La cúpula de Vox siempre ha estado sometida al escrutinio en sus relaciones personales, desde el matrimonio entre Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio hasta el de Santiago Abascal con Lidia Bedman, conocida influencer. Sin embargo, uno de los nombres que brillaba precisamente por su soltería era el de Javier Ortega Smith (1968), secretario general del partido y concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Ahora, según ha podido saber en exclusiva EL ESPAÑOL, el ex boina verde ha roto la mala racha y se casará el próximo mes de octubre con un alto cargo del HSBC.
La afortunada es la mexicana Paulina Sánchez del Río Nájera, directora de comunicación del banco de inversiones para España, Italia, Portugal, Israel y Sudáfrica. Se trata de una profesional muy reconocida en su sector y que siempre se ha mostrado independiente al margen de la política. El lugar escogido será uno que Ortega Smith conoce bien: el cigarral de Santa Elena, Toledo, que su familia regenta desde hace casi un siglo.
Como ya adelantó este periódico, Ortega Smith es poseedor de una octava parte de la finca, de cerca de 23.000 metros cuadrados y con vistas privilegiadas al Alcázar de Toledo. Se trata de una propiedad que adquirió su bisabuelo Dámaso Fernández-Arias en 1931 y que ha ido pasando de generación en generación hasta que ha caído en manos del número dos de Santiago Abascal. Según la nota simple a la que ha accedido este diario, la mitad pertenece a su padre, ya fallecido, y la otra mitad está repartida entre Javier y sus otros tres hermanos.
De él se sabe todo lo que se puede saber. Que nació el año que ardió París, que se vistió de mimeta en su juventud, que se acuarteló en Operaciones Especiales (GOE) y que colgó las botas para coger el maletín de abogado, siempre del lado de su inseparable Abascal. Que llegó a la política de rebote, como bala perdida, por su relación con DENAES, con mucho arrojo y furia uterina. Y ahí se queda. Jurista, jesuita, boina verde, político y, ahora, enamorado.
La banquera mexicana
En lo que respecta a ella, Paulina, su vida es más misteriosa, así como su relación con el secretario general de Vox. Entró a trabajar en HSBC, el quinto mayor banco del mundo, en 2007, y desde 2015 es la directora de comunicación de la entidad para España, Italia, Portugal, Israel y Sudáfrica. Antes había pasado por Sabre Corporation, Altran y el Grupo BAL. Desde 2018 compagina su trabajo con la secretaría general de Multinacionales por Marca España, una asociación de corporaciones de diversos sectores.
Su primer contacto con Madrid se produjo en 2004, cuando ejercía como jefa de marketing de la consultora Altran. No duró mucho, y en 2005 volvió a su México natal durante dos años más; desde entonces, su vida ha estado ligada con España, siempre bajo las siglas del HSBC. También es miembro del Comité Británico de Inversiones y de la Cámara de Comercio Británica en España.
Paulina Sánchez es una profesional muy reconocida y acreditada en el sector de la banca. De hecho, pertenece a la organización Multinacionales por Marca España que trabaja en favor de mejorar la relación de las empresas españolas en sus respectivos sectores. A pesar de su recién conocida relación con el líder de Vox, ella siempre se ha mantenido al margen de la política, independiente, y nunca se ha posicionado públicamente.
Previas las elecciones de abril de 2019, Iván Espinosa de los Monteros viajó a Londres acompañado de un contingente del partido para reunirse con los grandes bancos de inversión de la City londinense, según publicó en su momento La Información. Aunque no se saben los nombres propios que asistieron a la reunión, ni de un lado ni de otro, sí se conocen las siglas que se sentaron a la mesa. Una de ellas fue la de HSBC. Pero entonces se hablaba más de elecciones, no de bodas.
Si en algún momento sonaron las campanas para Javier, de eso ya hace demasiado tiempo. Fue en los albores de la formación, cuando se le relacionó con la fundadora de Vox y tertuliana Cristina Seguí, pero la cosa no acabó bien. La periodista, la primera musa del partido en los platós de televisión, dimitió de sus cargos el 26 de junio de 2014, también del de pareja del secretario general. Desde entonces, a Ortega Smith sólo se le ha conocido la compañía de su hermano, Fernando, su vecino de bloque en el madrileño barrio de Chamberí.
Una boda toledana
Según ha podido saber este periódico, la boda se celebrará a mediados de octubre de 2021 en el cigarral de Santa Elena, propiedad de los hermanos Ortega y del padre, Víctor Manuel Ortega Fernández-Arias, que lo heredó en 1978. Cuando cayó en sus manos, tenía como vecinos a nada menos que el cigarral de Menores, de Gregorio Marañón, y el cigarral del diplomático Salvador de Madariaga, entre otros.
El complejo, de unos 23.000 metros cuadrados, está localizado en una ladera al sur del río Tajo y cuenta con vistas privilegiadas al Alcázar de Toledo, con evidentes resonancias al pasado imperial de España que tanto le gusta recordar al político. Tiene una vivienda de dos plantas, cada una de 265 metros cuadrados, y otra de una planta y 216 metros cuadrados, además de un jardín principal que, dadas sus dimensiones, bien podría considerarse un parque.
Su construcción data de 1890, pero luce mucho más nuevo. De hecho, la mansión ha sido reformada recientemente, pero en el Catastro no figura ninguna de estas reformas, una situación irregular que recuerda al lío patrimonial de Ortega Smith en Asturias, donde mantiene una vivienda que figura como almacén industrial. De ella declara ser propietario al 14%, pero en realidad lo es al 100%.
Hoy en día Javier Ortega Smith sigue usando el cigarral. Lo habitó ya de pequeño cuando fue al colegio Sadel, en la misma Toledo, y más mayor cuando estudió Derecho en un centro adscrito a la Universidad Complutense en Castilla-La Mancha. Desde la irrupción de Vox, aunque reside en su Madrid natal, sigue guardando un estrecho vínculo con la localidad. Más allá de su simbolismo, de Toledo es Enrique Cabanas, del núcleo duro, y ahí se localiza la auditoría Ábaco que le lleva las cuentas a la formación. Cuando va, Ortega Smith hace vida con los simpatizantes y miembros de la formación y de vez en cuando celebra reuniones sociales en su mansión.
Estos días hace justo un año, Vox emitió un comunicado informando de que Javier Ortega Smith se había contagiado de la Covid-19. Fue el primero de los políticos de primera línea en contraer la enfermedad y, desde entonces, su figura se ha ido desdibujando en el panorama político. Él siempre fue el del verbo rápido y la frase contundente. Ya no tanto. Quizás es que se ha moderado, quizás es que anda enamorado y con la cabeza a otras cosas. Quién sabe.
Noticias relacionadas
- El cigarral de Ortega Smith con vistas al Alcázar de Toledo: ‘la finca’ oculta en su declaración de bienes
- El enigma Ortega Smith, el falangista soltero que solo ganaba 23.000 euros: ¿por qué cae tan mal?
- La llamativa desaparición de Ortega Smith, el ídolo de barro de Vox diluido tras sufrir el coronavirus