Así me alimenté 7 días con comida precocinada de supermercados como Mercadona, Lidl y Dia
Me he gastado 53 euros, he adelgazado 1 kilo y medio y no he encendido la cocina en toda la semana. ¿Compensa?
7 septiembre, 2021 11:00Noticias relacionadas
—Estás loco, en serio. No puedes hacer eso. Es malísimo para tu salud. Esa comida no es sana.
—Vamos a calmarnos. Son sólo 7 días alimentándome con precocinados. El desayuno, la merienda y el resto de comidas son libres. No puede ser tan malo. Hay que ver la vida por el lado positivo: no tendré que cocinar.
La conversación descrita es la que tuve con mi amiga Bea nada más entrar por la puerta de casa y comentar cuál sería mi siguiente reportaje. Sí, tenía que estar 7 días comprando envasados en 7 supermercados distintos: Dia, Mercadona, Aldi, Carrefour, Alcampo, Lidl y Ahorramás.
No sólo fue Bea la que se opuso a que hiciera esto. A todo el que se lo comentaba se echaba las manos a la cabeza. Yo mismo lo hice —en realidad me preocupaba más el sabor—, pero quizás hablar con un doctor en la materia a tiempo me habría tranquilizado.
Beatriz Robles, experta en seguridad alimentaria y autora de 'Come seguro comiendo de todo', es mi fuente de confianza en estos temas. La llamé el último día, quizás por miedo también a su regañina, pero sus palabras me tranquilizaron. Al otro lado del teléfono, su voz calmaba la culpabilidad: no había sido un terrorista con mi propio cuerpo durante la última semana.
"Lo ideal es hacerte tú la comida, pero en los supermercados podemos encontrar una solución para apañarnos. Tenemos la suerte de que, aunque a veces la criticamos, la industria alimentaria está haciendo las cosas muy bien. Nos ofrece productos cómodos y saludables", comenta Beatriz Robles.
Menos mal. Llevaba una semana con todo el personal revoloteado y preguntando: ¿Pero qué comes? ¿Te llena? ¿Está bueno lo que comes? ¿Y las verduras? ¿Te sientes cansado cuando vas al gimnasio? ¿Es muy caro comer así? En los siguientes párrafos trataré de responder a estas preguntas y algunas más.
Lo primero que hice, antes de empezar, fue ir a pesarme. 1.79 metros de altura. 76 kilos y 800 gramos. Si tan insalubre es esta comida, tendría que engordar. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. He perdido kilo y medio. Al día siguiente de terminar el reto, la misma báscula utilizada la semana anterior marcaba 1.80 metros de altura y 75 kilos y 200 gramos de peso.
Lo que también ha adelgazado es mi cartera. Normalmente, la compra de la semana suele rondar para mí solo unos 25 euros en comida. Esta vez, comer durante siete días me ha costado 53.36 euros sin contar desayunos y meriendas. Un poco caro, aunque por lo general la comida envasada del súper es económica. Todo depende de qué quieras comer, claro. Hemos probado platos de 1.99 euros y de 9.95 euros, ahí es nada.
Día 1: Dia
La crisis de la Covid-19 y el teletrabajo han tenido que afectar, a buen seguro, a este negocio. Si la gente no va a las oficinas, no se olvida la fiambrera y no baja al supermercado por algo rápido para comer en la oficina. Pero el teletrabajo está empezando a llegar a su fin después de que ya se haya vacunado a más del 70% de la población.
Las comidas envasadas listas para comer de los supermercados están al alza, aunque en los últimos tiempos le están comiendo la tostada los platos hechos en las cocinas del súper. Pronto, las dos estarán en el top.
El primer día pienso en qué comería en el trabajo, pero también en que no me comería nunca de esa nevera. Nada más llegar a mi supermercado habitual de Dia, miro esa nevera en la que siempre me fijo de soslayo, a la que sólo presto atención para robarle una pizza de vez en cuando.
Estaba tratando de cuidarme y quiero seguir manteniendo una dieta equilibrada. Es el primer día, el arroz tres delicias puede ser una opción. ¿Por qué no?
El pollo asado al limón, para la cena. Siempre me he fijado en la mala pinta que tenía ese pollo, casi embutido, rodeado de patatas fritas que no mejoran el aspecto del pobre animal. Pienso que esta es una buena oportunidad para arreglar nuestras diferencias. Ojalá sea así, por mi bien.
Todos estos paquetes traen en el reverso una serie de indicaciones para cocinar. Como se trata de emular lo que cualquier mortal puede hacer en el trabajo, utilizo el microondas. Temperatura y tiempo indicados y listo para cocinar.
