"Ey GLS, ¿es normal que me roben el paquete en la cara porque el transportista no quiere hablar catalán?". Con esta frase, el usuario de tuiter @4xsample incendiaba las redes denunciando que un repartidor se había llevado el paquete que tenía que entregarle por, supuestamente, no hablarle en su idioma.
El mensaje lo acompañaba con un vídeo de los hechos. La cámara grababa sonido y apuntaba a la vía pública, algo prohibido si no ha solicitado los recurrentes permisos al Ministerio del Interior.
En las imágenes se aprecia cómo, a la hora de entregarle el paquete, el repartidor le pide al cliente que le diga "en castellano, por favor" los números de su carnet de identidad.
El hombre, vecino de de la localidad gerundense de Palafrugell, le estaba dictando en catalán. Pero, tras la negativa del cliente a atender su petición y no cambiar de idioma, el trabajador le respondió: "Vale, pues nada. Le pongo rechazado". Y, a tenor de lo que se aprecia al final de la escena, supuestamente se fue a su furgoneta con el paquete.
El usuario deja claro su posicionamiento político en las redes. No esconde su independentismo. De hecho habla de "racismo" y "catalanofobia" en sus mensajes posteriores, incluso de que se atacan sus "derechos lingüisticos".
"Ya están los de la frágil españolidad intentando entrar en mi cuenta. Cobardes y encima cortitos. Como si ser español no fuera suficientemente triste", apunta. Entre sus mensajes difunde algunos de marcado perfil separatista.
La denuncia del caso en redes sociales ha dado pie a una campaña contra el repartidor. Entre los interpelados por el denunciante figura Plataforma per la Llengua, entidad hipersubvencionada por la Generalitat, que le ha invitado a poner lo ocurrido "en conocimiento de nuestro servicio de quejas para asesorarte y pedir una rectificación inmediata a la empresa".
"El paquete se entregó"
A tenor del revuelo originado, la compañía en cuestión, GLS Spain, ha aclarado que su misión es entregar los paquetes, según ha publicado Crónica Global
Y, "sobre el vídeo que ha circulado en las últimas horas, informar que el paquete ha sido entregado. El repartidor sigue realizando las entregas y todo el equipo de GLS continúa trabajando en la campaña navideña".
Vox defenderá al empleado
En pleno debate público sobre quién tiene razón, si el repartidor o el cliente, en un incidente por el uso del catalán en la entrega de un paquete, Vox ha irrumpido en escena. El partido verde ha avisado de que "pone sus servicios jurídicos" al servicio del trabajador.
A este respecto, algunos usuarios de la red de los 280 caracteres han recordado que el empleado de GLS "ha sido objeto de grabación ilegal durante su trabajo", por lo que han pedido al grupo de paquetería que lo arrope.
El nacionalismo lo señala
Las reacciones de los internautas han llegado después de que algunos independentistas hayan señalado al repartidor e incluso hayan proferido expresiones de odio contra él, asegurando que se trata de un "ñordo".
Tuiteros destacados de la órbita secesionista, como Rai López, tildaron de "vergüenza" que el asalariado pidiera "por favor" que le hablaran en castellano para entender la entrega del paquete.