“Pasamos del ‘Viva Revilla’ al ‘Revilla cabrón’. Puedo llegar a entenderlos": así habla tras el escándalo del puro
El presidente cántabro fue pillado comiendo dentro de un restaurante cuando estaba prohibido y, además, fumando un cigarro.
16 mayo, 2021 01:46Noticias relacionadas
"Hemos pasado del 'Viva Revilla' al 'Revilla cabrón'. Pero te digo una cosa: en el fondo los puedo llegar a entender".
El valor de la frase es que la dice el propio Miguel Ángel Revilla. El presidente de Cantabria. El de las anchoas. El mayor chovinista de España, famoso por aprovechar cualquier espacio en medios para promocionar o ensalzar algún producto de su tierra. El mismo al que ahora sus propios paisanos le piden su dimisión. O al menos, sus paisanos hosteleros. Un puro tiene la culpa.
En realidad, el puro no es más que una imagen, un símbolo. Porque Revilla, que es un clásico opinando sobre todo en la tele patria, rompió (presuntamente) al menos dos de las normas sanitarias que su propio gobierno impone en su comunidad. Un grupo de hosteleros le grabaron en el restaurante La Capitana de Santander, donde había sido sorprendido comiendo en una zona interior y habiéndose fumado un puro.
El acto reflejo fue contestar diciendo "yo no fumo", respuesta totalmente falsa. Poco después dijo que el puro no era suyo; se rebuscaba en la americana buscando "el suyo", raro para alguien que no fuma. No lo encontró, evidentemente. Más tarde salió reconociendo que el puro era suyo, pero que no se lo había fumado. En la imagen, no obstante, se aprecia el puro a medio consumir, con su ceniza y todo.
Sea como fuere, lo hizo en el interior de un restaurante. Y lo hizo el 6 de mayo, fecha en la que eso no estaba permitido en ningún caso en Cantabria. Ahora sí. A los restaurantes se les deja ahora alojar dentro un 33% del aforo. Pero el día de la pillada a Revilla, solamente se podía comer en las terrazas. "Esto es una semiterraza", se defiende Revilla. Lo mismo responden a EL ESPAÑOL desde el restaurante en cuestión. Pero eso no cuela entre los hosteleros de la que tal vez ha sido la comunidad con las restricciones más fuertes al sector.
Revilla y su puro. El puro que le ha caído. Los hosteleros han presentado una demanda. Le exigen la dimisión. Los tres partidos de la oposición han pedido de forma conjunta su comparecencia en el Parlamento para que explique los hechos. Revilla, en el ojo del huracán como pocas veces se ha visto en su tierra.
El PCR, aferrado a su mayoría parlamentaria, ha tumbado la petición. Las explicaciones, eso sí, las ha dado a los medios de comunicación, que viene siendo su hábitat natural en los últimos tiempos. Ahí ha contado que el puro sí, pero no. Que la mesa era terraza, pero semiterraza. Que él no pone las normas y que ahora está sufriendo escraches.
Qué dice Revilla
"Ni en los tiempos de ETA he llevado yo escolta. Me la han ofrecido, pero la he rechazado. Ahora voy a pedir que me acompañen a los actos importantes, porque esto no puede ser. Va Revilla a un sitio y le revientan el acto, como pasó el otro día en el Palacio de Festivales. Al poco de empezar el aniversario de los 30 años, irrumpieron unas personas con pancartas en el salón de actos y ahí se acabó todo. Va Revilla a vacunarse y se plantan allí 18 con pancartas. Mi hija, de 21 años, insultada al ir a sacar la basura... Unos escraches que no le hacen ni a Pablo Iglesias".
Se lo cuenta Miguel Ángel Revilla a EL ESPAÑOL en conversación telefónica. Habla de si mismo en tercera persona a menudo. Lamenta este incremento de la agresividad contra él y le ve un origen claro: "Si a los hosteleros les reconforta meterse conmigo, lo entiendo. Pero detrás de esto siempre hay unas motivaciones políticas. El cainismo de la política de ahora. A mí me llamaba toda la oposición para decirme que me apoyaba en todo, pero eso ahora ha cambiado. Los partidos políticos van donde ven sangre. Yo, en la oposición, no sería tan carroñero".
Respecto a las férreas medidas en la hostelería, se escuda en que no es cosa suya, pero que se lo adjudican a él: "Al cántabro de a pie le diría que lo entiendo. Ahora hemos pasado del 'Viva Revilla' al 'Revilla cabrón', pero yo les pregunto... ¿qué he hecho? Si las decisiones en Cantabria las toma Sanidad. Yo no puedo abrir ni cerrar nada, solamente seguir las instrucciones que da la Consejería".
Aprovecha ahí Revilla para, casi por inercia, colar una anchoa. Lo que en su argot sería contar las bondades de algún producto o equipamiento cántabro. En este caso, el hospital de Valdecilla, que es "un hospital de referencia en todo el mundo, que vienen hasta los americanos a estudiar ahí. ¿Cómo voy a decirles yo a ellos a esos profesionales, que son eminencias, lo que tienen que hacer? Ellos me lo explican, que no me lo tendrían por qué explicar. Pero me lo explican. Revilla, esto es así porque la incidencia tal y esto y lo otro. Y como ellos son los que saben, yo sólo digo que sí. Y eso es lo que nos ha llevado a ser la comunidad de la España continental con menos casos de muertos por covid por habitante".
