No se sabe a ciencia cierta en qué país se crearon las magdalenas. Algunos investigadores apuntan a que su origen es francés. Otros, sin embargo, defienden que son originales del norte de España. Concretamente, de las zonas por las que pasa el Camino de Santiago. Sea como fuere, este tradicional bizcocho hecho a base de harina, huevos, leche o ralladura —de limón, por ejemplo— es uno de los dulces preferidos por los consumidores españoles para desayunar o merendar. Las magdalenas, de esta manera, forman parte del amplio elenco de bollos que apasionan a los más golosos.
Este elenco triunfa en España. Así lo apuntan las últimas cifras de consumo de productos de bollería y pastelería en los hogares españoles que esgrimen un crecimiento del 6,9% entre los años 2019 y 2020 —el último en el que existen datos consolidados—. Según el último de Informe de Consumo Alimentario, elaborado y publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español consumió de media, en 2020, 6,2 kilogramos de productos de bollería y pastelería, entre los que se encuentran, evidentemente, las demandadas magdalenas.
Por ello, en EL ESPAÑOL, en su labor de informar acerca de los productos de marca blanca de los supermercados, ha organizado una nueva cata para que dos maestros reposteros puedan valorar las magdalenas de Mercadona, Dia, Carrefour, Lidl y Alcampo. Para ello, este medio ha contactado con los hermanos López, quienes recientemente han sido nombrados los mejores reposteros de Madrid al vencer en la final de la XXVIII Edición del Certamen Gastronómico de la Comunidad de Madrid.
Fue Marta López (Ávila, 1983), en colaboración con su hermano Julio (Ávila, 1979), quien se llevó a casa el máximo galardón autonómico en repostería gracias a su postre Otoño en Madrid. La victoria no sólo supuso para ellos la obtención del máximo reconocimiento acompañado de 1.000 euros, sino que ha aumentado el prestigio de Mindanao, el obrador que tienen abierto en el número 17 de la calle Castuera, en Madrid.
Allí, los hermanos López han recibido a este periódico para llevar a cabo esta particular prueba de magdalenas. De hecho, aparte de Marta y Julio, otros miembros de la familia López, perfectamente, podrían haber estado presentes como jurado de la cata. Y es que estos reposteros, oriundos de Navacepeda de Tormes (Ávila), proceden de una familia apuntada desde hace décadas al oficio. “Mi padre tenía una panadería en nuestro pueblo y podría decirse que, desde niños, hemos crecido en un obrador. Somos ya la tercera generación de la familia que se dedica a esto”, explica con orgullo Julio.
Así que en el éxito de Marta y Julio ha influido que crecieron entre la harina de los obradores familiares. Ahora, en el suyo propio, no sólo elaboran todo tipo de postres, sino que han empezado a transmitir sus conocimientos a través de clases de alta panadería y pastelería enfocadas a todos los públicos. “Queremos enseñar, de manera sencilla, cómo hacer un pan, por ejemplo”, explica Julio. Pero antes de ello, Marta y Julio se han lanzado a la tarea de valorar las magdalenas del supermercado.
—¿Qué debe tener una buena magdalena y qué vais a valorar
—Valoraremos varios aspectos. En primer lugar, el aspecto visual, en cual explicaremos si ha crecido bien y se ha formado la montañita propia de las magdalenas. Además, veremos el color interior, que debería ser amarillento y el color exterior, que debería ser doradito. En segundo lugar, en boca, buscaremos que tenga jugosidad; que tenga una buena textura, es decir, no muy arenosa y; por supuesto, que tenga un buen sabor. Normalmente, el aroma clásico debería ser de limón, por ejemplo.
Lidl
Tras explicar los parámetros que van a valorar Marta y Julio de cada magdalena, los dos reposteros se dispondrían a iniciar la cata. Para ello, los profesionales tienen delante de sí cinco paquetes de magdalenas que irían probando y comentando una a una. El azar provoca que las primeras magdalenas que pasarían por el paladar del jurado serían las de La Cestera, la marca blanca de productos de bollería y panadería de Lidl. En este caso, la bolsa de 18 unidades ha costado 1,69 euros.
“A primera vista la apariencia física no es perfecta porque estas magdalenas carecen de la montañita que les sale durante un buen horneado. Tienen una forma redondeada, sí, pero más bien achaparrada”, explica Julio mientras inspecciona uno de los bizcochos de Lidl. Parecía que no iniciaba bien la cata de este producto, pero al trocearlo, al menos a nivel visual la cosa cambiaba, pues Marta valoraba positivamente “el color amarillento y no blanquecino de la masa interior”.
