Una plantación de cannabis y Mohamed VI, en un fotomontaje.

Una plantación de cannabis y Mohamed VI, en un fotomontaje. Reuters/E.E.

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Marruecos legaliza el cultivo de cannabis: así afectará a las mafias del hachís en España

La gran duda es si los agricultores pasarán a la nueva modalidad. Esto puede encarecer la droga en la península o aumentar su cultivo ilegal. 

15 marzo, 2021 02:26
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Los billetes de 100 dírhams en la época del rey Mohamed V, que reinó en Marruecos entre 1927 y 1953, se fabricaban con cannabis. Esta planta forma parte de la cultura del país magrebí”, pero con la colonización francesa y española se prohibió.

En todo caso, la ilegalización no impidió que el cultivo del cannabis y la producción de hachís hayan crecido en el norte de Marruecos en las últimas décadas. Alrededor de 400.000 marroquíes y 60.000 familias viven de este cultivo en el país vecino. El área total de cannabis es de 73.000 hectáreas, mientras que los ingresos ilícitos del tráfico se estiman en 520 millones de dólares.

“La cultura del cannabis en el país es una realidad”, confirmaba en un comunicado el ministro de Agricultura, Aziz Akhannouch, el pasado 11 de marzo, a la salida del Consejo de Gobierno que aprobó el proyecto de ley de los usos del cannabis en Marruecos.

Plantación de cannabis en el Rif.

Plantación de cannabis en el Rif. Reuters

En menos de dos meses se ha conseguido firmar el documento de manera unánime, y a pesar de las voces contrarias, fundamentalmente del Partido Justicia y Desarrollo (PJD).

En todo caso, “la deliberación en dos consejos de gobierno anteriores" en la aprobación parlamentaria del proyecto no se debe a las amenazas del ex primer ministro y secretario general del PJD, Abdelillah Benkirane, sino que “está relacionado con medidas técnicas entre expertos del Ministerio del Interior y la Secretaría General de Gobierno”, mantienen en Rabat.

Realmente, el proyecto de ley ha sido elaborado e impulsado directamente por el ministerio del Interior marroquí, en relación con el Palacio Real. Dejando atrás las propuestas de parlamentarios del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y del Istiqlal, que durante años han liderado la demanda de legalizar el cultivo de cannabis y su uso con fines medicinales. Ambas formaciones políticas presentaron previamente propuestas de ley dentro del Parlamento, pero nunca fueron aprobadas.

¿Por qué se aprueba?

El voto favorable de Marruecos a la suspensión del cannabis de la lista de estupefacientes de alto riesgo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 2020 adelantaba de alguna manera las intenciones de las altas instancias en el país.

Interior de un laboratorio de tratamiento de cannabis.

Interior de un laboratorio de tratamiento de cannabis. E.E.

Además, esto quedó ya claro cuando el 10 de diciembre, Marruecos acordó la normalización de las relaciones diplomáticas con Israel, un estado considerado pionero mundial del cannabis terapéutico, con quien va colaborar económicamente en diferentes ámbitos.

De esta manera, el cannabis abre el camino a un nuevo sector agrícola que cobrará auge. “Este es un proyecto que trae nuevas perspectivas para una cultura, que a nivel internacional avanza hacia la regulación y estructuración con puntos de venta no lúdicos, sino cosméticos, industriales y farmacéuticos. También es una actividad que abrirá la puerta a importantes inversiones en términos de transformación industrial”, aseguró Akhannouch.

Cierto es que el mercado mundial del cannabis medicinal está experimentando un desarrollo creciente, con una previsión de crecimiento anual promedio del 30 por ciento en el ámbito internacional y del 60% a nivel europeo, lo que ha llevado a muchos países a acelerar la legalización del cannabis con el fin de adquirir una mayor cuota de un mercado floreciente. En esa línea pionera, Marruecos no se ha querido quedar atrás, ahora que además cuenta con países interesados en la comercialización de su cannabis, como Alemania e Israel.

Interior ya había lanzado ensayos y estudios sobre el uso legal de esta planta en 2008. Dos años más tarde, el laboratorio científico de la Gendarmería Real inició, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas (INRA), numerosos estudios en esta dirección que llevaron a la publicación de un informe en 2011.

Incluso empresas alemanas están asentadas en la zona de Ketama dedicadas a la explotación del cáñamo para la confección de prendas, e igualmente para el estudio de las propiedades medicinales del cannabis.

Ahora Marruecos ha visto la oportunidad para acelerar la entrada en el mercado global de cannabis legítimo. Así se contempla la instalación en el país vecino de grandes industrias internacionales de transformación, además del futuro desarrollo de un sector industrial nacional. Las inversiones previstas en este área generarán valor y puestos de trabajo.

La facturación se estima que rondará cerca de los 100.000 millones de dírhams (9,3 millones de euros) por año según el instituto de investigación Prohibition Partners, consultora líder de conocimientos y datos sobre la industria global del cannabis.