El aspecto de este arroz no es malo del todo. Un par de gambas, algo que parece jamón, zanahoria y unos guisantes que sí tienen mala pinta, sí.
No sé si tengo hipeugesia –disminución del gusto– o anosmia –carencia del olfato–, pero esto ni sabe ni huele. Es como comer un mazacote tremendo de arroz. La textura de las gambas es lo único que me hace saber que hay algo que no es una masa en mi boca de sabrá dios qué alimento.
Lo dejé a los tres bocados. Empezaba bien el reto... Para la noche ya tenía el miedo en el cuerpo: si lo del pollo repetía en sabor, durante los próximos siete días iba a pasar más hambre que un náufrago en una isla desierta.
Afortunadamente, el pollo se dejaba comer. No es que tuviera muy buena pinta ni demasiado sabor, pero ¡bah! Un día es un día y, si no hay otra cosa, pues para adelante. Eso sí, lo de que estaba hecho al limón había que creérselo.
Bueno, todo me ha costado 5.88 euros. Podría haber sido peor.
Precio | ||
Comida: | Arroz tres delicias | 2.49 euros |
Cena: | Pollo al limón con patatas | 3.39 euros |
Día 2: Mercadona
Soy consciente de que el reto no es muy saludable. No es sólo por la mala fama que tienen los productos envasados, es que he leído algún estudio que lo corrobora. Por ejemplo, hace un par de años un grupo de investigadores de Nueva Zelanda analizaron más de 13.000 alimentos envasados usando criterios de la Health Star Rating, una clasificación donde se puntúa a los alimentos de 0,5 a 5 estrellas según se consideren más o menos saludables.
Ya lo contamos por entonces en EL ESPAÑOL, los resultados de dicho estudio reflejaron que más de dos tercios de los alimentos envasados eran ultraprocesados. Además, un poco más de la mitad no serían necesarios en la dieta de cualquier individuo.
Por ello se pidió que la industria alimentaria redujera los niveles de sal, azúcar y grasas saturadas en los alimentos.
Beatriz Robles nos dice que sí, que puede ser, pero nos aleja de cualquier discurso alarmista. Igualmente, nos ofrece una serie de consejos para coger el envasado perfecto para comer.
"Hay algunos platos que sí tienen ingredientes saludables, pero hay que buscar. No podemos fiarnos mucho de los reclamos que nos llaman la atención. Tienen mucha sal, azúcar, mucho aderezo... Escoger la más sencilla, una cuyos ingredientes sean los que echarías tú a tu comida", dice.
El día 2 elegimos Mercadona. La razón es sencilla: todos hablan bien de los productos envasados de Juan Roig y no queremos repetir la experiencia anterior. Además, esto es el paraíso de los envasados. Hay tantos que no sabemos dónde elegir.
Pero, dicho esto, vamos a jugar fácil. Si Mercadona se diferencia de la competencia, habrá que probar algo que pueda ser distinto. Además, tenemos ante nosotros tantas cosas que no sé qué elegir.
Nuestra elección, por comer algo de pescado en esta semana y por que no nos falte nuestro aporte de carne diaria, es costillas a la barbacoa y dos platos distintos de sushi. Bea, que me acompañaba a hacer la compra, quería que cogiera la crema de verduras y la lasaña. "Que están buenas", insistía. Hice caso omiso, la verdad.
Si el día anterior la comida nos salió por 5.88 euros, hoy no hay comparación. En Mercadona hemos comprado productos de más calidad seguro, porque la compra nos ha salido por 17,64 euros. Como si fuera yo de la familia Real, vaya. Costilla Barbacoa, 4,19 euros, surtido roll 8.95 euros, wakame de salmón 4,50 euros.
Comemos costillas a la barbacoa. No está nada mal. La presentación, dentro de una especie de fiambrera opaca, nos lleva a la esperanza. Sin embargo, esta decae cuando la abrimos y vemos un plástico con toda la comida dentro. Lo sacamos y seguimos las instrucciones. No está mal este plato, las costillas salen fácil al morderlas y el único pero es que la salsa barbacoa quizás no sabía a tal.
El sushi es el elegido para la noche. Robles nos ha advertido que con este producto hay que tener cuidado en los supermercados. "El problema es que a veces tiene mucha sal y la calidad es muy variable. A veces uno tiene mantequilla o margarina para que sea más cremoso, otros en vez de pescado llevan surimi... No es lo mismo que comerlo en un restaurante".
Miramos los ingredientes del de Mercadona y nos fiamos de la etiqueta: parece saludable. Además, puede que sea la mejor comida que he probado en dos días. Si no, esto el paraíso...
