Eva Jaular, la “chica de 10” asesinada junto a su bebé en Cantabria: su expareja las mató a puñaladas
La vida de las víctimas (40 y 41): su presunto asesino, José R. C., tenía una orden de alejamiento desde noviembre. La bebé, su hija y víctima, tenía 11 meses.
19 diciembre, 2021 02:36Noticias relacionadas
Eva Jaular arrastraba una depresión desde hacía meses. “No llegó a terminar el verano aquí este año. Se cogió la baja”, recuerda un compañero del restaurante La Caracola, donde Eva trabajaba como camarera, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. Esa depresión dio paso a una orden de alejamiento hacia su expareja, José R. C., dictada el pasado 6 de noviembre. El jueves, José se saltó esa medida cautelar y presuntamente asesinó a puñaladas a su expareja y a la hija de ambos, de solo 11 meses. Ocurrió en Liaño de Villaescusa (Cantabria).
Hacia las cinco de la tarde del jueves, Eva llegó a casa como de costumbre. Vivía en el chalé 232 del barrio de Santa Ana. Pocas horas más tarde, la Guardia Civil se personaba en el lugar por una llamada de Eva. José había quebrantado la orden de alejamiento. El conflicto, aparentemente, quedó en nada. Tanto José como los agentes de la Benemérita se marcharon de la vivienda.
Llegó el viernes y saltaron las alarmas. La hermana de Eva alertaba de que no conseguía comunicarse con ella. Temiendo lo peor, tanto ella como su madre se presentaron en el inmueble sobre las 10 de la mañana. La casa estaba revuelta -según relataron posteriormente a la Guardia Civil- y no había ni rastro de Eva ni de su hija.
La Benemérita citó entonces en el cuartel de El Astillero a José, que accedió a ir voluntariamente en torno a las 12 del mediodía. El hombre negó cualquier implicación en un posible suceso y se mostró abatido y consternado por lo que pudiera haberles ocurrido a su expareja y a su hija. Dos horas más tarde, estando todavía José en el cuartel, la Policía Científica halló los cuerpos sin vida de Eva y de su hija, ocultos en el corral de la vivienda.
Alegre, simpática y trabajadora
Eva tenía 40 años y vivía en Liaño desde hacía más de una década, según han relatado sus conocidos a este periódico. “Se separó hace cuatro o cinco años y ahora estaba con este tío”, recuerda su amiga María, cuya hija quedó en muchas ocasiones al cuidado de la víctima. Tras la disolución de su matrimonio, Eva se emparejó con su presunto asesino y tuvieron una hija hace 11 meses.
La mujer tenía otros dos hijos de su matrimonio anterior, que rondan ahora los 20 años. “Le gustaban muchísimos los niños”, recuerda su compañero del restaurante. Eva se dedicó siempre a la hostelería, desde joven. “Ha estado trabajando con nosotros todas las temporadas de verano desde hace años. Era una persona alegre, simpática y trabajadora”.
“Como trabajadora, de 10. Ha llegado siempre a su hora, no ha tenido ningún problema con nadie. Aquí, en el trabajo, ha sido siempre una chica de 10”, explican desde el establecimiento, que se encuentra en la localidad de Somo. “Nos hemos quedado todos en shock. No nos esperábamos esto. Yo creo que ni ella pensaba que iba a suceder lo que por desgracia ha sucedido”.
“Eva era super simpática, super alegre. Le encantaban los animales, siempre tenía en casa. A mi hija la llamaba ‘mi niña’. Esta mañana nos hemos quedado… No dábamos crédito. Era muy buena persona, muy cariñosa, tanto ella como su hermana”, explica su amiga María. “Era una madre maravillosa, con sus hijos y con los que no eran sus hijos. A mi hija la tenía como una hija más".
Los antecedentes de José
Las peleas entre esta pareja eran habituales, según han relatado sus vecinos a El Correo. José, de 43 años, tenía antecedentes por violencia machista hacia otra mujer y también por otro tipo de delitos. El pasado 6 de noviembre, el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander le impuso una orden de alejamiento de su pareja y su hija. Eva le denunció porque le había golpeado. “Ahora vas a saber lo que te espera”, la amenazó José mientras sostenía un cuchillo. “Mira cómo corta”. En aquella ocasión solo se ensañó con la casa. Tras dictar la orden de alejamiento, se celebró el juicio por amenazas y maltrato. José se encontraba pendiente de sentencia.
