'El Milú' era un tractorista en paro que a veces se plantaba en la tienda de comestibles que hay junto a su casa, portando una bandeja de dulces típicos de Marruecos, con el objetivo de agasajar a sus dueñas. Era el vecino perfecto desde que se instaló con su familia en la calle Alta de Fuente Álamo: "Era educado y respetuoso". Sin embargo, la Guardia Civil opina que al margen de ser un desempleado agrícola y un buen vecino era el supuesto líder de una banda criminal dedicada a la inmigración irregular, a la que no le han incautado pastelitos marroquíes sino 64 kilos de éxtasis.
Kassar El Miloud (Marruecos, 1973) llegó a territorio español en el año 2001 y en cuanto se instaló en la Región de Murcia se ganó la vida en el campo. De hecho, desde 2008 trabajó como fijo discontinuo en una empresa dedicada a recolectar brócoli, coliflor y espinacas en fincas de Cartagena: era el conductor de un tractor al que muchos conocían como 'El Milú'.
Hace un año se compró una casa amplia, de planta baja, con patio y garaje, situada en la calle Alta de Fuente Álamo donde se trasladó con sus cuatro hijos, su esposa y los dos hermanos de esta. Este marroquí era un currante del sector agrícola, que acudía a la mezquita de la calle Sol: algo habitual en este municipio de 16.787 habitantes, marcado por la inmigración y donde la agricultura es uno de los motores de la economía local. Todo muy normal, hasta que la investigación de la Guardia Civil ha destapado que el bueno de Kassar supuestamente llevaba una doble vida.
'El Milú' fue despedido de la citada empresa agrícola a finales de 2019 y dejó de cobrar su nónima -como tractorista- de más de 1.300 euros mensuales. A pesar de entrar en la lista del paro, el nivel de vida de este ciudadano marroquí no bajó sino que en apariencia mejoró. "En su casa no trabajaba nadie, pero estaban de reformas y en la puerta tenían aparcados tres coches de alta gama: un Volkswagen Touareg; un Mercedes y un BMW", tal y como relatan los vecinos consultados por EL ESPAÑOL. "Cada dos por tres tenían coches distintos".
Este ciudadano marroquí que sumaba año y medio en paro, con dos hijos y dos hijas en el instituto y el colegio, se metió en la rehabilitación de la fachada de la casa, en el interior del inmueble puso losetas para embellecer pasillos y suelo, equipó el salón con un gran sofá en forma de 'u', incluso instaló aire acondicionado cuando la familia se encerró en la vivienda para realizar la cuarentena tras contraer el coronavirus.
"Todos vivían con mucha elegancia", insisten a este diario los vecinos. "Últimamente había mucho trasiego de marroquíes y argelinos por su casa". Una fuente de la Guardia Civil apunta que "entre los inmigrantes afincados en el Campo de Cartagena trascendió información sensible" sobre 'El Milú' y acabó en la diana de una importante investigación, como supuesto líder de una organización criminal dedicada al tráfico de seres humanos de la que formaba parte su clan familiar.
La Benemérita desplegó agentes de paisano para realizar dispositivos de seguimiento al presunto cabecilla, Kassar El Miloud, de 45 años, así como sobre su esposa, sus dos cuñados y sus dos hijos: Ibrahim y Rachid. El objetivo de estas pesquisas era monitorizar su rutina diaria y averiguar si jugaban un papel dentro de un grupo delictivo.
"Según se desprende de la investigación, bajo el férreo control del líder y su núcleo familiar se estructuraban dos escalones perfectamente jerarquizados", detalla Montserrat Alameda, portavoz de la Guardia Civil, al respecto del presunto papel del clan en la cúspide de la organización coordinando a un par de grupos con misiones distintas.
"El grupo operativo, formado por patrones de embarcaciones, se encargaba de transportar a los inmigrantes hasta las costas españolas; y el grupo logístico, se ocupaba de captar a los candidatos para viajar en patera, recibir los pagos en Argelia, facilitar el alojamiento y el transporte a los inmigrantes irregulares y a los propios patrones".
'Pateras taxi' sincronizadas
El 'modus operandi' siempre era el mismo: varias 'pateras taxi' salían de forma sincronizada desde las costas argelinas con destino a las playas levantinas. Estas embarcaciones cuentan con motores de gran potencia y eran conducidas por patrones muy experimentados, que llegaban a suelo patrio a una hora similar para desbordar a las dotaciones marítimas y terrestres de la Guardia Civil, de forma que garantizasen la huida de los inmigrantes irregulares nada más pisar tierra.
"Una vez en territorio español, la rama logística daba cobertura a los propios patrones, así como a los recién llegados, a los que ofrecían transporte y alojamiento en condiciones de habitabilidad infrahumana y hacinamiento, en las denominadas 'guarderías' o 'pisos patera'. En algún caso, gracias a sus conexiones internacionales, los hacían llegar hasta Francia o Italia", explica Alameda.