Precio | ||
Comida: | Costillas a la barbacoa | 4,19 euros |
Cena: | Pollo al limón con patatas | 13,45 euros |
Día 3: Lidl
Hay que ir cambiando de comidas y Lidl te da la oportunidad. Si Mercadona es el gran supermercado donde hay de casi todo para elegir, Lidl es el tipo raro que siempre tiene algo extravagante que ofrecerte. Vamos a por dos comidas exóticas: curry tailandés y chili con carne al estilo México.
Lo cierto es que el tercer día me daba ya un poco de pereza comer. Agradecía muchísimo no tener que cocinar, porque la imposición de comer envasado y no poder ir a los bares o hacerme lo que yo quisiera me estaba comiendo la moral.
Además, con los dos platos de Lidl tenía un problema. Ambos llevaban arroz y a mí no me apetecía nada volver a probar arroz después del primer día. Esto iba a ser bastante duro.
Calidad precio, estos productos están bien. Curry tailandés por 2.79 euros y el chili con carne por 1.99 euros. 4.78 euros me iba a gastar en comer esta vez, más o menos como el primer día.
Por la mañana probé el chili con carne. Buena calidad, tenía sabor y el arroz, mi mayor preocupación, estaba entero. Todo bien. Notable para los productos de las estanterías de Lidl a las primeras de cambio.
Por la noche no hubo decepción. El curry tailandés también fue un acierto. Dos días seguidos en los que no estaba tan mal la comida. Puede que fuera suerte, pero dentro de lo que me estaba costando el reto, era un oasis. No hay que confiarse, como dijo un director deportivo tras el ascenso de su equipo de fútbol, "porque todavía queda".
Precio | ||
Comida: | Chili con carne | 1,99 euros |
Cena: | Pollo al limón con patatas | 2,79 euros |
Día 4: Carrefour
Otro de los gigantes de la alimentación. Lo que tengo cerca de casa es un pequeño Carrefour que sirve, como diríamos en Andalucía, para los desavíos. Allí decidí probar la pasta.
Es un plato recurrente en todos los supermercados, pero siempre me echaba para atrás. Esos macarrones que se muestran en la nevera con una pinta de tirantez similar a la de un pelo engominado en un Viernes Santo en Sevilla, con mucho brillo y toques de marrón quemado en el color rojo. No parecía una opción.
Pero esta vez decidí llevarle la contraria a mi instinto. Si están ahí, será por algo. Alguien se compra esto, fijo. Eso sí, pasta a la boloñesa no, que no es necesario comenzar a odiar ese plato. Vamos a arriesgarnos a unos espaguetis a la carbonara a ver qué tal. La compra de la cena la haremos luego.
Hacer estos espaguetis es sencillo. Como el resto de platos consumidos esta semana, lo ponemos unos minutos en el microondas y finalizado. Cuando lo sirvo, la anosmia ha vuelto a mí. Eso, o esto no huele a nada. Creo que era la segunda opción en realidad.
Probar el plato no supone un esfuerzo, siempre y cuando seas un fanático de la mantequilla o la margarina. Porque, sí, es ese el sabor de estos espaguetis. Nos los comemos y tiramos hacia adelante. Prohibido rendirse, que dirían en Jusapol. Tampoco se le pueden pedir peras al olmo con el precio que tiene (1.83 euros).
El día 4 ya pesa en el estómago, no lo vamos a negar. Acudimos a comprar antes de cenar y por el pensamiento se nos pasan varias opciones. Las declinamos todas y vamos a por uno de los platos estrellas dentro de los envasados: la tortilla de patatas. Como queremos que además lleve verduras, la cojo con espinacas.
Está buena y no es cara. Sólo soy capaz de comerme la mitad, pero es que no tengo más apetito. El reto me debe estar pasando factura psicológicamente.
Comer con productos de la nevera de Carrefour nos salió por 4,83 euros.
Precio | ||
Comida: | Espaguetis a la carbonara | 1,83 euros |
Cena: | Tortilla de patatas con espinacas | 3 euros |
Día 5: Alcampo
Normalmente, todo lo que hemos probado venía en raciones para uno. Siempre han sido suficientes para calmar el hambre de un hombre con una estatura que ronda el 1.80 metros y pesa alrededor de los 76 kilos, un tipo cualquiera.
Sin embargo, cuando cogemos las albóndigas en Alcampo nos damos cuenta de que nos hemos pasado. Traen dos raciones, para dos días distintos. Tienen buena pinta, la verdad, pero superado con creces el ecuador del reto ya no apetece comer nada que sea envasado. Son albóndigas guisadas y la ración para dos trae 10 albóndigas por 5,15 euros.
