El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no se ha tomado el día libre a causa de la muerte de su madre, Gregoria Sánchez. Y es que el máximo mandatario manchego, con responsabilidad, ha acudido esta mañana al municipio toledano de Illescas a recibir al Rey Felipe VI en la inauguración del nuevo centro logístico de la compañía de transporte de servicio urgente SEUR.
Según ha informado El Digital Castilla-La Mancha, el presidente manchego ha querido, de este modo, cumplir con su agenda y poder recibir al Rey en su comunidad autónoma. El Monarca, por su parte, ha aprovechado la ocasión para dar el pésame al mandatario de Castilla-La Mancha. Eso sí, García-Page no se ha quedado en el acto, ya que iba a volver al Tanatorio de Toledo para poder velar a su madre.
De hecho, García-Page, en su Twitter oficial, ha lamentado que "sólo" pueden "despedirla hasta un máximo de seis personas" a causa de la pandemia. Por ello, García-Page ha aprovechado el tuit en el que agradece el "apoyo recibido" tras conocerse la triste noticia para pedir a los ciudadanos que sean "escrupulosos con las normas frente al Sars-CoV-2.
En todo caso, en el acto, el Rey Felipe VI ha recorrido los 37.000 metros cuadrados del nuevo centro logístico de la compañía de transporte de servicio urgente SEUR. Este permitirá a la compañía incrementar en un 40 por ciento su superficie de almacenaje, según informó este domingo en una nota de prensa la Junta de Comunidades.
El fallecimiento de Gregoria
Pese a todo, lo cierto es que García-Page, aunque ha dado la bienvenida al Rey se ha ausentado cuando empezó el acto, ya que su madre ha fallecido. La mujer, Gregoria Sánchez, ha muerto esta madrugada en Toledo.
Tenía 89 años de edad y el pasado 22 de agosto fue trasladada al Hospital Virgen del Valle de la capital regional tras confirmarse su positivo en coronavirus.
Se trataba de una paciente con patologías previas graves que superó la enfermedad y tras varias semanas ingresada fue traslada de nuevo a su domicilio. Dada su avanzada edad no ha podido superar finalmente su delicado estado de salud.