, esta acción tiene que multiplicarse. Es el momento de que a todo el mundo le quede claro el papel que juega la Jefatura del Estado en estos tiempos. Ser un faro para guiar a muchas personas que este 2020 les ha dejado en la oscuridad. "Y nadie mejor que ella", cuenta una amiga de la Reina.
7. Agenda menos encorsetada
Ese es otro de los puntos en los que la Reina ha ganado confianza en este 2020. En momentos tan complicados como los que está viviendo la Corona, Zarzuela ha empezado a dejar que su mejor pieza en el tablero, la Reina, tenga más proyección.
Aunque la pandemia lo ha impedido, lo cierto es que se pretende que Letizia tenga más presencia internacional y que su agenda empiece a tocar otros temas que no sean solo salud y educación.
8. Ha controlado su carácter
Este 2020 también terminará como el año que mejor se ha portado la Reina controlando esos pequeños gestos que demostraban su carácter apasionado y visceral. Aunque todo el mundo conoce las preferencias de Letizia a la hora de mostrarse cariñosa con alguien y arisca con otros, durante estos meses de pandemia la cosa ha sido menos evidente.
Aunque eso no significa que no se enfade cuando se tiene que enfadar como ocurrió el otro día, que puso el grito en el cielo, cuando vio publicado en la cuenta oficial de Twitter de Unidas Podemos un vídeo con la banda sonora de la serie Narcos y con imágenes de su familia política pero en la que también aparecían su marido y ella. "Es que era para cabrearse ¿no? Lo que pasa es que tienen los pies y manos atados, no pueden hacer nada, pero seguro que un ciudadano cualquiera los denuncia", confiesa una amiga de la Reina.