El cirujano gallego de las 7.000 operaciones por todo el mundo: su método único para extirpar tumores
Diego González creó un un sistema de cirugía que permite realizar operaciones complejas de pulmón con una sola incisión de 3 centímetros.
23 agosto, 2021 01:27Noticias relacionadas
Cuando llega al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Diego González Rivas lo hace acompañado únicamente de su maleta. “Va siempre conmigo”, comenta el doctor coruñés de 47 años nada más aterrizar. Acaba de volver de operar en Kuwait y esta semana también ha estado trabajando en Jordania. Ha vivido un largo mes de cirugías intensas en el extranjero y ahora regresa a España. Sin embargo, no viene a Madrid para descansar, sino para realizar intervenciones quirúrgicas durante sábado y domingo. Este fin de semana se encargará de tratar a más de 30 pacientes con hiperhidrosis, rubores faciales y, en los casos más severos, tumores cancerígenos de pulmón. Según cuenta, realiza de media unas 500 operaciones al año y ha llevado a cabo más de 7.000 desde que comenzó su carrera como médico.
El doctor Diego, como es conocido por sus compañeros de profesión, considera que vive en un estado de estrés saludable. Su filosofía vital tiene dos máximas fundamentales: “Nada es imposible” y “Menos es más”. Estas frases se han transformado en el único equipaje que necesita para viajar cada semana. Su afán por superarse como cirujano va unido a su fijación por buscar la mínima expresión en sus intervenciones. El resultado de su perseverancia se materializó el año 2010 con el desarrollo del método Uniportal VATS, un sistema de cirugía por vídeo creado por él mismo que permite realizar operaciones complejas de pulmón con una sola incisión de 3 centímetros y le ha otorgado un gran prestigio a nivel internacional.
Pero idear este método no fue sencillo. Diego González Rivas era un joven cirujano torácico en el hospital de A Coruña cuando reparó en el gran dolor que padecían los pacientes intervenidos del pulmón durante los postoperatorios. “Hace una década, la única manera de entrar en los pulmones consistía en practicar una incisión de 20 centímetros, abrir las costillas y operar directamente con las manos”, cuenta. El médico describe este proceso como una práctica que generaba un enorme sufrimiento en las personas que él deseaba suprimir por completo. Fue entonces cuando su inquietud unida a su empatía le llevó a viajar a los Estados Unidos, país donde se desarrollaba un método quirúrgico mínimamente invasivo gracias a la llamada “videocirugía”.
Un viaje hacia la videocirugía
Estados Unidos se convertiría en el primer destino profesional de González Rivas. “Siempre había sido muy viajero, pero aquella vez tenía un objetivo”, afirma con nostalgia. El doctor gallego reconoce hasta aquel momento recorrer el mundo era para él una necesidad casi vacacional. “Durante años fui el médico de la selección española de surf. Me encantaba viajar con ellos por España, surfear por diversión y coger olas cada vez más grandes”, rememora. Sin embargo, en el año 2006 la marea de la inquietud científica le transportó hacia el otro lado del Atlántico, esta vez con una misión clara: mejorar la calidad de sus operaciones de tumores y cánceres pulmonares.
Utilizando sus periodos de descanso y asumiendo horas de estudio extra, se embarcó en una serie de proyectos que le llevaron a interactuar con los mejores profesionales estadounidenses en el campo de las operaciones torácicas a través de videocámaras. En un primer momento, Diego González Rivas se fue por su cuenta a aprender el conocido como “método de cirugía toracoscópica de tres incisiones” al Cedar Sinai Hospital de Los Ángeles. Esta innovación desarrollada por el prestigioso doctor Thomas D´Amico empleaba una cámara interna para operar dentro del pulmón del paciente e introducía los aparatos a través de estos pequeños orificios.
No obstante, fue en el Duke Medical Center de Carolina del Norte donde tuvo conocimiento de que esta misma práctica se podía realizar con dos cortes breves. Su contacto con esta medicina puntera le sirvió para importar la tecnología de los hospitales norteamericanos hacia la costa gallega. De regreso a España, comenzó a poner en marcha un programa destinado a implementar la videocirugía para curar patologías pulmonares. Tras practicar más de cien operaciones abriendo dos orificios, se dio cuenta de que con un cambio en colocación de la instrumentación era posible intervenir trazando una sola incisión de apenas 3 centímetros. De esta manera nació el proyecto de su vida: el sistema Uniportal VATS, cuyo principal objetivo era aliviar la recuperación de los intervenidos.
Un médico nómada
En su libro Imposible es nada, Diego González Rivas describe que en un principio el ser descubridor de un sistema tan eficaz fue una odisea y una lucha constante contra algunos egos veteranos. Esta autobiografía escrita junto a la periodista Elena Pita narra en su octavo episodio cómo fue abrirse camino en la historia de la ciencia a través de una sola incisión. A pesar de que Uniportal VATS reducía los agónicos postoperatorios de los enfermos a tan solo tres días de recuperación mucho más leve, no toda la comunidad médica de su alrededor estuvo dispuesta a adaptarse a esta práctica. “Uniportal no es una medida para todos los cirujanos”, señala. “Hay que tener un entrenamiento y una formación previas. También hay que adquirir nuevos instrumentos y aprender a usarlos”, asegura el médico coruñés.
A día de hoy, González Rivas recalca que esta oposición de algunos profesionales le otorgó más fortaleza. “Una vida sin obstáculos no te atrae nunca hacia el éxito”, postula. “Para mí estos ataques fueron un estímulo. Esa restricción generó en mí unas ganas de mejorar y de enseñar este procedimiento”. Cuenta que sus ganas de cambiar el mundo finalmente le llevaron a viajar a través del mismo. “Me empezaron a llamar para ir a hospitales de distintos países para divulgar la técnica Uniportal VATS y también para operar”, comenta con orgullo. “Eso me impulsó a querer evolucionar el proceso quirúrgico, con abordajes más tecnológicos y menos invasivos”, sostiene.
