Sara tras la lipoescultura presentó "hallazgos operativos propios de una reyerta con arma blanca"
El informe del Hospital Santa Lucía expone que esta madre de dos hijos sufrió una necrosis abdominal, peritonitis y perforaciones intestinales.
16 diciembre, 2021 06:02Noticias relacionadas
Sara acudió el jueves 2 de diciembre a la Clínica Virgen de la Caridad de Cartagena, acompañada de su actual pareja, un policía nacional. Iba ilusionada con la idea de remarcar su belleza sometiéndose a una lipoescultura que contrató en un centro estético de Murcia. Pero el resultado fue un parte terrorífico de lesiones: "Necrosis de pared abdominal anterior (...). Gran edemación y congestión gastrointestinal, con múltiples perforaciones intestinales de 0,5 a 2 centímetros (...). Peritonitis biliar (...). Laceraciones hepáticas múltiples. Hematoma renal izquierdo (...)".
Tales hallazgos son los que enumeran los miembros del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Santa Lucía de Cartagena, que ese 2 de diciembre intervinieron de urgencia a Sara. Tan duro es el contenido del informe, que Ignacio Martínez, abogado de la Asociación del Defensor del Paciente, en la denuncia que ya ha presentado ante la Fiscalía, afirma que Sara salió del quirófano de la Clínica Virgen de la Caridad con lesiones propias "de una reyerta con arma blanca".
El letrado especializado en derecho sanitario, que ha sido contratado por la familia de Sara, dirige la denuncia contra el cirujano de la clínica de Murcia que llevó a cabo la lipoescultura, por un supuesto delito de lesiones por imprudencia profesional. Aunque de la instrucción de las diligencias no se descarta que las acciones por vía penal se puedan ampliar al personal que le asistió durante la intervención y que pertenece a la Clínica Virgen de la Caridad de Cartagena donde se alquiló el quirófano.
Prueba de ello es que en la denuncia se solicita a la Fiscalía que se tome declaración al cirujano ayudante y al anestesista del Virgen de la Caridad, además de dirigir un oficio al director de la Clínica Virgen de la Caridad, con el objetivo de que facilite el listado del resto de profesionales que participaron en la intervención: instrumentista, enfermeros...
Además, el letrado solicita que se practique un test de estupefacientes a los tres responsables de lo que ocurría en la mesa de operaciones aquel 2 de diciembre: el cirujano que dirigía la intervención, el cirujano ayudante y el anestesista. "Tomen muestras biológicas de los anteriores por análisis toxicológico por posible consumo de drogas".
Las acciones legales no se han formalizado hasta ahora, debido a que el letrado Ignacio Martínez estaba pendiente de la evolución de Sara: una agente inmobiliaria, de 39 años, y madre de dos hijos, que se debate entre la vida y la muerte. En caso de fallecer, la denuncia se interpondría contra el cirujano, por un supuesto delito de homicidio por imprudencia profesional, pero tras dos semanas de ingreso hospitalario hay esperanza de que esta vecina de Alcantarilla pueda salir adelante.
De manera que la Asociación del Defensor del Paciente ha dado el paso este martes, a las 10.43 horas, formalizando ante la Fiscalía una denuncia por graves lesiones en cirugía estética. Todo ello, tras recabar información sobre la lipoescultura que Sara contrató a una clínica de Murcia. También se ha confrontado el informe de alta de la Clínica Virgen de la Caridad de Cartagena, con el post operatorio del Hospital Santa Lucía, y el resultado es un relato sanitario antagónico, donde solo hay una cosa en común: los datos personales de la paciente.
Lipoescultura de oferta
En el mes de noviembre, Sara acudió a una clínica privada de Murcia que se publicita en internet como un referente de prestigio internacional en alta cirugía plástica, medicina estética, tratamientos antienvejecimiento y servicios VIP, a cargo de un equipo compuesto por medio centenar de especialistas de varios países.
Esta bellísima agente inmobiliaria, aficionada al senderismo y al gimnasio, quería someterse a una lipoescultura en la zona abdominal, flancos y espalda baja, para realizar posteriormente una lipotransferencia de grasa a los glúteos. De forma que cerró la intervención con la citada clínica tras recibir una llamada ofreciéndole una notable rebaja económica que no figura en ningún presupuesto en papel. Así lo expone la denuncia:
"Días más tarde recibió una llamada en la que le transmitieron a la paciente una oferta, por someterse a dicha intervención, por valor de 5.700 euros, a la que accedió sin recibir por la misma ningún documento relativo a dicha oferta. Tras ello, Sara realizó dos transferencias a la cuenta corriente que previamente le había facilitado la clínica".
La intervención sería llevada a cabo por un cirujano que era amigo de Sara: un treintañero, con doble nacionalidad, chilena y española, que empezó como médico general, de urgencias, y como cirujano cardiovascular en hospitales públicos de Murcia, pero que en la actualidad es colaborador externo en áreas de cirugía cardiovascular, medicina estética y cirugía estética para centros privados. De hecho, tras el pago de la 'lipo', en la denuncia se expone que el facultativo chateó con esta agente inmobiliaria dedicada a comercializar villas de lujo y chalés por el litoral levantino.
