La subida del precio de la luz está afectando a muchos sectores y donde más se está notando últimamente es en la cesta de la compra. Los grandes supermercados se verán con la necesidad de aumentar los precios en algunos de sus alimentos para poder paliar con esta situación. Aunque aún, ninguno de ellos ha confirmado nada de esta posible situación, se espera que la subida la hagan de forma generalizada como se ha venido haciendo hasta entonces.
La mayoría de productos que tendrán tendencia a subir, dado el aumento económico que han sufrido estos últimos meses, son productos básicos como el aceite, la leche, la fruta, los huevos...
Productos básicos
Son varios los productos que tienen todas las posibilidades de aumentar sus precios en estos próximos meses, ya no solo por la factura de la luz, sino porque lo han venido haciendo hasta entonces.
La leche será uno de los primeros alimentos en notarse y todo viene de las constantes protestas por parte de los ganaderos desde principios de verano. Se estima que este producto no bajará de los 0,60 euros y los clientes lo notarán de forma progresiva, según han confirmado algunos supermercados.
El oro líquido, el aceite, es otro de los productos que se han encarecido en los últimos meses hasta un 20% y seguirá al alza. También lo han hecho las bebidas no alcohólicas como el agua, los refrescos y los zumos, subiendo un 7,4%.
Seguidos estos dos alimentos básicos, van la fruta fresca, los huevos y la carne de ave que ya han subido un 4,6%.
Entre los pocos alimentos que han bajado sus precios han sido las hortalizas y las legumbres, cayendo un 1,3% y el pescado tanto fresco como congelado, que cayó un 1,2%.
Las mayores subidas de precios en estos productos han tenido lugar en Melilla, Galicia, Cantabria, Navarra, La Rioja y Murcia.
Estas continuas subidas son consecuencias indirectas que se asocia a los máximos registrados en la factura de la luz, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Electrodomésticos
Otro de los cambios con vistas a este próximo año que repercutirá en la subida de los precios tiene que ver con la garantía de los electrodomésticos.
Hasta entonces, cualquier electrodoméstico comprado en España tiene una garantía de dos años, es decir, en este plazo el fabricante puede arreglar el artículo o entregar uno nuevo a coste cero. A partir de enero esta norma cambiará y se ampliará el plazo de garantía hasta los tres años, y será el propio cliente el que decida arreglarlo o recibir uno en perfecto estado.
Este cambio entrará en vigor el 1 de enero de 2022 junto al aumento de la presunción de conformidad, esto quiere decir que pasados los años indicados de garantía, si el cliente encuentra un error en el producto, podrá presuponer que viene de fábrica y no supondría ningún problema ni se le pondría inconvenientes.
Pero ahora viene lo importante, los fabricantes y distribuidores de los electrodomésticos avisan de que este cambio puede dar una vuelta de tuerca y comprarse una lavadora o un frigorífico puede salir más caro. Este sector argumenta que la nueva normativa se colocaría en los máximos regulables que permitía la directiva europea.
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