Licencia para los agricultores

La Agencia para la Regularización de las Actividades del Cannabis en Rabat se encargará de la coordinación entre todos los sectores gubernamentales, instituciones públicas y socios nacionales e internacionales con el fin de desarrollar una cadena agrícola que se ocupe del cannabis.

Operario de la Agencia para la Regulación del cannabis marroquí.

Operario de la Agencia para la Regulación del cannabis marroquí. E.E.

Esta institución otorgará las licencias a los agricultores, examinará los cultivos y el porcentaje de THC (el estupefaciente del cáñamo) para que la planta no sea utilizada o destinada al consumo como droga, con el seguimiento de la fabricación y comercialización, así como su exportación, distribución e importación.

Según lo establecido, dos tipos de cultivo serán implementados: uno dedicado a la medicina basada en THC, cuyo porcentaje se establecerá por reglamento; y otro destinado a actividades médicas industriales a base de cannabidiol (CBD), otro de los componentes del cannabis.

Los productores tendrán una alternativa que consiste en vender su producción de kif -mezcla tradicional de cannabis preparado para fumarlo en pipa- a las empresas, pero deberán crear cooperativas. También se podrán beneficiar de planes de apoyo para salir de la precariedad y la ilegalidad.

Solo los ciudadanos marroquíes que sean socios de una cooperativa pueden solicitar una autorización para el cultivo de cannabis. Además, deben ser propietarios de la parcela ubicada dentro del perímetro reglamentario.

Con el fin de iniciar una rápida conversión del cultivo ilícito actual en una actividad legal, el proyecto de ley reserva todas las oportunidades para el desarrollo de la actividad de cultivo a poblaciones históricamente comprometidas, es decir a los campesinos tradicionales. Aparte de seis zonas situadas en el norte de Marruecos, el cultivo de kif estará estrictamente prohibido. Aunque el proyecto contempla que “ese territorio evolucionará según las necesidades de la demanda nacional e internacional”.

De esta manera el cultivo podría extenderse incluso hasta Larache, en la costa atlántica, donde al menos una docena de colectivos han solicitado a Rabat que les incluyan en la agencia nacional para beneficiarse igualmente de las licencias de cultivo en la región.

Secado de plantas de cannabis para su consumo.

Secado de plantas de cannabis para su consumo. E.E.

Los estudios realizados muestran que los agricultores que se sumarán al programa de cannabis legal se beneficiarán de unos ingresos significativamente superiores a los actuales, respetando el medio ambiente con un ciclo agrícola anual y rotación de tres años. Y, por supuesto, el uso con fines recreativos seguirá estando prohibido en Marruecos.

Sin embargo, miles de cultivadores han protestado en el Rif solo tres días después de que se aprobase la ley en el Consejo de Gobierno. Se quejan de que al regular el precio les llevarán a “la miseria” y “a la muerte”. Según los agricultores recibirán 20 euros por el kilo “al precio de la hierbabuena” mientras que hasta ahora vendían el kilo de 80 a mil euros el kilo en el mercado ilícito.

La duda, pues, es si los agricultores ilegales del hachís en Marruecos se pasarán a esta nueva modalidad o serían capaces de compatibilizar ambos tipos de cultivo. En cualquier caso, afectará a la llegada de hachís marroquí a España. Esto puede encarecerlo o, también, provocar que aumente el cultivo en la península. 

Israel, socio preferente

Al igual que Marruecos, Israel tiene un vínculo histórico especial con el cannabis. La historia moderna de la planta comienza en Jerusalén en 1964.

El país hebreo ha sabido ver las oportunidades de desarrollo del cannabis medicinal de Marruecos como primer productor de esta planta en el mundo, teniendo en cuenta las ventajas del ecosistema: el suelo y el clima son favorables para el cultivo, el conocimiento ancestral de los agricultores tradicionales, la mano de obra barata y la proximidad del mercado europeo en pleno desarrollo.

A cambio, Marruecos podrá beneficiarse de la investigación, ingeniería genética, tecnologías agrícolas, industria farmacéutica y dispositivos de Israel. Una vez que el cannabis se ha cultivado, extraído y analizado, necesita sistemas de suministro para la dosificación apropiada como, por ejemplo, tabletas, parches, inhaladores nasales o cigarrillos. Y aquí es donde entra en juego la creatividad israelí.

Campo de cultivo de cannabis en el Rif.

Campo de cultivo de cannabis en el Rif. E.E.

Autorizado desde la década de 2000 en Israel, el uso médico del cannabis se ha convertido para el país en un importante activo farmacéutico y agrícola. El estado hebreo incluso autorizó su exportación en 2019.

Existen alrededor de 150 empresas productoras en territorio hebreo, apoyadas por el Ministerio de Agricultura que ha clasificado al cannabis como un sector agrícola oficial. Bajo esta nueva clasificación, entre 15 y 20 cultivadores de cannabis tienen acceso a ayudas gubernamentales, ya sean financieras o de formación. Sin embargo, el país seguirá necesitando importar materia prima.

