Solo lleva cuatro años en la alcaldía, pero Noelia Posse, primera edil de la ciudad madrileña de Móstoles, ya protagoniza una larga lista de polémicas y escándalos públicos desde su toma del bastón de mando de la capital del Sur.
La alcaldesa de Móstoles ha saltado esta vez a la palestra pública al haber sido llamada a declarar como investigada por, presuntamente, haber condonado una parte de la deuda que la empresa ITV Móstoles S. L. tenía con el Ayuntamiento. Todo esto a pesar del informe publicado por el interventor municipal, en el que se hacía saber que no era legal esa condonación.
Después de una querella que el grupo Ganar Móstoles (marca local de Más Madrid) interpusiera en el Juzgado de Instrucción número 1 de Móstoles en abril por un supuesto delito de prevaricación y malversación de fondos públicos, la jueza María Pinto, titular del juzgado, la ha citado a Noelia Posse a declarar en calidad de investigada el día 18 de noviembre. Aunque este no es su primer escándalo, ni siquiera su primer paso por el juzgado.
Amanecer con escándalos
La historia del apellido Posse en la política mostoleña es larga. Secretaria de la juventudes del partido en Móstoles, la alcaldesa viene de una importante familia socialista del municipio madrileño, siendo nieta de un reconocido concejal socialista y sobrina de un trabajador del ayuntamiento –quien, aunque no haya militado en el PSOE, tiene fuertes lazos con el partido, según cuentan fuentes cercanas al consistorio a EL ESPAÑOL.
En abril de 2018, después de que David Lucas, su predecesor, dejara el puesto de alcalde, Noelia Posse cogió el bastón de mando del consistorio mostoleño. En su momento, muchos se extrañaron de que la política mostoleña, séptima en las listas por el PSOE al ayuntamiento, fuera elegida como la nueva alcaldesa. Sin embargo, no tardaría mucho tiempo en darse a conocer.
En septiembre de ese mismo año, tan solo cinco meses después de ser nombrada alcaldesa, Noelia Posse se metería de lleno en su primera gran polémica. La alcaldesa, a pesar del descontento general de la población y de las concentraciones vecinales que hubo en repulsa, decidió organizar para los primeros días de septiembre, en el parque Prado Ovejero, el festival de música Amanecer Bailando.
A pesar de la negativa popular, la alcaldesa decidió conceder a la empresa promotora el espacio del parque a cambio del siguiente acuerdo: la empresa debía de encargarse de la posterior limpieza del servicio y de pagar las tasas municipales por usar el suelo público. Pero ninguna de las dos condiciones llegaron a cumplirse.
Según denuncia el Partido Popular, principal partido de la oposición en el ayuntamiento de Móstoles, fue el Consistorio, a través de sus propios servicios de mantenimiento y usando recursos públicos, quien tuvo que hacer frente a la limpieza y reparación del recinto. Además, según denuncia el mencionado grupo político, las tasas por el uso de ese parque nunca se pagaron, cuando la empresa promotora obtuvo más de un millón de euros de beneficio durante todo el festival.
El PP decidió llevar a pleno municipal estos hechos, sin embargo el tema quedó en stand-by.
Denuncia a puñetazos
Aunque Noelia Posse es conocida por sus escándalos y controversias como alcaldesa de Móstoles, una de sus polémicas más importantes germinó cuando ella todavía no había cogido el bastón de mando y se encontraba subordinada a David Lucas desempeñando su cargo al frente de la Concejalía de Servicios Públicos.
En pleno 2019, la oposición del Ayuntamiento de Móstoles se enteraba de que había una causa abierta contra el Consistorio por un presunto delito de falsedad documental, prevaricación y malversación de fondos, todo ello relacionado con una serie de contratos fraccionados –los cuales son ilegales– que, presuntamente, Noelia Posse habría firmado durante su etapa como concejala. La firma de estos contratos habrían ocurrido durante marzo de 2018, tan solo un mes antes de que se convirtiera en la primera alcaldesa de la ciudad.
Este caso se supo por la denuncia que el por aquel entonces Director de Hacienda del consistorio, del mismo grupo político que Posse, realizara.
Según fuentes oculares, después de que la denuncia se hiciera pública, la alcaldesa de Móstoles mandó llamar al Concejal de Deportes y al Director de Hacienda a su despacho, quienes, tras una fuerte discusión, habrían llegado a las manos. “Yo misma vi cómo llegó el coche patrulla de la Policía Municipal a intervenir”, asegura la testigo, perteneciente al Consistorio.
Después de estos hechos, los tres fueron llamados a declarar por una presunta denuncia de agresiones. Tras estas declaraciones realizadas, la propia alcaldesa habría sido citada por la juez Pinto, del juzgado de Instrucción de Móstoles, en calidad de investigada por un delito de falso testimonio.