Las circunstancias de este crimen son confusas. No se sabe exactamente cuándo fueron asesinadas ambas mujeres. El caso está bajo secreto de sumario, decretado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Santander. Pero, además de la investigación del crimen, hay una segunda en marcha, en el seno de la Guardia Civil.
La Benemérita busca aclarar la actuación de los agentes del cuerpo que han intervenido en el caso. La Dirección General quiere saber cómo fue la intervención de los agentes después de que ayer la víctima llamara a la Guardia Civil porque su expareja había quebrantado la orden, según han contado fuentes del instituto armado a Efe. Mientras tanto, la Benemérita sigue buscando el arma blanca con el que se cometió este doble asesinato.
Revilla, su cliente
Cientos de personas se concentraron este sábado en Santander, ante la Delegación del Gobierno, para expresar su "dolor" por este suceso. "Estamos aquí porque queremos trasladarle nuestra solidaridad y nuestro dolor a la familia de Eva y de sus hijos e hija", ha señalado Ana Bolado, portavoz de la Comisión 8 de marzo, convocante de la concentración.
Bolado ha leído un manifiesto en el que subraya que "peligran" las leyes para proteger a las mujeres que se han conseguido "con tanto esfuerzo" en España porque "hay organizaciones políticas que pretenden acabar con ellas, porque niegan la violencia de género, porque desprecian el trabajo, el activismo social y político del movimiento feminista", lo que, a su juicio, "puede costar más vidas".
También ha lamentado que "tras 17 años de vigencia de la ley integral contra la violencia de Género "no estamos consiguiendo que funcione como debiera, que salve nuestras vidas".
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha acudido a la concentración donde ha expresado su "repulsa ante un hecho terrible" que "reúne todas las condiciones de ser lo más tremendo, no solo por matar a su mujer, también a una niña de once meses". A su lado estaba el alcalde de Villaescusa, Constantino Fernández.
"Es una desgracia que nos ha aplanado a todos", ha afirmado Revilla, quien ha precisado que "conocía a la mujer" asesinada, porque le había "atendido muchas veces" en el restaurante en el que trabajaba. "Era una persona amable, trabajadora", ha explicado Revilla y añadiendo que la víctima "sacaba adelante" a sus hijos. "Era una persona excepcional que se ha tropezado con este desalmado y ha ocurrido la tragedia".
El Ayuntamiento de Villaescusa ha decretado tres días de luto oficial y ha convocado este domingo una concentración en la explanada del Consistorio en repulsa de este asesinato machista, donde se leerá un manifiesto por parte del alcalde y se guardarán dos minutos de silencio.
Eva Jaular Montes, de 40 años, y su hija, de 11 meses, son la cuadrigésima y cuadrigésimo primera víctimas de la violencia machista en España desde que comenzó el año. En 2021, también han sido asesinadas Lorena Requena Portero, de 39 años; Cristina Blanch, de 30; María Isabel Martínez, de 37; Erika Tavares, de 37; Mónica Marcos, de 52; Zuita Bouchira, de 38 años; María Pilar Berrio Jiménez, de 43; Carmen, de 60; Oxana, de 36; Luisa Amelia, de 76; una mujer en Sabadell, de 38; María, de 46; África, de 56, Consuelo Martínez, de 81; Alicia Rodríguez, de 36; Katherine, de 58; Rocío Caíz Pozo, de 17; Anna y Olivia Gimeno, de seis y uno; Katia Carolina A.B., de 35; Lucía Dotto Domingues, de 42; Alla Bukanocova, de 48; Nicoleta Clara, de 41; María Teresa Aladro, de 48; Warda Ouchene, de 28, y su hijo Mohamed, de siete; Betty, de 52; Pilar, de 50; Maria Soledad M. P., de 60; Paula M., de 36; Jordina M.P., de 34; María Cruz, de 48, y su hija Isabel, de 11; María del Carmen M. V., de 46; Alicia P., de 52; Conchi G., de 56; Flora P., de 82. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 53 mujeres asesinadas en 2017, 47 en 2018, 55 en 2019 y 43 en 2020.