La Universidad Hebrea tiene varias patentes relacionadas con el cannabis. Es más fácil llevar a cabo investigaciones y estudios clínicos con el cannabis en Israel que en cualquier otra parte del mundo.

El Ministerio de Sanidad de Israel está invirtiendo en investigación y autorizando el tratamiento de ciertas enfermedades basadas en cannabinoides. Hoy en día, alrededor de 60.000 israelíes son tratados de esta manera y consumen aproximadamente 25 toneladas por año, un mercado que vale más de mil millones de shekels, o alrededor de 2.700 millones de dírhams (251.600 euros).

España no lo legaliza  

Mientras países en todo el mundo legalizan ciertos usos del cannabis, el gobierno de España no encuentra evidencia científica suficiente para recomendar un uso generalizado en pacientes con determinadas patologías.

“El uso del cannabis con fines terapéuticos debe establecerse basándose en pruebas científicas sobre su calidad, seguridad y eficacia para usos médicos obtenidas mediante ensayos clínicos controlados”, respondió el ejecutivo a una cuestión del PNV hace seis meses.

Quizás recapacite sobre los riesgos del consumo del cannabis, “un abanico de problemas físicos y de salud mental”, después de la decisión de la ONU de sacarlo de la lista de sustancias estupefacientes. Como Unidas Podemos, que prepara una ley integral del consumo.

Operación de la Guardia Civil en una plantación, en España.

Operación de la Guardia Civil en una plantación, en España. M. del Interior

En todo caso, el Ministerio de Sanidad tiene ocho autorizaciones para investigación y cuatro para producción de cannabis medicinal, pero solo sirve para exportar a otros países que tienen el consumo regulado, porque en España no está permitido su uso.

De hecho, Israel importa desde España. El primer lote de cannabis medicinal español llegó a Israel en mayo de 2020. La compañía Linneo Health, que cuenta con la licencia del Gobierno, exportó a IM Cannabis con el acuerdo de un suministro futuro a otros mercados europeos donde opera la compañía israelí.

La empresa médica Linneo Health, controlada por Juan Abelló y el fondo británico GHO, es una de las cuatro grandes empresas internacionales de cannabis medicinal que operan en España.

Por supuesto, el uso recreativo de la planta también está prohibido. Sin embargo, es la droga ilegal más consumida en España, donde proliferan los clubes sociales del cannabis, cercanos al concepto de asociaciones para el mantenimiento de la agricultura campesina.

Un informe publicado por New Frontier Data recogía que “debido a su proximidad, España recibe enormes cantidades de resina de cannabis procedentes de Marruecos, lo que representa el 72% del total incautado en la UE en 2017”.

En realidad, antes se usaba el kif de Ketama, pero hoy está avanzando hacia un sistema de autosuficiencia: cultivan, producen, comercializan y consumen cannabis propio internamente. La normativa española no indica que haya que contar con algún permiso en particular, excepto las autorizaciones comerciales clásicas. Es aceptado dentro de unos supuestos y dependiendo de las comunidades autónomas.

Incautación de hachís por parte de la Guardia Civil.

Incautación de hachís por parte de la Guardia Civil. E.E.

Ante los controles policiales, los narcotraficantes ya introducen la mercancía por nuevas rutas y operan desde Portugal. La Guardia Civil detuvo el sábado 13 de marzo a 60 personas en Sevilla, Cádiz y Huelva durante una macrorredada contra el tráfico de hachís.

Dos días antes, interceptaron 96 fardos de hachís, y desarticularon una plantación de cannabis. El 16 de febrero, EL ESPAÑOL publicaba un artículo sobre el gran operativo contra el tráfico de hachís en Andalucía (Sevilla, Cádiz, Málaga y Córdoba). En esa ocasión, las autoridades policiales detuvieron a 37 personas e incautaron más de cinco toneladas de hachís.

Este boom del cultivo del cannabis en España con inversión extranjera está desplazando a cultivos tradicionales como el albaricoque, el olivo o el almendro. Empresas extranjeras compran los terrenos y donde antes se plantaban árboles frutales, ahora siembran viveros de cáñamo.

A este ritmo, Marruecos no podría mantener el rango del mayor productor del mundo por mucho tiempo. Los intermediarios entre los cultivadores del Rif y los narcotraficantes se quejaban en los últimos meses de los controles de la Guardia Civil y señalaban que podrían deberse al autoabastecimiento.

Este es otro de los motivos de la regularización en Marruecos, que pretende terminar con el tráfico ilícito del que se beneficiaba principalmente España y otros países europeos.

Cuando la ley sea ratificada en el Parlamento de Rabat, Marruecos dejará de ser un simple productor y pasará al club de los países que han legalizado el cannabis y estructurado sus mercados con una nueva industria.