El caso de los enchufes
A pesar de todos estos sucesos y del reciente escándalo por el cual la alcaldesa ha vuelto a saltar a la palestra pública, el caso más polémico al que se ha enfrentado es el ya conocido popularmente como escándalo de los enchufes.
En el año 2019, después de que Posse ganara las elecciones y fuera reelegida como la alcaldesa de la ciudad, decidió empezar a usar el ayuntamiento de la ciudad madrileña como su propio cortijo de empleo público para amigos íntimos y familiares.
El primer caso de nepotismo que se conoció sucedió en el primer pleno celebrado tras la constitución de la Corporación, cuando la alcaldesa, una vez validado electoralmente su puesto y con el apoyo en el gobierno municipal de Podemos y Ganemos Móstoles (marca local de Más Madrid), decidió subirse el sueldo un 16,72%, aumentando su salario de 70.236 euros a 80.000. Un “redondeo” a la alza.
Sin embargo, aquí no quedo la cosa, pues, en un ejercicio que ella calificó de “rodearse de gente de confianza”, empezó a enchufar a sus más íntimos amigos y familiares en el Consistorio, convirtiéndose Móstoles en la capital internacional del enchufismo, según recogieron varios medios en aquella época.
Algunas de sus contrataciones más sonadas fueron, por ejemplo, la de su hermana, Laura Posse, a la que consiguió colocar en el ayuntamiento inventándose un nuevo cargo que denominó de gestión de mensajes en redes sociales, el cual tenía una retribución de 52.000 euros anuales. Cuando este escándalo saltó a la prensa, la alcaldesa se defendió diciendo que todo era una campaña pública para dañar su imagen y la de su ciudad, asegurándose que ella se amparaba en las Bases Reguladoras del Régimen Local, que permiten que los alcaldes puedan designar libremente a sus asesores. A consecuencia de esto, que salió a la luz el 29 de agosto de 2019, coincidiendo con las fiestas patronales mostoleñas, el pregón de la alcaldesa fue recibido con silbidos e insultos.
Meses antes, en junio de ese mismo año, la edil también tuvo que dar explicaciones a la oposición por el ascenso de su tío, Héctor Posse, un funcionario municipal de carácter raso que, de un día para otro, fue nombrado director técnico de deportes, cargo por el cual comenzó a cobra un plus extra cada mes de 1.600 euros.
Aunque días después del nombramiento de su hermana, la edil mostoleña tuvo que destituirla del cargo por la presión y escrutinio público al que fue sometida – aún así, lo hizo manifestando que lo suyo era “un gesto de humildad que no había sido entendido por la ciudadanía” –la guinda del pastel de los enchufes no vendría hasta septiembre.
El día 20 de ese mes, se supo que Luis Vázquez, odontólogo de profesión y amigo de Posse, había sido elegido a dedo como nuevo director del Instituto Muncipal de Suelo. Este escándalo fue mayúsculo, pues la oposición se quejaba de que el nuevo gerente no estaba preparado para asumir ese papel.
Estos casos, sumados a otros como a la subida salarial arbitraria de 800 euros a su expareja, quien trabaja para el Ayuntamiento, hicieron que la alcaldesa perdiera el apoyo de Ganemos Móstoles, sus socios de gobierno, y fuera suspendida temporalmente de militancia en el Partido Socialista de Madrid, aunque luego se le devolviera el carné.
Aunque estos son sus casos más sonados, hay otros que trascendieron menos a la prensa, como el hecho de que el 11 de octubre de 2019, la Policía Nacional recibiera una denuncia de parte de personal del Ayuntamiento por un presunto robo de expedientes de contratación en el Área de Urbanismo del Consistorio.
Actualmente, Noelia Posse tiene pendiente declarar ante el tribunal por la condonación de deuda a la ITV, además del juicio contra el interventor al que cesó después de escribir el informe en el que aseguraba que la condonación era ilegal. Este funcionario, con el que ha charlado EL ESPAÑOL, asegura que su cese es del todo improcedente, por lo que tendrá que vérselas en el juzgado de lo contencioso-administrativo en mayo de 2022.
“No la quiere nadie, ni siquiera en el partido”, asegura una fuente relacionada con la cúpula del PSOE en Madrid. Según varias personas consultadas, la alcaldesa de Móstoles seguiría en el cargo, a pesar de todos los escándalos en los que se ha visto involucrada, gracias a su padrino político, Iván García Yustos, quien se encuentra en el gabinete del presidente Pedro Sánchez.
Todos los grupos políticos de Móstoles consultados, desde Vox hasta Más Madrid, su antiguo socio y denunciante del nuevo escándalo, piden la dimisión de la alcaldesa Noelia Posse, pues aseguran que no es bueno para la imagen del municipio ni para la gestión de este. Ni el Grupo Municipal PSOE Móstoles ni el equipo de la alcaldesa han querido hacer declaraciones a este periódico.