Antes de pasar la ITV es importante revisar a fondo el vehículo. Cualquier fallo puede hacer que se quede sin la validación de la inspección técnica, por lo que hay que estar muy atento a todos los detalles. Normalmente, los fallos son visibles con relativa facilidad, pero otros son más complicados de detectar. Un claro ejemplo: las luces.
Aunque parezca algo sencillo, calibrar las luces es algo más complicado de lo que parece. Normalmente, para cerciorarnos de que la luz está orientada adecuadamente debemos llevar el vehículo a un taller. Allí podemos pedir que nos hagan una 'preITV', donde además de este registro, nos ayudarán a saber si incumplimos cualquier otro requisito.
Si no llevamos bien calibradas las luces, podemos molestar al coche que circula por el carril contrario. Deslumbrar a otro conductor puede, a su vez, provocar un problema para circulación.
Desde la empresa Veiasa, dependiente de la Consejería de Hacienda y Financiación Europea de la Junta de Andalucía, avisan a todos los conductores del panorama nacional: si la orientación del haz lumínico de tu coche está alta se considera falta grave y no obtendrás el certificado de la ITV. Si está baja o tiene desviación lateral se estará cometiendo un fallo leve.
José María Illán, uno de los propietarios de Talleres Pérez Illán, comenta en conversación con EL ESPAÑOL el coste de reparación de la dirección de las luces. Actualmente, esto tiene un precio de 17 euros en sus talleres.
Explica en profundida cómo podemos arreglar este problema. Muchos usuarios, en casa, lo que hacen es colocar el coche frente al muro de un garaje y encender las luces. Si las dos están a la misma altura, se suele pensar que es suficiente.
Craso error. Que las dos luces estén a la misma altura no significa que apunten en la dirección adecuada.
Illán explica lo que ocurre: "La calibración tiene que hacerla un mecánico. El cliente puede tener una orientación. Si lo pones en la pared de un garaje y lo pones a una altura, pues puedes ver que están las dos a una altura determinada. Pero es difícil saber la altura y si deslumbras al de enfrente. Nosotros lo ponemos en la máquina y hay dos reglajes, el que hace el conductor y luego están los tornillos del faro, con los que subimos o bajamos".
El coste del calibraje es bastante barato. Esos 17 euros nos pueden ahorrar tener que volver a la ITV de nuevo. De todas formas, aunque se intente en casa, no todo el mundo es capaz de mover los faros. Incluso, los más atrevidos podrían descalibrar algo que ya está calibrado al intentar moverlo.
"Aunque el cliente sepa cuál es el tornillo, es complicado. Hay coches en los que se ve mejor el faro y otros en los que se ve peor, pero los puede tocar cualquier persona. Eso sí, los podrás dejar iguales, pero no sabes a qué altura lo has dejado", recuerda Illán.
Illán hace una recomendación. "Que vengan a traernos el coche antes de la ITV. Es una de las cosas que miramos porque da lugar a errores graves. Es muy común que el usuario lo toque y muy común que si lo ha tocado alguien pues esté descalibrado".
Cabe resaltar que los turismos deben estar provistos dos o cuatro luces de carretera que emitan luz blanca. Además, según el 'Manual de procedimientos de inspección de las estaciones ITV', las luces deben ser del mismo color.
Cuando acudimos a la ITV, el inspector comprueba el número de luces, su funcionamiento, el color o la orientación del haz de las luces de cruce.
Illán recuerda que hay faros de plástico en los que el sol se va comiendo parte del color con el paso del tiempo. Hay productos específicos para arreglarlos y en los talleres hay soluciones para arreglar, de forma sencilla, estos problemas. De la misma forma, recuerda que se debe prestar atención a las luces de intermitencia: "Hay que intentar que no tenga una luz amarillenta". Si esto último ocurre, habrá que cambiarla.
Por último, es reseñable resaltar que se contabilizan como defectos leves en el sistema de luces, varios puntos: orientación baja o con desviación lateral; inaccesibilidad al dispositivo de nivelación manual de luces desde el asiento del conductor; y la indisposición del testigo de luces de carretera.
Asimismo, son defectos graves una orientación alta del haz lumínico; tener un número de luces no reglamentario; el no funcionamiento de las luces; que el color de las lámparas no sea reglamentario; que la intensidad exceda los valores de referencia; o que todo el cuadro de luces no se apague con un único mando.