"Previo a la intervención, J. A. M. [el cirujano] contactó vía chat con Sara. En dicha conversación le transmitió con entusiasmo ánimos, y cómo quedaría el resultado final, alentando las ilusiones de la paciente".
Los buenos augurios de aquella conversación por redes sociales no se cumplieron. Tan solo hay que ver el resultado que tuvo la lipoescultura para la que Sara fue citada, a las ocho en punto de la mañana, el 2 de diciembre, en la Clínica Virgen de la Caridad de Cartagena. Ese jueves llegó acompañada por su actual pareja: un policía nacional, que próximamente deberá prestar declaración en calidad de testigo.
La novia del cirujano
El cirujano acudió a la clínica acompañado por su novia: una auxiliar de enfermería con experiencia en centros de medicina estética. Tal situación no ha pasado desaperciba en la denuncia que -entre otros extremos- solicita a la Fiscalía la acreditación profesional de la pareja del facultativo y su relación contractual con los centros privados implicados en la lipoescultura. También reclama la grabación de vídeo o audio de la intervención para conocer el papel exacto que desempeñó cada una de las personas que estuvo dentro del quirófano aquel trágico jueves.
Ese día, a las tres de la tarde, comenzó a complicarse la lipoescultura, tal y como le expusieron a la pareja de Sara: "El cirujano, junto su novia, quien al parecer estuvo en la intervención y se sospecha que no tiene cualificación profesional, informaron al acompañante sobre la situación de Sara, así como de los detalles de la intervención, transmitiéndole que había salido bien, pero que durante la misma, Sara perdió gran cantidad de líquidos y sangre, por lo que se encontraban estabilizándola, ya que le costaba mantener la tensión y la dejarían un rato más en el quirófano".
Tres horas después, el facultativo encargado de la 'lipo' decidió trasladar a su amiga Sara al Hospital Santa Lucía de Cartagena. Justo en este punto de la denuncia, es donde sale a relucir la diferencia abismal entre el contenido del informe de alta del quirófano del Virgen de la Caridad, firmado por el cirujano, y el contenido del parte de 'guerra' del Servicio de Cirugía General del Hospital Santa Lucía.
"La paciente en el post operatorio inmediato, presenta cierta inestabilidad hemodinámica, posiblemente por hemodilución (...). Al pasar las horas, está consciente y orientada, pero sigue presentando cierta inestabilidad hemodinámica, con cierta necesidad de noradrenalina, no se aprecia punto claro sangrante". Eso se expone a las 18 horas, cuando Sara sale del Virgen de la Caridad, pero cuarenta minutos después, cuando llega al Hospital Santa Lucía esto dicen los médicos: "Peritonitis fecaloidea y biliar. Necrosis isquémica de colon y de la pared abdominal. Múltiples perforaciones intestinales. Perforación duodenal (...).
Todo ello lleva al letrado Ignacio Martínez a realizar esta reflexión en su denuncia: "Lo ocurrido dista mucho de que estuviera la situación controlada. Así, según la historia clínica facilitada por el Hospital Santa Lucía de Cartagena, quien recepcionó a la paciente en la puerta de urgencias a las 18.40 horas, Sara se encontraba en realidad en shock hipovolémico y en una situación de extrema gravedad".
A Sara la conocen cariñosamente sus familiares y amigos, como 'La Pingüina', por su pasión por este ave que nidifica en las costas de la Antártida. Esta semana, en las redes sociales, se suceden los fotomontajes de apoyo a esta madre de dos hijos, Izan, de 10 añitos, y Sara, de 18 años, que aspiraba a seguir los pasos en el sector inmobiliario de la mujer que la trajo al mundo. Los vecinos de Alcantarilla están consternados con esta supuesta negligencia médica y este domingo se concentraron en el Ayuntamiento para clamar: 'Todos somos Sara. ¡Juticia!'
Precisamente, ante la alarma social que ha generado el caso, Ignacio Martínez, letrado de la Asociación del Defensor del Paciente, pide celeridad a la Fiscalía para llevar a cabo las diligencias de investigación que solicita para depurar responsabilidades por las "múltiples perforaciones" y "tráumas en vísceras", que sufrió la paciente en el quirófano de la Clínica Virgen de la Caridad. "Unos hechos gravísimos que han supuesto que Sara Gómez Sánchez, se encuentre luchando entre la vida y la muerte en la UCI del Hospital Santa Lucía de Cartagena".
"Lesiones en múltiples órganos"
Ezequiel Nicolás, portavoz de la familia de la paciente, confirma que Sara presenta "lesiones en múltiples órganos como riñón, hígado, duodeno, colon, intestino...".
"Los familiares están agradecidos por las muestras de apoyo y por los deseos que les están llegando para que Sara mejore su estado de salud", subraya Ezequiel Nicolás. "De aquí en adelante, se centrarán en que se le procuren a Sara los mejores cuidados médicos, y por otro lado, en que la Justicia, más tarde o más temprano, haga caer todo el peso de la ley sobre los responsables de lo ocurrido, así como de que se tomen las medidas oportunas para que esto no se repita".