Familiares de Andrés Rivadulla Buira, abuelo del rapero Pablo Hasél, envían a EL ESPAÑOL una serie de puntualizaciones relativas al reportaje con título "Andrés, el abuelo militar del rapero Pablo Hasél que persiguió a maquis comunistas con granadas", con base a la hoja de servicios del militar, que reproducimos a continuación:
Sobre el título
El título sugiere que el teniente Rivadulla, abuelo de Pablo Hasél, actuaba de manera caprichosa y personal cuando e realidad cumplía con su deber de militar de manera reglamentaria. En su hoja de servicios, consta que estaba de vigilancia y protección de fronteras.
Transcripción literal hoja de servicios:
"El Teniente Rivadulla el 16 de agosto toma el mando y administración de la segunda compañía y queda de servicio de instrucción y guarnición, el día 25 de agosto emprende marcha en camiones hacia Tremp donde llegó en el mismo día y de este pueblo por los mismos medios de locomoción se traslada a Viella donde llega el 26 del pasado mes de agosto. El día 26 del expresado mes de agosto de 1944 queda de servicio vigilancia y protección de fronteras”
Sobre la explosión de una granada
Dice el articulista: “A su llegada a Salardú, Rivadulla y los suyos se recuperaron de la refriega. Apenas un día después, el 22 de octubre, se produjo un episodio que “solo puede comprenderse en un contexto de guerra”, explica Martínez de Baños. Rivadulla entró en el bar de Betrén, un pueblo entre Viella y Salardú, en estado de ebriedad y con una granada en la mano. Se había dirigido allí con algunos soldados. La versión de Sánchez Agustí es que jugaba con la granada. La de Martínez de Baños es que entró en búsqueda de un maqui que sospechaba que se escondía en el bar. Sea como fuere, los nervios y el alcohol le jugaron una mala pasada. La granada explotó dentro del bar y se llevó la vida de un agente forestal aranés e hirió a varios de los presentes, entre ellos, el propio Rivadulla”.
En su hoja de servicios, en ningún momento se abre la sospecha de una actuación irresponsable por parte del teniente Rivadulla. Contrariamente se expresa su valor y entrega en defensa de las posiciones y de las personas que tenía encomendadas. En el documento se observa que a renglón seguido se manifiestan los derechos retributivos a los que tiene derecho. En su hoja de servicios se constata que nunca es cuestionada su profesionalidad y continúa su carrera militar con normalidad y recibiendo las condecoraciones a las que se hizo acreedor.
Transcripción literal hoja de servicios:
"El día 19 de octubre toma parte en los combates llevados a cabo en el sector pirenaico (Les Bordes) (Lérida) contra rebeldes españoles armados procedentes de Francia, logrando rechazar los ataques que el enemigo llevó a cabo con objeto de ocupar el pueblo mencionado. En este mismo día intimado dos veces a la rendición, rechazando las dos veces dicha propuesta. A las 20 horas aproximadamente del día 19 de octubre expresado, el enemigo se apoderó de parte de dicho pueblo prendiendo fuego a las casas de la plaza donde resistían, como consecuencia de ello evacuó dicho pueblo retirándose con heridos y armamento hasta el pueblo de Vielha (Lérida) donde llegó con lo que restaba de su unidad. El día 21 del ya expresado mes de octubre, a consecuencia de dicho ataque, este oficial resultó herido leve en la frente, mano izquierda, pierna izquierda y perforación del tímpano del oído derecho producido por metralla de granada de mano enemiga negándose a ser evacuado quedando de los anteriores servicios. Y en el mismo renglón se dice: “Por orden del 19 de octubre de 1944 diario oficial número 241 le es concedido un quinquenio computable de 500 Pts a percibir desde el 1 de julio de 1944 por llegar a esta fecha cinco años de servicios desde su primera revista administrativa como oficial.”
El teniente Rivadulla sufrió nuevas heridas de las que queda constancia en su hoja de servicio.
Transcripción literal hoja de servicios:
"El día 24 de octubre emprende la marcha en camiones hacia Betren y al objeto de efectuar el reconocimiento expresado se le cayó al suelo una granada de mano haciéndole explosión siendo herido grave en la pierna izquierda, muslos, región glútea izquierda siendo evacuado el hospital de Viella y desde este al de Sort siendo evacuado para el de Lérida el 25 de octubre donde queda hospitalizado. (...) El día 20 de diciembre es dado de alta y efectúa su incorporación al cuerpo en el pueblo de Viella donde queda de servicios de vigilancia y protección de fronteras y en cuya situación finó el año."
Sobre el Consejo de Guerra
Se dice en el artículo: “Rivadulla fue sometido a un consejo de guerra, según relata Sánchez Agustí, aunque se saben pocos detalles de ese proceso”.
Otra afirmación falsa que se deja caer sin pruebas porque no las hay. En ningún momento se recoge esa situación en su hoja de servicios. Los hechos se refieren a finales del año 1944 y como se puede observar el Teniente Rivadulla es ascendido a Capitán el año 1945.
CONCLUSIÓN: Las acusaciones sin pruebas de que el Teniente Rivadulla persiguió a maquis comunistas con granadas, que entró en el bar de Betrén, un pueblo entre Viella y Salardú, en estado de ebriedad y con una granada en la mano y que fue sometido a un consejo de guerra, no son ciertas y atentan contra la profesionalidad, el honor y la memoria del Teniente Rivadulla.
Él ya no puede defenderse y nosotros, sus hijos, tenemos la responsabilidad de restituir el honor de nuestro padre.
No discutimos el artículo del señor Rafa Martí, solo pedimos la rectificación de los tres importantes puntos factuales que hemos mencionado.
Andrés Rivadulla Gracia, en nombre de los siete hermanos.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Todos los datos y detalles aportados en el reportaje se basan en el relato independiente de tres libros de historia, y la consulta con un Coronel y doctor en Historia que se entrevistó personalmente con la viuda del teniente Andrés Rivadulla Buira y conoció los hechos a través de testimonios sobre el terreno, en el marco de los acontecimientos acaecidos en otoño de 1944 en el enfrentamiento entre las tropas del Ejército y los guerrilleros maquis en el Valle de Arán. El reportaje no tiene la intencionalidad de vulnerar el honor o práctica profesional del teniente Andrés Rivadulla, sino mostrar los hechos históricos a través de tres relatos diferentes atribuidos a hisotriadores sobre quienes no existe duda en cuanto a su praxis y rigor.