Ángel Cedeño, el colaborador de Telecinco que falleció este lunes tras ser expulsado de dos hospitales.

Ángel Cedeño, el colaborador de Telecinco que falleció este lunes tras ser expulsado de dos hospitales. Telecinco/Instagram

Reportajes

Ángel Cedeño, periodista de Telecinco crítico con Maduro, muerto víctima de la Sanidad de Venezuela

Estaba casado y tenía tres hijos. Pasó por tres hospitales y en ninguno le hicieron un simple análisis. Murió el lunes, aparentemente, por un fallo hepático.

1 octubre, 2021 01:55

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“Respondo a la línea editorial que ordenan mis principios”. De esta manera se definía a sí mismo Ángel Cedeño, el periodista venezolano que murió este lunes tras pasar por tres hospitales de Caracas (Venezuela) sin que nadie le dijera cuál era el mal que le acechaba. Tenía 38 años, estaba casado y era padre de tres hijos. Colaboraba con la cadena española Telecinco y el periódico digital Nius desde diciembre del año pasado.

“Fue todo tan repentino. ¡Imagínate, yo iba a darle un taller a Ángel este fin de semana!”, cuenta una amiga cercana del fallecido, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL desde Caracas. El curso que debía haber hecho Ángel dentro de dos días era de copywriting.

Ángel y esta amiga se coincidieron en sus años de trabajo en el canal TeleSUR, actualmente, totalmente controlado por el Gobierno de Nicolás Maduro. De allí fueron despedidos Ángel y su íntimo amigo Julio Urribari, el camarógrafo —como dicen en Venezuela— que recomendó a Ángel para trabajar en Telecinco.

Ocurrió a finales del año pasado, cuando la periodista española Esther Yáñez abandonó la corresponsalía que ejerció en Venezuela durante cuatro largos años para el canal español. “Ángel era un tipo increíble, en todos los sentidos; y experto en contar la realidad de su país. Lo hacía como nadie porque la sufría como cualquiera”, ha escrito Yáñez en el digital Nius. Contactada por este periódico, la reportera ha preferido no hacer declaraciones.

Tras su salida de TeleSUR, hace ya seis años, Ángel “estuvo trabajando con la periodista Dayon Moiz en algunos proyectos documentales”, relata esta fuente, que prefiere permanecer anónima. Desde finales del año pasado, era una cara habitual en las pantallas de Telecinco que, por cierto, a menudo rotulaba mal su apellido. Es Cedeño, no Cerdeño.

Ángel Cedeño, durante un directo con Telecinco, con su apellido mal rotulado.

Ángel Cedeño, durante un directo con Telecinco, con su apellido mal rotulado. Telecinco

Ángel Rafael Cedeño Medina nació el 12 de mayo de 1983. No era natural de Caracas, sino de Güiria, una pequeña ciudad en la costa este del país, en el estado de Sucre, muy cercano a la isla de Trinidad y Tobago.

Estudió, eso sí, en la capital, en la Universidad Católica Santa Rosa. La institución que dirige dicho centro se remonta a tiempos del dominio español en América, cuando Venezuela formaba parte del Virreinato de Nueva Granada. Ángel era católico y su hijo mayor hizo este año la primera comunión.

Tras sus estudios, pasó por el canal de televisión más antiguo de Venezuela: RCTV (Radio Caracas Televisión). Esta cadena cayó en desgracia en el año 2007 cuando Hugo Chávez decidió cerrarla por una serie de informaciones incómodas y críticas sobre su revolución bolivariana. “Creo que Ángel estuvo hasta el cierre”, recuerda su compañero Patrick Torres, ahora exiliado en Estados Unidos, desde donde atiende a este periódico. “Él estaba estudiando todavía”, es decir, mientras trabajaba en el extinto canal de televisión.

No sabemos si tuvo otros proyectos entre el cierre de RCTV y su entrada en TeleSUR. En este segundo canal, Ángel pasó muchos años a su amigo Julio. Tampoco sabemos si fue ahí donde conoció a su mujer, Viviana. Ella también es periodista, además de ser la madre de sus tres hijos: Ángel Ignacio, Camilo y Danna.