En el año 2016, González Rivas diseñó un brazo robótico con control magnético para facilitar la técnica Uniportal. Este es uno de los muchos instrumentos con su nombre que se venden en el mercado internacional. Para él, la buena práctica de la medicina va unida a la mejora de las nuevas tecnologías. En este sentido, uno de los lugares donde pudo desarrollar con total apoyo su pasión por la ingeniería quirúrgica fue el Shanghai Pulmonary Hospital. Desde 2013, ha colaborado asiduamente con este emplazamiento médico situado en una de las ciudades más importantes de China. Actualmente, se trata del centro de cirugía torácica más grande del mundo y su imparable crecimiento se ha debido en gran parte a la inclusión del sistema Uniportal VATS en sus quirófanos.
120 países
Cuando Diego González Rivas narra su recorrido sanitario por más de 120 países se llena de emoción. Aunque se expresa con gran orgullo sobre su origen gallego, como demuestra con su gran devoción por el Club Deportivo de A Coruña, se considera a sí mismo un residente del mundo y un amante de todas las culturas. En cada uno de los hospitales que reclaman su presencia siente que tiene una oportunidad de desarrollarse y aprender, aunque también una responsabilidad por delante de la que dependen la vida y el bienestar de miles de pacientes. Pero, sin duda, el lugar hacia donde más le gusta encauzar su profesionalidad y humanidad no es aquel quirófano bien equipado, ni aquella ciudad donde residen los mejores doctores. Él se siente verdaderamente realizado cuando opera en sitios donde parece no haber absolutamente nada a favor.
“En los países más desfavorecidos es donde en realidad aprendo”, afirma. “Aquellos médicos que trabajan en condiciones inimaginables son auténticos maestros para mí”. González Rivas considera que la humildad es importante para ser cada día un mejor profesional, pero también para transformarse en una persona más completa. “Me llena más irme a un lugar pobre y ayudar a personas que no tienen apenas oportunidades que operar en sitios donde me pagan muy bien”. El cirujano destaca, aún así, que cobrar un buen salario por su trabajo le permite hacer lo que realmente le apasiona, que es intervenir de manera gratuita en rincones del mundo donde la medicina es un lujo reservado a unos pocos. “Defiendo la sanidad pública y la privada, porque cada una tiene una función”, reflexiona.
De manera altruista, el doctor Diego ha operado en la franja de Gaza, hazaña dolorosa que relata en su documental Operation beyond the borders. Ha permanecido en quirófanos durante conflictos bélicos intensos, ha intervenido en cirugías en las altas montañas de Perú y Bolivia, trabajando sin electricidad y sin apenas oxígeno. Con gran cariño muestra un vídeo de agradecimiento que le dedicaron los últimos pacientes a los que sanó en Honduras. “Nadie sabía cómo operar a estos pacientes, podrían haberse muerto si no hubiéramos ido”, expone. “Eran enfermos jóvenes con tumores endobronquiales o carcinoides complejos que necesitan un videocirujano con experiencia”. González Rivas recuerda que los doctores sintieron un estímulo tremendo al aprender la técnica. “Para montar un quirófano acondicionado para Uniportal en un país sin recursos podemos tardar meses”, asegura. “Lo más bonito es cuando te dan las gracias y valoran tu esfuerzo”, sonríe.
Deportes de riesgo
A la salida del quirófano, el doctor Diego no abandona del todo la cirugía. Amante de los deportes de riesgo y del surf, también dedica una gran parte de su tiempo libre a las redes sociales, especialmente a Instagram. Sin embargo, el contenido que crea en sus cuentas suele estar destinado a divulgar sus conocimientos médicos y su filosofía de vida. Cuando no se encuentra impartiendo congresos alrededor del mundo, cuelga vídeos en YouTube mostrando su método de manera pública y gratuita. También ofrece charlas motivacionales que se pueden ver en su canal y en webs de conferencias. “La pandemia destrozó una gran parte de los planes de viaje que tenía, así que me tuve que reinventar”, comenta.
Durante la crisis del Covid-19, Diego González Rivas fue noticia por operar al presentador David Broncano de su problema de sudoración de las manos. Acostumbrado a dar entrevistas televisivas, el médico coruñés acudió al programa de La Resistencia, donde le propuso al presentador solucionarle la afección que padece desde hace años en la Clínica del Sudor de Lisboa. Junto a su amigo, el doctor Javier Gallego, el cirujano dirige este centro médico privado especializado en hiperhidrosis o sudoración excesiva y rubor facial. Comenta que tratar a un personaje mediático como Broncano le otorgó una “visibilidad mucho mayor a su consulta y por ello, acudieron muchos más pacientes para ser intervenidos por patologías similares”.
González Rivas ha sido galardonado como el mejor cirujano de China, siendo la primera persona extranjera en lograr ese reconocimiento en el país oriental. También ha conseguido el premio Top Doctors durante 5 convocatorias seguidas (de 2014 a 2018) y ha sido finalista al Princesa de Asturias en el año 2018. El que un día fue un humilde estudiante de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela permanece a la espera de nuevos destinos y retos por afrontar. Cuando lea este artículo, probablemente este médico esté cogiendo otro avión, o tal vez operando a un niño en Nepal o Ruanda. De momento no se ha planteado echar raíces, pues por ahora prefiere seguir expandiendo la semilla de su conocimiento alrededor de todo el planeta. Aunque eso suponga ser un especialista del pulmón que nunca se toma un respiro.