El seguimiento realizado durante los últimos meses por el Grupo de Información, permitió constatar la realización de "labores de traslado, cobertura, alojamiento y protección de los patrones" de las 'pateras taxi'.
Hermetismo total
La investigación se ha llevado con tal hermetismo, que la Unidad de Intervención fue informada del registro domiciliario en la casa de Kassar El Miloud solo unas horas antes del 20 de abril. A las 6.55 de la madrugada, del pasado martes, comenzó la 'Operación Milousi': un total de nueve efectivos equipados con un ariete, junto a media docena de agentes del Grupo de Información, tomaron la calle Alta. "No fue necesario echar la puerta abajo porque estaban celebrando el ramadán y un familiar fue sorprendido saliendo", subraya una fuente próxima al caso.
"La casa la estaban decorando al estilo árabe y durante el registro se halló un fajo de billetes oculto en la pata de la cama de matrimonio". También había dinero en metálico entre los muebles y en el armario. "Creo que había 12.000 euros". Esa no fue la única sorpresa que se encontraron los investigadores, ya que localizaron bolsas con kilos y kilos de mdma. "Había mucha droga escondida debajo de la boca de la chimenea, pero se tuvo que llamar al juez para informarle porque no se esperaba encontrar estupefacientes".
Los agentes hallaron nada menos que unos 30 kilos de pastillas de éxtasis, así como bolsas con cogollos de marihuana y pequeñas placas de hachís. En la parte de atrás de la casa del supuesto cabecilla de la banda, los investigadores comprobaron que había varios catres destartalados donde no se descarta que pernoctasen los inmigrantes irregulares que llegaban desde Argelia o alguno de los patrones de los 'taxi patera'. EL ESPAÑOL pudo comprobar tras el registro -mirando a través de un agujero en la puerta metálica- que en esta estancia todavía seguían apilados varios colchones y algún somier en medio de mucha suciedad.
Las Palas y Cartagena
En la 'Operación Milousi' se movilizaron medio centenar de agentes del Grupo de Información, la Unidad Central Especial, Seguridad Ciudadana, Servicio Cinológico, incluso drones y un helicóptero. Todo ello debido a que no solo se practicó el registro de la vivienda de 'El Milú', el operativo también afectó a una casa situada en la pedanía fuentealamera de Las Palas y a otro inmueble del Campo Nubla: una diputación de Cartagena.
"En la casa de Las Palas se encontró más dinero en metálico y unos doce kilos de metanfetaminas", apunta la citada fuente. "En Campo Nubla fueron localizados catorce kilos de éxtasis dentro de una maleta y se arrestaron a seis personas: a tres de ellas por delitos contra los extranjeros y a otras tres por tráfico de drogas".
Uno de los aspectos que más llama la atención a los investigadores en la 'Operación Milousi', es la incautación de 100.000 dosis de metanfetaminas, valoradas en un millón de euros.
"Los marrioquíes y argelinos nunca se han dedicado a las drogas de diseño: ellos no frecuentan discotecas, se está investigando la procedencia del éxtasis y si su destino eran países europeos, como Bélgica y Holanda, porque los consumidores españoles no suelen recurrir a ellos para comprar pastillas", apunta como hipótesis un experimentado guardia civil.
Entre el material intervenido en los registros también hay cuatro vehículos, teléfonos móviles, bidones de combustible, documentación relacionada con la trama delictiva y dinero en efectivo. "La Unidad de Delitos Económicos busca ramificaciones para detectar cómo movían el dinero".
De momento, los investigadores sostienen que Kassar El Miloud, conocido en el sector agrícola como 'El Milú', era el supuesto líder de esta organización dedicada a la inmigración irregular. "El cabecilla estaba en contacto con una mafia en Argelia". De los hijos, ambos adolescentes, se está indagando si eran los supuestos encargados de la otra rama del negocio: las metanfetaminas.
La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones que se sumarían a los 24 arrestos practicados hasta ahora, de los cuales siete han ingresado en prisión preventiva. Uno de los encarcelados es Kassar 'El Milú'.
La Guardia Civil ha detallado que entre los arrestados, el martes 20 de abril, hay 23 hombres y una mujer, de nacionalidades argelina y marroquí, con edades comprendidas entre los 18 y los 48 años. Todos ellos fueron engrilletados por delitos de detención ilegal, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, amenazas graves, coacciones, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
Entre los detenidos, se encontraban 'El Milú', sus dos hijos adolescentes, Ibrahim y Rachid, sus dos cuñados y su esposa. EL ESPAÑOL acudió a la casa de la calle Alta de Fuente Álamo y comprobó que el único miembro del clan familiar que ha recuperado la libertad es la mujer del supuesto líder de la banda. Ninguno de los familiares con los que habló este diario quiso ofrecer su versión de los hechos más allá de zanjar que "no tienen pruebas de nada".