Los 43 asesinatos machistas, el dato anual más bajo desde que hay registro y una explicación terrible

Los 43 asesinatos machistas, el dato anual más bajo desde que hay registro y una explicación terrible

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Los 43 asesinatos machistas, el dato anual más bajo de siempre: la terrible explicación

La bajada se debe, en buena medida, a que las víctimas no han podido salir de sus casas, según los expertos. 

31 diciembre, 2020 02:43

43 mujeres. Con nombres y apellidos. Con sus vidas, profesiones, edades y orígenes heterogéneos. Algunas con hijos; otras sin ellos. Da igual. Siempre serán demasiadas. 43. Ése el número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas y ex parejas durante este 2020. La primera que se sumó a esta infame lista de feminicidios durante el año de la pandemia de la Covid-19 fue Mónica Linde, de 28 años, asesinada junto a su hija Ciara el pasado 6 de enero en Barcelona. La última confirmada fue apenas hace unos días, el 27 de diciembre, día en el que José Manuel I. mató en Ciudad Real a María Dolores G., que tenía 51 años de edad y un hijo menor de edad.

Y es que el problema de la violencia de género no ha cesado durante este año 2020. Ni el confinamiento, ni las circunstancias adversas que ha traído la Covid-19 han frenado una lacra social que ha dejado por el camino las vidas de 1.076 mujeres desde 2003, año en el que el Gobierno de España empezó a contabilizar las víctimas de estos crímenes machistas. Si bien es cierto que este año es el que menos feminicidios se han registrado desde que comenzara esta infame estadística, no es menos cierto que 43 víctimas de la violencia machista es una cifra perversa. Cualquier número lo es.

El otro año en el que la cifra bajó de 50 mujeres asesinadas fue en 2016. Entonces, el Ministerio de Igualdad contabilizó 49 víctimas mortales. En 2019, la cifra alcanzó las 55. Pero en 2020 han sido asesinadas, en este orden: Mónica, Olga, Judith, Liliana, María Concepción, Manuela, Rosa, Lorena, Clara, Ana María, Alina, María del Mar, Manuela, Concepción, Mónica, Miren, Karina, Encarnación, Annick, Josefa, María Belén, Gloria Oriana, Madalina, Carolina, Lillemor, Teresa, Anabelina, Alina Erica, Rosalía, Nancy Paola, Yesica, Saloua, Eugenia, Susana, Li Na, Mujer anónima francesa, Habibe, Yolanda, Remedios, Peggy, Mujer de 84 años anónima, Soledad y María Dolores.

Las circunstancias de estas víctimas de violencia de género son diversas, pero todas guardan un denominador común: han sido asesinadas en 2020, el año de la pandemia y los confinamientos. Pero, ¿por qué este año ha descendido —levemente— el número de víctimas mortales? EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con especialistas en violencia de género para que den una respuesta a esta cuestión.

“Puedo plantear, en clave de hipótesis, que el número de mujeres víctimas mortales de la violencia machista ha descendido porque, la violencia de género siempre va en escalada. La expresión más brutal es el asesinato y se suele producir cuando el maltratador siente que está perdiendo a la mujer. Este año, con el confinamiento, las víctimas no han podido huir de sus agresores. Y, por ello, a éstos les ha bastado con el maltrato físico o psicológico para mantener sometida y anulada a la mujer. De ahí que no hayan recurrido a matarlas. Por ello, quizá, la cifra ha bajado”, explica Bárbara Zorrilla, psicóloga experta en violencia de género graduada en la Universidad Complutense de Madrid.

Esta teoría la comparte Timanfaya Hernández, otra psicóloga experta en temas de violencia de género de Globaltya Psicólogos: “Muchos de los homicidios se cometen cuando las mujeres víctimas de violencia de género ponen un límite y empiezan un proceso de separación con discusiones de por medio. A lo mejor, este año, al no haber tanta separación por los confinamientos, no llega a haber rupturas ni divorcios que provoquen la conducta impulsiva del maltratador que acaba en homicidio”.

Pese a ello, “la diferencia es muy pequeña respecto con los años anteriores y aunque el número de muertes haya bajado, otras violencias machistas más invisibles, como el maltrato psicológico, han aumentado”, asegura la también forense y experta en violencia de género. “Las muertes y las agresiones físicas son la punta del iceberg de la violencia machista, pero el sometimiento, las vejaciones verbales, las anulaciones, etcétera, son más invisibles y han aumentado en 2020”, puntualiza la psicóloga Bárbara Zorrilla.

