La pequeña Aurora, cada vez que podía, se colaba como "un torbellino" detrás de la barra del histórico bar Los Albertos, en la pedanía murciana de Monteagudo. "Le encantaba subirse en las baldas para cogerme los vasos y las ollas", recuerda Lucía sin poder evitar sonreír y llorar a la misma vez mientras habla de la hija de su sobrina. "Era muy graciosa". Esta hostelera siente una pena indescriptible al referirse en pasado a una niña, de solo 21 meses, que ha perdido la vida atropellada accidentalmente por su propia madre.
El sustantivo tragedia se queda corto para semejante suceso, que ha causado un hondo pesar en Murcia porque los padres de la niña -un matrimonio de treintañeros- están muy vinculados al folclore, la cultura, las tradiciones huertanas y las fiestas de la capital del Segura. Aurora, es miembro de la Peña Huertana La Picaza de Cabezo de Torres, y Pedro, es el afamado trovero 'El Cardoso II', al que con solo 17 años ya señalaban como sucesor de la leyenda de Manuel Cárceles: 'El Patiñero'.
"Mi sobrina es una madraza y está destrozada", lamenta Lucía detrás de la barra de Los Albertos, un negocio hostelero con una solera que se remonta a 1925. "Somos una familia muy unida, todas las semanas nos juntamos aquí a comer: a Aurora le encantaba el arroz", cuenta la mujer a EL ESPAÑOL, sin quitar ojo a los fogones, mientras le echa una mano su hijo, Lázaro, promesa futbolística del filial del Cartagena. "Era una pareja muy feliz", resalta este adolescente, de 21 años.
"Se conocieron en 2015, Aurora bailaba en la Peña Huertana La Picaza de Cabezo de Torres, y Pedro fue a tocar con la Cuadrilla de Patiño", rememoran Lucía y Lázaro. Entre acordes folclóricos comenzó su historia de amor, cuya guinda fue una romántica petición de matrimonio en enero de 2017, durante el Encuentro de Cuadrillas Memorial Manuel Cárceles 'El Patiñero'. Allí, Pedro se declaró por sorpresa a Aurora, clavando la rodilla sobre el escenario, cuando interpretaba una copla trovera.
"En 2017 ya se habían casado". Ella cambió el pintoresco paisaje de Monteagudo, coronado por su Cristo y un castillo, para empezar una nueva vida con el prestigioso trovero en Sangonera la Verde. Una pedanía donde su familia política es conocida como 'Los Cardosos', por su infatigable labor como embajadores de las costumbres murcianas por toda España, y que ha llevado a padre e hijo, Pedro 'El Cardoso' y Pedro 'El Cardoso II', a protagonizar exhibiciones de trovo en certámenes internacionales.
La felicidad de la pareja se multiplicó por dos con la llegada de Aurora y María. "No les faltaba de nada: amor, trabajo, unas hijas por las que se desvivían y por las que compartían las tareas de casa, si Aurora daba de cenar a María, Pedro se encargaba de bañar a Aurora...". Para el matrimonio sus princesas eran lo primero: "Los dos trabajaban en ElPozo y Aurora dejó su empleo para criar a sus niñas".
Aurora con la 'Blanca Paloma'
La primera en nacer fue Aurora: en septiembre de 2019. "Era la cuarta generación de mujeres de la familia con el mismo nombre", apunta Lucía. El joven matrimonio, de marcadas raíces huertanas y creencias religiosas, bautizó a su pequeña; le hizo una sesión de fotos vestida con el traje regional, donde estaba para comérsela; viajó al Santuario de El Rocío en Almonte para presentar a su primera hija a la 'Blanca Paloma'; celebraron con ella la Navidad, entre cuadrilleros, aguilanderos, troveros...
"Cuando a Aurora le decías 'malagueña', la niña se te ponía a cantar", se emociona Lucía. "Tenía magia, era de esos niños, que cuando pasan a tu lado te quedas mirando porque tienen algo especial", remacha Lázaro mostrando a este diario un vídeo de la cría de rostro angelical.
"Madre e hija estaban muy unidas", cuenta Lázaro sobre el vínculo tan fuerte que compartían las auroras. "La niña estuvo dos días seguidos llorando porque no podía ver a su mamá cuando ingresó en el hospital para dar a luz a María en enero de este año". Este veinteañero no puede reprimir las lágrimas: "Esto es un desastre para todos nosotros".
La visita fatídica
La familia era un pilar para el matrimonio, siempre a caballo entre abuelos, tíos y primos, entre Sangonera la Verde y Monteagudo, tal y como asegura Lucía: "Casi todos los días, mi sobrina, Aurora, venía con sus dos hijas a ver a sus padres, a sus dos hermanos, a que las niñas se bañasen en la piscina o para que jugasen con sus dos 'primicos': uno de 6 años y una de 2 años".
Este jueves por la tarde, esta madre cogió su coche para desplazarse a Monteagudo, con sus pequeñas, Aurora, de 21 meses, y María, de 7 meses. "Nunca se separaba de ellas y su marido igual, excepto cuando tenía que trabajar". Pasadas las siete de la tarde, Aurora llegó a la pedanía murciana y subió con su vehículo por la empinada cuesta de la calle de la Iglesia, de sentido único, que conduce hasta la zona donde residen sus familiares.