Ángel era un apasionado del fútbol y, sobre todo, del béisbol. “Le gustaba muchísimo el béisbol, era una cosa loca. Bueno, como a todos los venezolanos. Todos menos yo (risas)”, afirma la compñaera del malogrado reportero. Su amiga también fue su vecina y a menudo veía a Ángel jugando con su hijo menor al béisbol. Le enseñaba a “pichar”, es decir, lanzar (lo que hace el pitcher en este deporte tan practicado en América).

Un tipo "equilibrado"

Ángel pasó por un canal que cerró Chávez y fue despedido de otro afín a Maduro. La pregunta es obligada:

—¿Ángel era antichavista?

—No sé si antichavista sería el término. Él era muy equilibrado en cuanto a su visión de lo político. Ángel fue guionista del documental Maduro, lealtad indestructible. Pero sí recuerdo tener conversaciones con él con una visión muy equilibrada de lo que significaba en la geopolítica venezolana la presencia de la revolución. Pero también con críticas muy, muy fuertes. Críticas desde una visión muy clara. En él podíamos encontrar el concepto de un periodista que se entiende no como objeto, sino como sujeto de acción. Él entendía que como sujeto tenía que tener un equilibrio con el que poder dar la información. Eso era Ángel, un tipo sumamente equilibrado. Y muy instruido, además.

El documental citado por esta fuente fue un especial que lanzó TeleSUR para ensalzar la figura de Nicolás Maduro cuando se cumplieron cuatro años de su llegada al poder y de todas las dificultades a las que se enfrentaba el autoritario presidente. 

Imagen promocional del documental del que Ángel fue guionista.

Imagen promocional del documental del que Ángel fue guionista. TeleSUR

“Como periodista era todoterreno”, escribe Yáñez en Nius. “Contaba las historias de los que no tenían voz por convicción. Conseguía conectar con los personajes de sus reportajes con una empatía y un carisma propio de los que se han hecho a sí mismos con entereza de hierro desde abajo”.

“Era implicado, despierto siempre (literalmente, no había diferencia horaria Venezuela- España que lo tumbase; siempre “En línea” para responder un mensaje de WhatsApp), creativo, dispuesto, arrollador”.

"No podía respirar"

Ángel empezó a encontrarse mal el jueves de la semana pasada. Primero le costaba respirar; luego, se desmayó. Ahí empezó un periplo de días para ser atendido en un hospital de Caracas. En dos, no pudieron atenderle. Cabe destacar que Venezuela ahora mismo pasa por peor momento que España en la crisis de la Covid-19. El colapso hospitalario que vivió España el año pasado, pero multiplicado por vaya usted a saber cuánto.

Los pocos medios de comunicación independientes que quedan en el país (Tal Cual, Efecto Cocuyo o Armando.info) hablan de un colapso sin precedentes de la sanidad estatal. La privada, en cambio, está al acceso de unos pocos privilegiados que pueden permitírselo. Las cifras oficiales de decesos por coronavirus son mucho, mucho menores que en España: 4.454 fallecidos desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020. Una fuente oficial en Venezuela, todo sea dicho, es de todo menos fiable.

Finalmente, su familia —Julio entre ellos— consiguió que le atendieran en el Clínico Universitario. A la tercera va la vencida. En dicho hospital le dijeron que no sabían qué tenía. Así que amoxicilina y reposo. Cabe destacar que la amoxicilina es un antibiótico, solo efectivo para infecciones bacterianas. Recetar amoxicilina sin saber qué sufre el paciente es una negligencia como la catedral de Burgos. Pero parece ser que este es de los pocos fármacos que se puede encontrar fácilmente en Venezuela.

“No podía respirar, pensé que iba a morir. Y así tocó recorrer otros hospitales hasta llegar al Clínico Universitario donde me atendieron a las patadas y en condiciones infrahumanas. Allí los pacientes Covid y no Covid permanecen en un mismo lugar (…) Venezuela es enfrentarte a un sistema de salud colapsado. Una cosa es que lo digamos en un reportaje y otra que lo vivamos en carne propia”. Esto le escribió Ángel a Julio el mismo día que se desmayó.

Ángel murió el lunes y no está del todo claro por qué. “Lo que entendí es que fue algo en el hígado. No sé si pudo ser alguna reacción al Covid. Ellos estuvieron bastantes expuestos, porque ellos no dejaban de trabajar”, afirma su amiga cercana. Yáñez, en cambio, es mucho más tajante en su sentencia: “Venezuela lo mató”.