El joven rapero Isaac López, conocido como Little Kinki, salió de casa pasadas las 9 de la noche después de cenar una hamburguesa junto a su madre y su abuela, para encontrarse con un amigo, con el que iba a grabar un videoclip. Era el miércoles 14 de julio.
Fue la última vez que su madre, Nines, lo vio con vida: Isaac fue asesinado en el túnel de la calle Comercio, en el barrio de Pacífico, situado a apenas 10 minutos de su casa. Recibió cuatro puñaladas por la espalda propinadas, presuntamente, por miembros de una banda latina. El joven fue consciente del destino que le esperaba. Mientras huía, telefoneó a su amigo y le avisó: "¡Me están persiguiendo, me quieren matar!"
La madre de Isaac exige que caiga sobre los asesinos de su hijo "todo el peso de la Ley". Aunque el Grupo de Homicidios no le ha informado sobre los avances de la investigación, entiende que la Policía actúa con la máxima discreción posible para evitar que los autores del crimen se den a la fuga.
"Cuando fui a declarar a la Policía, les conté que mi hijo y todos sus amigos habían sufrido amenazas de bandas latinas y tenían miedo", explica Nines en declaraciones a EL ESPAÑOL. "Esa gente se dedica a extorsionar, amenazar y agredir a chicos como mi hijo, chicos que hacen música, que pintan grafitis, cantan en los parques y aman la cultura urbana", dice.
"Por aquí se mueve ese tipo de gente, por Lavapiés, Embajadores, Villaverde…", añade, "sabemos que están localizados, pueden desarticulares, pero nadie hace nada. Se mira hacia otro lado, es inadmisible en un Estado de derecho. Esa gente no puede volver a estar en libertad y hacer tanto daño gratuitamente".
Nines reclama una gran movilización social para proteger a los jóvenes como Isaac y para que "no haya ni un asesinato más, ni una paliza. Esto no puede volver a ocurrir, odio cualquier tipo de violencia", señala.
Isaac había sufrido acoso escolar porque tenía síndrome de Asperger. Pero había encontrado en la música la forma de expresar sus sentimientos y superar sus dificultades. "Los chicos como él son foco de 'bullying' y de acoso, porque los niños diferentes no son aceptados por la sociedad", explica Nines. "Tenemos que educar a nuestros hijos para que entiendan que la diferencia no es mala, nos hace únicos", añade.
El joven rapero quedó huérfano a los ocho años y no le resultó fácil superar la pérdida de su padre. "El duelo le costó mucho", dice su madre, "no mostraba demasiado las emociones negativas, no me contaba algunas cosas para evitar que me preocupara". Con todo, añade, "tenía unas habilidades sociales enormes, el Asperger no le condicionaba, era muy luchador. Apenas le veíamos porque se movía más que los precios", bromea. "Iba a todos los parques de Madrid a hacer su 'freestyle'", señala.
Encerrada en el coche patrulla
Isaac tenía contactos en Argentina, República Dominicana, México… su sueño era poder viajar un día a esos países a cantar. "Si se llamara Ángeles Pantoja o Dominguín, seguramente ya habría vendido miles de discos, pero sólo era Isaac", relata a EL ESPAÑOL Nines.
Isaac no valía para estudiar, porque no tenía capacidad de concentración. Pero hacía pequeños trabajos para pagarse la música: "A veces se iba dos semanas a Almería a recoger sandías y le daban 150 euros, o ayudaba a un amigo a pintar un piso. Todo lo invertía en su música, porque era su pasión".
Nines tiene grabado en la memoria cada detalle de lo ocurrido en la noche del día 14. Apenas 20 minutos después de que Isaac saliera de casa, el hijo de un vecino la telefoneó para avisarle: "¡Corre, creo que a tu hijo le ha pasado algo grave!"
"Cuando llegué", relata Nines, "me metieron 20 minutos en un coche patrulla de la Policía Local, en la perrera. Hasta que me puse a golpear los cristales y a chillar: "¡Por favor, sacadme de aquí, no me podéis detener, estáis violando mis derechos, no soy una asesina, sólo quiero saber qué le ha pasado a mi hijo!".
Han recogido 4.000 euros
"Al final me abrieron y me senté en unas escaleras, al final de la calle Comercio", recuerda, "un médico del SAMU vino a notificarme la muerte, luego una psicóloga para atenderme, le estoy muy agradecida. No me quejo del trato que me dieron, sino del protocolo que se aplica en estos casos. No pueden tratar a la madre de un chico que ha sido asesinado, como si fuera una criminal. Sólo quería llegar a casa y contarle lo que había ocurrido a mi madre, una mujer mayor que ha sufrido dos operaciones por cáncer".
Los admiradores de su hijo han realizado un 'crowdfunding' para ayudar a la familia, que ha logrado reunir algo más de 4.000 euros, y el Ayuntamiento de Madrid se ha hecho cargo de los gastos del sepelio. "Yo no tenía un seguro de decesos", admite Nines, "nadie imagina que un chico de 18 años vaya a morir así".
La madre de Isaac ha sentido estos días "el cariño y el apoyo de muchísima gente. Pero yo no pido dinero, pido Justicia", aclara, "no estoy en las colas del hambre. Soy una mujer humilde y trabajadora, ahora estoy en paro, cobrando 400 euros de subsidio. Mi economía es débil como la del 70% de los españoles, pero siempre que he tenido dificultades, para pagar la hipoteca o los gastos, me ha apoyado mi familia".
Nines expresa dos deseos, que no vuelva a repetirse un crimen como el de Isaac y que caiga sobre sus asesinos "todo el peso de la Ley. Echo mucho de menos a Isaac, me amaba profundamente".