- Lucía, ¿cómo perdió la vida la niña?
- Aurora vino con sus hijas a ver a los abuelos. Ella llegó con su coche, antes de aparcar, paró en la cuesta, y su padre se acercó a ayudarla a bajar a las niñas. El abuelo, primero sacó a Aurora, y luego a la bebé, María. Parece ser que la mayor salió corriendo hacia la carretera, su madre no la vio porque es un 'mico' y el vehículo que lleva es alto, la atropelló accidentalmente, le dio a la niña justo cuando movió el coche para aparcarlo.
Ni la hostelera ni su hijo pueden seguir hablando porque se les parte el corazón. EL ESPAÑOL se desplazó desde el bar Los Albertos hasta la dichosa calle de la Iglesia: la zona donde se produjo el nefasto suceso, que presenciaron un par de vecinas. "Eran las siete y media de la tarde, cuando empecé a escuchar un montón de gritos, pensé que era una pelea y me asomé a la ventana", tal y como detalla una testigo.
- ¿Qué vio usted al asomarse?
- Paco, el abuelo de Aurora, estaba sentado en un poyete de la acera, con la niña en brazos. No paraba de repetir: 'Solo ha sido un descuido de un segundo y está muerta'. La madre de la chiquilla, Aurora, no paraba de gritar: '¡Mi hija, mi hija, auxilio!' Llamé al 112 y bajé a la calle corriendo para ayudarles. La niña no se movía de los brazos del abuelo y sangraba por un oído. Yo no me lo podía creer y consolaba a Paco. Entonces bajó corriendo uno de los hermanos de Aurora, cogió el coche y se llevó al hospital a la madre y a la hija.
El Teléfono de Emergencias recibió ese maldito jueves varias llamadas, a las 19.31 horas, solicitando una ambulancia. "Han pisado a una niña con un coche", fue uno de los avisos que recibió la centralita del 112. Cuando la ambulancia llegó a Monteagudo, la menor ya había ingresado en el Hospital Reina Sofía de Murcia: la familia no esperó ni un minuto para trasladarla a Urgencias. De hecho, el 112 confirma que los sanitarios desplazados a la pedanía atendieron al abuelo de una crisis de ansiedad.
El personal del Servicio de Urgencias del Reina Sofía se dejó el alma tratando de reanimar a Aurora. No pudieron: murió de un traumatismo craneoencefálico grave. El centro hospitalario tardó dos horas en trasladar el cuerpo de la chiquilla, de 21 meses, al Instituto Anatómico Forense porque dejaron ese tiempo a que Aurora y su marido, Pedro, pudiesen iniciar el duelo de tamaña pérdida. "Fue imposible salvarla por la gravedad de la lesión: ellos estaban desolados", atestigua un sanitario.
El alcalde: "Un palo gordísimo"
"Es un palo gordísimo y un drama para todos", sentencia David Campoy, pedáneo de la Junta Municipal de Monteagudo, para ilustrar el sentir de los más de tres mil vecinos de esta pedanía murciana, donde la familia de la madre de la menor es muy querida y conocida porque algunos de ellos son grandes profesionales de la construcción. "Son personas que siempre han aportado al pueblo".
La Junta Municipal, en señal de duelo, ha puesto las banderas a media asta en la Alcaldía, también ha trasladado "su pésame y su apoyo" a la familia y ha depositado una corona a la pequeña en el tanatorio. "Es una desgracia muy grande", repite el alcalde pedáneo. "Ese matrimonio y sus familiares son gente muy querida en el mundo de las peñas huertanas". El luto y el dolor recorren a la Federación de Peñas Huertanas de la Región de Murcia, donde este matrimonio de treintañeros se implicaba en todo lo que podía: Fiestas de Primavera, Bando de la Huerta, Festivales de Folklore...
La Policía Local de Murcia no ha tenido más remedio que elaborar un atestado, en base al protocolo de accidentes de tráfico, que será entregado próximamente al juzgado. "Es un suceso accidental en un movimiento corto del coche", según confirman fuentes policiales. "Lo ocurrido es dramático, que una madre atropellase a su hija al mover su vehículo para estacionar. La pobre mujer no vio a la niña".
Este sábado ha sido oficiada la misa-funeral en la iglesia de Sangonera la Verde. Las muestras de dolor han sido devastadoras entre los familiares y miembros de la Asociación Manuel Cárceles 'El Patiñero', integrantes de diversas cuadrillas donde 'Los Cardosos' han ofrecido sus mejores trovos...
Desde la Federación de Peñas -a través de su perfil oficial de Facebook- se ha lanzado un comunicado de apoyo a Aurora y a su marido, el trovero Pedro 'El Cardoso II': "La gran familia de las peñas huertanas se suma al inmenso dolor de la familia López Navarro por la trágica pérdida de su pequeña hija, Aurora. Nuestro más sentido pésame para todos los miembros de la familia y nuestras fuerzas y ánimos en tan duros momentos. D.E.P. pequeña Aurora". La vida ha sido terriblemente injusta con un matrimonio honrado que "se desvivía" por sus niñas.