Sigue con las anchoas: "¿Sabes cuál fue la comunidad que batió los mejores números de turismo el verano pasado? Cantabria. Aún con la pandemia, fue la que menos se resintió. Los hoteles llenos. Y este año va a ser igual. A los empresarios que creen que no van a llegar al próximo verano... yo les diría que sí. Que creo que van a llegar sin problemas. Obviamente caerán algunos, pero casi todos son gente nueva que no son del sector de la hostelería, que lo han visto como un sector recurrente donde meterse. Como cuando todo el mundo que tenía algo de dinero se metía en la construcción. Acabaron todos arruinados. Estos son los que caerán ahora. Pero la gran mayoría aguantará".
Pero respecto al puro y la comida, balones fuera. No cree Revilla que haya hecho nada malo y no va a dimitir. "Si yo pensase que he hecho algo más, no hace falta que me lo pidan". Porque dice que no estaba en un interior, sino "en una semiterraza, yo fui a un sitio abierto. Fui invitado por unos empresarios sobre unas inversiones muy importantes en Cantabria. A mí me invitaron, yo ni reservé ni nada. La mesa además estaba sola. Durante la comida no fumo, yo siempre llevo un puro y lo llevaba. Ese fue todo el puro. Es la anécdota". Una explicación, sin embargo, que no conence a los hosteleros.
Qué dicen los hosteleros
"Es una vergüenza que el máximo responsable, el que dicta las leyes, las incumpla. Manda madre". Es lo que opina Ángel Cuevas, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria, sobre Revilla. Está indignado con el trato a su sector, con las medidas del gobierno autonómico y con el ejemplo que debería estar dando el presidente.
Desmiente Cuevas a Revilla respecto a la buena salud de la hostelería cántabra en meses pretéritos. "El año pasado bajó la facturación en torno al 50 y el 60%. Los establecimientos pequeños han percibido subvenciones de, como mucho, 3.000 euros. Los hoteles grandes, 6.000 o 7.000. Y siguen ahogándonos".
E insiste en que, aunque las medidas tengan visos de relajarse en los próximos días, "la herida que nos está haciendo es enorme. hostelería puede salir de la UVI en las próximas semanas, pero va a estar mucho tiempo en observación y en planta. El alta, la salida del hosital, va para muy largo plazo. La herida económica que tenemos es gigante". Incluso la propietaria de La Capitana, el restaurante del puro de marras, reconoció a este periódico que "deberían haber aplicado antes medidas para salvar la hostelería". De todo lo demás prefiere no hablar "porque bastante saturados hemos estado esta semana con todo esto".
En el sector ya no aguantan más y han puesto una demanda. La asociación ha llegado al Tribunal Superior de Justicia para recurrir las limitaciones horarias impuestas, que dicen que a las 22 horas ya no se aceptan nuevos clientes en los restaurantes. Y que a las diez y media todo el mundo fuera. Ya se puede usar el interior, pero con una ocupación máxima del 33%. El TSJC ha admitido el recurso y ha mandado al gobierno que le envíe toda la documentación correspondiente antes del lunes a las 9 de la mañana. La justicia acabará decidiendo.
Qué dicen sus rivales
"Al final, esto del puro no es más que una imagen, una metáfora. Es como cuando a Al Capone lo metieron preso por haber defraudado impuestos. Aquí igual: con la de cosas que ha hecho mal Revilla durante sus 25 años de gobierno en Cantabria, lo acaban criticando". Lo explica el diputado de Ciudadanos Félix Álvarez, conocido por todos como 'Felisuco', uno de los más críticos con el actual presidente.
"Lo que más duele es que este señor da clases de ética, estética y de comportamiento cívico. De lo divino y lo humano. Va de ejemplar y luego lo pillan incumpliendo no una sino dos normas. Porque por una parte está el puro, que primero dijo que él no fumaba, luego que no era suyo, luego que sí... Pero es que estaba comiendo en un interior, nada de terraza. Y eso no estaba permitido el 6 de mayo, que fue cuando pasó".
Álvarez, además, apunta una cuestión relacionada con los detalles: "Dice que estaba en una comida a la que le invitaron unos empresarios interesados en hacer unas inversiones en Cantabria. Así no se hacen las cosas. Así lo harían los caciques. Pero un presidente serio, si tiene que reunirse con unos empresarios, lo hace en un despacho, no en un restaurante fumándose un puro. No es buena imagen".
Él, junto al resto de la oposición, han pedido a Revilla que comparezca. También le han pedido la dimisión, como han hecho los hosteleros. Revilla dice que, ni dimite, ni comparece. Mientras, va hablando con la prensa, y no se descarta una aparición próxima en algún canal de televisión para dar las explicaciones pertinentes, las que no dará en el Parlamento.
Mientras, la situación en Cantabria se va relajando por momentos. En pocos días han pasado a permitir la apertura al 33% de los interiores, y en breve se esperan nuevas medidas. "Yo ya lo dije: que a raiz de lo del puro, curiosamente, se iban a empezar relajar las cosas. Y no me he equivocado", concluye Álvarez, subrayando que "con toda seguridad es el momento e menos popularidad de la vida política de Revilla".
La imagen del presidente abandonando el restaurante, escapando él solo de los hosteleros que le grababan, cariacontecido, grabado y escrachado, había sido algo inédito en su Cantabria de la mayoría absoluta. Ahora siente la presión de los cántabros. Y él es consciente. Se muestra optimista, promete un verano muy productivo y relajación en breve de las restricciones. Pero él, mejor que nadie, sabe que es cierto eso de que se ha pasado de 'Viva Revilla' a 'Revilla cabrón'.