"Ayer nos vacunaron de forma masiva y hoy varios docentes que no van a poder asistir por sufrir efectos secundarios". Es la frase que abre una carta circular del CEIP Aben Hazam, un colegio de Leganés que, de la noche a la mañana, se ha encontrado con nueve profesores de baja. Como ellos, el caso se repite en varios centros de la Comunidad de Madrid, que han tenido que suspender las clases por no contar con docentes suficientes. Recibieron la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca el fin de semana, en turnos de mañana y tarde, y ya se esperaban la baja.
Se les avisó de que podrían sentir "malestar" y "efectos secundarios" en los días siguientes a recibir la primera dosis, por eso les soprendió que les citasen el mismo domingo, un día antes de retomar las clases. Y el lunes empezaron a caer: picos altos de fiebre, dolores musculares, náuseas y migrañas. Sólo en Leganés, el caso del Aben Hazam se ha repetido otros nueve centros educativos, con bajas de más de 80 profesores, según ha podido saber EL ESPAÑOL, aunque podrían haber sido más.
"Estábamos desayunando dentro [del colegio] cuando le dijeron a una niña que su clase estaba cancelada", señala un alumno del Abed Hazam que se ha quedado después de clase a jugar al fútbol. Sus padres habían dejado a la chiquilla, de 3º de Primaria, desayunando en el centro para irse a trabajar, y entonces recibieron la circular diciendo que su aula era una de las suspendidas. Pero ellos ya estaban fuera, y ella dentro.
Algo mejor ha ido en otro de los afectados, el CEIP José María Pereda, a pocos metros del anterior. La diferencia es que el centro faltaron sólo cuatro docentes, por lo que más o menos se pudo mantener la normalidad. "Creo que los han sustituido con los de compensatoria", resalta una madre a la puerta del colegio, "así que no han tenido que suspender ninguna clase".
El del Hazam y el Pereda son sólo algunos ejemplos, pero ni mucho menos son los únicos; en Leganés, la situación se ha repetido en todos los colegios públicos cuyos profesores se vacunaron durante el fin de semana. En concreto, han pedido la baja este lunes nueve docentes del Carmen Conde; 14 del Manuel Vázquez Montalbán; 13 del Constitución 1812; cinco del Gabriela Morreale; ocho del Víctor Pradera; siete del Miguel Delibes; y 13 del Francisco de Quevedo, diez de los cuales se vacunaron el mismo domingo.
El caso es un calco en otras ciudades como Torrejón, Coslada, San Fernando de Henares, Fuenlabrada, Getafe, y Madrid capital, que también recibieron sus dosis a lo largo del fin de semana. Así se lo ha confirmado este diario Mari Carmen Morillas, presidenta de la FAPA Francisco Giner de los Ríos, que ha ha pedido a la Comunidad de Madrid que se lleve la vacunación de los profesores de manera "escalonada" y que la segunda dosis -que suele tener más efectos secundarios- se inocule con "previsión y con planificación". En el Gobierno, por su parte, echan balones fuera.
"Esta circunstancia de ausencia puntual de docentes por causa de indisposición es una circunstancia habitual y a la que los centros están habituados y por ello los equipos directivos tienen las herramientas para que no se produzca alteración en el normal funcionamiento del centro", señala a este diario un portavoz de la Consejería de Educación, encargada de las faltas de los docentes.
Temor a otra dosis
Aunque la mayoría de efectos secundarios se pasan con un par de días, las alarmas ya han sonado en una comunidad educativa que, se teme, vuelva a vivir lo mismo cuando reciba la segunda dosis de la vacuna.
"Tenían que haber buscado un plan B este fin de semana. No tiene sentido que pusiesen todas las vacunas a la vez un sábado o un domingo sabiendo que el lunes había clase. Ahora a ver si aprenden para la siguiente", refleja a este periódico una representante del colectivo de docentes madrileño. La situación es más complicada que mover o no a una clase, ya que los centros tiene que respetar los grupos burbuja.
El gran problema, resalta esta portavoz a EL ESPAÑOL, es que la Comunidad de Madrid habría "ignorado por completo" el plan de vacunación que propusieron los profesores. "Citas al claustro entero cuando sabes que va a haber bajas generalizadas, porque lo sabes, en lugar de ir poco a poco, cogiendo unos de un centro y otros de otro. Es que no tiene sentido", se queja. "No puede repetirse para la siguiente", zanja.
Desde Educación, aunque entienden las críticas, no están de acuerdo. Cuando este periódico les contactó por última vez no tenían cifras concretas de los profesores afectados pero que, en todo caso, no era una baja generalizada.
"El equipo directivo actuará como es habitual en el caso de indisposiciones de docentes para mantener la actividad normal del centro". Es decir, que la responsabilidad es de cada centro y que, a fin de cuentas, no se requieren medidas extraordinarias. Todo es muy anodino. También una vacunación masiva para hacer frente a una pandemia mundial.