Cuando las hacemos, el olor es fuerte al salir del microondas. En casa preguntan qué he cocinado y respondo que no es culpa mía, pero huele bien. De sabor quizás no están tan buenas, pero son recomendables. Volveríamos a probarlas.
Para la cena tenemos problemas. Nos plantamos delante de la nevera del supermercado de Alcampo y tardamos en decidirnos. Todo es psicológico parece. El bloque mental del que no quiere hacer algo.
Tras más de diez minutos pensando delante del frigorífico –qué pensarían los dependientes que me veían allí–, decido jugar a lo fácil. Una especie de ensalada con tortitas de wrap. Sencillo.
Su nombre en realidad es bowl enrollados y tiene un precio de 3.29 euros. Se prepara fácil, pero no es lo más saludable ni recomendable. Por mucho que todo el mundo insistiera durante la semana en que cogiera una de esas ensaladas que vienen preparadas y listas para comer.
Beatriz Robles nos advierte. "Ese tipo de ensaladas no son saludables. La parte verde vale, pero luego los ingredientes son de mala calidad. Luego, las salsas suelen ser bastante potentes y edulcorantes. No es la salsa con la que aliñarías en casa", dice.
Lleva tanta razón que, cuando me fijo, los ingredientes de esta ensalada con tortitas para hacer fajitas son más largos que un reportaje mío –y ya es decir–. Lo que pensaba que era la comida más saludable de la semana, no lo fue.
Precio | ||
Comida: | Albóndigas | 5,15 euros |
Cena: | Tortilla de patatas con espinacas | 3, 29 euros |
Día 6: Aldi
Aquí cometí uno de los grandes errores de este reportaje. Fui a Aldi para comprar los productos de la última cata que realizamos en EL ESPAÑOL y pequé por las prisas. Miré un producto que tuviera una fecha de caducidad lejana y me hice con él.
Con mi bloqueo mental, procrastiné hasta por la tarde para no probarlas. La comida empezó un poco más tarde de lo habitual. No se podía saber, que diría aquel.
Compré minihamburguesas ya hechas. En el envoltorio no venía el modo de preparación. Eso sí, precisaba que la ración para una persona eran tres hamburguesas y venían 6 raciones. Después me dicen a mí que yo soy optimista...
De sabor no estaban malas, todo sea dicho, pero el consumo de un adulto es mayor. Mínimo del doble de estas minihamburguesas. Sigo alucinando con el precio: 2.69 euros.
Por su parte, para la noche elegí un valor seguro: lasaña de 400 gramos a 1.99 euros. Esto sí que fue un acierto. Buen precio y buen sabor. Bastante recomendado, la verdad. De lo mejor calidad precio.
Precio | ||
Comida: | Hamburguesas | 2,69 euros |
Cena: | Lasaña | 1,99 euros |
Día 7: Ahorramás
Y llegó el tan esperado día. Me sentía casi como Dios, que al séptimo día descansó. A mí me tocó hacerlo en el octavo, pero la luz al final del túnel estaba ahí.
Ahorramás sería el último súper de mi prueba. El bloqueo mental que sufría con la comida era tal que esta vez sí que no sabía qué elegir. Necesitaba volver a comer pescado, pero la pregunta era cuál. El pulpo en su tinta me pareció una buena idea para la noche. El cierre iba a ser de señor.
Para la mañana pensé en el consumo en España. ¿Hay algo que le guste más a los españoles que las croquetas? Pues nada, como dicen los toreros, va por ustedes. Compré un paquete con seis croquetas seis.
Las croquetas no estaban malas y llenaban lo suficiente. Eso sí, si se comen una fruta de postre mucho mejor.
Las croquetas costaron 1.99 euros. Buen precio, asequible para ser seis. De sabor estaban buenas y se hicieron en 30 segundos en el microondas. Había que darles un caletón sólo, vaya.
La pata de pulpo tampoco decepcionó. Buen sabor y, con unas papas cocidas, fueron un remate espectacular. Eso sí, costó 9,95 euros, lo más caro de toda la semana.
Precio | ||
Comida: | Croquetas | 1,99 euros |
Cena: | Pata de pulpo | 9,95 euros |
Así discurrió mi semana comiendo envasado. No cociné, fregué poco y perdí parte del apetito y un kilo y medio. Recomendación para un desavío: cualquier plato menos el arroz tres delicias del primer día. Para darse un homenaje elija el pulpo y el sushi. Pero pruebe todos estos productos de manera moderada y no como en este reto.