Tras cada cifra, una mujer

Pese a que la cifra de víctimas de la violencia machista es la más baja desde que hay registros —43 y dos en investigación al cierre de este reportaje—, no por ello se debe caer en los datos fríos, ya que, detrás de cada número hay una mujer. Por ejemplo, Oriana, una joven de 20 años a la que su novio Germán le cortó el cuello por querer separarse de él. Ocurrió el pasado 14 de julio, el día que su hijo Joaquín cumplía tres añitos. Lo vio todo. El pequeño se sumaba así a la lista de 24 huérfanos menores de edad que han dejado los asesinatos de sus madres en 2020, según los datos del Ministerio de Igualdad.

“No todas las víctimas de la violencia machista son las mujeres asesinadas. También, el ambiente de violencia en el hogar puede afectar psicológicamente a los hijos, desencadenando posibles traumas. En nuestra asociación, aparte de ayudar a las mujeres que sufren violencia de género, ayudamos a los familiares que son víctimas colaterales de esta lacra social”, explica Lucila, madre de una mujer asesinada por su pareja en 2008 y que, desde entonces, dirige junto a su marido Félix, AFAVIR, una asociación sin ánimo de lucro de ayuda a víctimas de violencia de género.

Mónica junto a su hija Ciara.

Mónica junto a su hija Ciara.

De hecho, en última instancia, “los agresores también recurren al homicidio no sólo de su pareja, sino de sus propios hijos para causarles más dolor”, apunta Lucila. Es el caso del asesinato de la joven de 28 años Mónica Linde, junto a su niña Ciara, de tres años. El día de Reyes de 2020, Rubén Darío (27 años), pareja y padre de las víctimas, las estranguló en Esplugues de Llobregat (Barcelona).

Dos meses después, en marzo, aconteció algo similar. Faustino, un hombre de 60 años “obsesionado” con el gimnasio, asesinó brutalmente en Vizcaya a su esposa Miren (56 años) y a la hija de ambos, Paola, que con 24 años estaba estudiando Derecho Económico en la Universidad de Deusto.

Un confinamiento “muy duro”

El confinamiento que vivió la sociedad española entre marzo y mayo de 2020 “fue duro para las mujeres maltratadas que tenían que convivir con sus agresores. En muchos casos, porque no tenían donde ir por la dependencia económica”, apunta Lucila. Esto se traduce en que estas mujeres no sólo han tenido que vivir el infierno de estar encerradas en casa con sus maltratadores, sino que los menores que vivían en estos hogares también han tenido que vivir esta dolorosa realidad.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Olga, Lorena, Liliana y Anick, víctimas mortales de la violencia machista.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Olga, Lorena, Liliana y Anick, víctimas mortales de la violencia machista.

“Los niños y niñas han sufrido más que otros años, ya que antes iban al colegio y ahora no tenían otros referentes ni a dónde ir. Por ello, durante este 2020, los menores también han tenido que vivir con más intensidad en un ambiente teñido de violencia de género”, explica la psicóloga Bárbara. Pese a los esfuerzos del Gobierno de España al incrementar los sistemas de ayuda a la víctimas de violencia de género, como el número 016, en muchos casos no han podido llegar a los hogares en los que se vivían situaciones infernales.

Ejemplo de ello es que de las 43 mujeres asesinadas, 36 no habían interpuesto ninguna denuncia contra sus agresores. Sin embargo, durante los meses del estado de alarma las llamadas al 016 se incrementaron un 400%, según los datos del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género.

Pese a todo, lo cierto es que 2020 ha sido otro año teñido de sangre a causa de la violencia machista. El último caso, al cierre de este reportaje, ha ocurrido en la isla de Gran Canaria, lugar en el que Manuel ha asesinado a su novia Mirem. Por ello, la cifra puede alcanzar las 44 víctimas mortales —o incluso 45, si se confirma otro caso—. Es la menor cifra de mujeres asesinadas en un año desde 2003, cuando empezaron a contabilizarse, pero, da igual: 43, 44, 45 o una sola… son demasiadas. La lacra social de violencia machista continúa. En 2021, el Ministerio de Igualdad seguirá luchando para que el hashtag #NiUnaMenos, por fin, pueda hacerse realidad.