Lo de Agustín Cárdenas ha sido un cúmulo de mala suerte encadenada. Ha tenido la mala suerte de estar él de guardia este sábado en Jerez de la Frontera. La mala suerte de que, en su huida de la Policía, el chico de 22 años que conducía el Renault Megane tras consumir cocaína, condujera en su dirección. La mala suerte de llegar él primero, de que los que estaban a la fuga esquivaran el coche que les cortaba el paso e impactaran directamente contra él.
Agustín, de 52 años de edad, es el agente de la Guardia Civil que ha fallecido la madrugada de este sábado, a las 3.00 horas, tras ser arrollado a 180 kilómetros por hora en la vía de acceso a la AP-4, en sentido Sevilla, en Jerez de la Frontera. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, los jóvenes que conducían estaban vinculados al mundo del narcotráfico e iban en un coche lanzadera, un vehículo que va de avanzadilla para alertar a otros cargados de droga de los controles que hay en la zona.
La directora general de la Benemérita, María Gámez, se ha trasladado este sábado hasta la capilla ardiente instalada en el Cabildo Viejo de Jerez. Le ha otorgado, de forma póstuma, la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo. Con su muerte, Agustín deja detrás a una mujer, una hija y a tres nietos. Era una persona muy familiar que gastaba con los críos todo el tiempo que podía.
Según han comunicado miembros del Instituto Armado a EL ESPAÑOL, el joven de 22 años que conducía dio positivo por cocaína y tiene antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar. Junto a él, de copiloto, iba otra persona, un varón menor de 17 años al que le constan infracciones administrativas. Ambos se encontraban en una vía de servicio de la autovía A-381 y resultaron sospechosos para una patrulla de policías que pasó por la zona en torno a las 2.30 de la madrugada.
Cuando los jóvenes vieron aparecer a los agentes, emprendieron una huida que se prolongó durante aproximadamente media hora, con absoluto desprecio por la seguridad vial de los demás conductores. Las autoridades dieron el aviso a sus compañeros de más adelante para que intentaran cortarle el paso y, al llegar a la altura de un vehículo de la Policía Local que cortaba el paso, intentaron esquivarlo impactando directamente contra Agustín.
Pocos segundos después del atropello mortal, el vehículo de los fugitivos impactó de manera frontal con otro que volvía del hospital, dejando tres heridos leves. Finalmente, se detuvieron y pudieron ser arrestados por miembros de la Policía Local de Jerez.
Una persona familiar
"Era una buena persona y muy amigo mío", comenta a este diario Luis Delgado Flor, presidente del Guadalcaín Fútbol Sala Femenino. "Se divorció hace mucho tiempo y se volvió a casar. No siempre estuvo aquí, anduvo destinado en otro sitio, pero ya llevaba muchos años trabajando en Jerez, de donde era él", añade.
Agustín era de Jerez de toda la vida, vivía en la pedanía de Cuartillo, a 15 minutos en coche del Cuartel de la Guardia Civil de la ciudad. Se casó con María en 1998 tras divorciarse de un matrimonio anterior. El pasado año 2019 hicieron una gran celebración para conmemorar los 21 años. Con su muerte la deja atrás a ella y a su hija, que fue madre relativamente joven y ya, a sus 52 años, le había dado tres nietos. Cuentan los que le conocían que era un hombre tranquilo, de pueblo, que disfrutaba en su tiempo libre cuidando de su huerto y con sus nietos.
Su muerte ha provocado todo tipo de reacciones a nivel nacional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasladado vía Twitter su "solidaridad y el pésame de todo el Gobierno" para toda la familia, "especialmente a su mujer e hija, y a los compañeros de Agustín Cárdenas, guardia civil que hoy ha fallecido tras ser atropellado mientras realizaba un servicio de seguridad ciudadana en Jerez".
A ese pésame se ha unido el rey, Felipe VI. Ha aprovechado la videoconferencia que ha mantenido en el Estado Mayor de la Defensa, este sábado Día de las Fuerzas Armadas, con algunas unidades militares para recordar su "máximo servicio".
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha lanzado un comunicado en el que ha pedido que Cádiz se declare como zona de especial singularidad. Ello implicaría un refuerzo por parte de las autoridades en la provincia "ante la constante escalada de la violencia provocada por el narcotráfico en la zona". La AUGC se personará además como acusación particular en este caso.