—¿Qué os parece esta magdalena en boca?
—Aunque es bastante dulce por el azúcar, tiene un buen sabor a limón. Está bastante bien, aunque un pelín seca. Estaría mejor con más jugosidad.
Al final de la prueba, la magdalena de Lidl sería, en líneas generales, la mejor de las cinco probadas, según el criterio de Marta y Julio López.
Dia
“Aunque el color exterior es más clarito que la primera magdalena, ésta tiene la montañita formada por el horno y un buen greñado”, explica el repostero Julio nada más abrir la segunda magdalena en pasar a examen. Se trata de las de El Molino de Dia, la marca blanca de la entidad de productos de panadería y repostería. Cada paquete de 10 unidades cuesta, en esta ocasión, 1,05 euros.
El exterior era bueno, pero como aprendimos desde pequeños en La Bella y la Bestia, lo importante está en el interior. Y aquí, la magdalena de Dia ha flaqueado respecto a su antecesora. “Está muy blanca. Parece como si le hubiesen faltado un par de minutos de horno”, valora Julio López antes de hincarle el diente, junto a Marta, para describir sus percepciones a nivel gustativo.
“Si a nivel visual se ve blanca, es por falta de cocción. Eso se ha traducido en que la textura de la masa estuviera muy apelmazada y pastosa”, indica Marta López, la mejor repostera de la Comunidad de Madrid. Un hecho que suscribe su hermano Julio que añade que la magdalena de Dia le sabe “a masa”.
Pese a estas críticas, la magdalena de Dia, al final de la prueba, se mantendría a mitad de tabla obteniendo un meritorio tercer puesto en el ranking elaborado por los pasteleros de Mindanao.
Alcampo
La cata de las magdalenas de Auchan, la marca blanca de Alcampo, empezó mal, pero acabó peor. El paquete de 14 unidades en este caso ha salido por 1,68 euros. Un precio que no está del todo justificado después del repaso que le han dado Marta y Julio López, los mejores reposteros de la Comunidad de Madrid.
“A nivel visual, a esta magdalena le pasa como a la de Lidl. No se ha formado correctamente la montañita, no tiene greñado y la forma que tiene es demasiado achaparrada”, indica Julio mientras dice que el color “doradito, es agradable y está bien”. Pero la hecatombe llegaría con el aspecto interior “totalmente blanco”, según Marta y, sobre todo, a nivel gustativo.
—¿Qué tal os sabe la magdalena de Alcampo?
—No tiene sabor. Es insípida. Además, la textura es apelmazada, incluso terrosa, y no se encuentra en la magdalena ningún tipo de aroma.
Esta “falta de sabor” condenaría, al final de la cata, a la última posición de la clasificación de magdalenas de supermercados, según el criterio de Marta y Julio.
Mercadona
Superado el Ecuador de la cata, le tocaría el turno a las magdalenas de Hacendado, la marca blanca de Mercadona. En este caso, la bolsa ha valido 1,70 euros. “A primera vista, a estas magdalenas les pasa como a las de Dia. Tienen poco color y se ven crudas, al menos en el exterior. Pero por lo menos ha crecido la montañita y tienen greñado”, explica el repostero Julio.
El interior, sin embargo, es “más blanco de lo debido, ya que debería tender a un color amarillento”, en palabras de Marta. Y, cuando Marta y Julio prueban la magdalena de Hacendado, concuerdan en que “sabe mucho a harina y le falta aroma, pero por lo menos tiene un dulzor correcto”.
Al final de la prueba, la magdalena de Mercadona acabaría a mitad de tabla, en la cuarta posición, según el ranking de los reposteros de la pastelería de Mindanao.
Carrefour
Cerrarían la prueba las magdalenas de Carrefour —1,52 euros el paquete—. Éstas serían las únicas que le presentarían batalla a las de Lidl, que a pesar de su aspecto visual deficiente, estaban bien de sabor. “Tienen un aspecto exterior bastante bonito. Se ve bien que son magdalenas con un buen desarrollo y acabadas con un buen greñado. Están bien”, aplaudían Marta y Julio nada más sacar el bizcocho de su bolsita.
Y, aunque a la magdalena de Carrefour le falta “color interior”, a los reposteros les ha sorprendido gratamente que se veía “esponjosa”. “Tiene una buena textura”, afirma Julio antes de probarla en compañía de su hermana Marta.
—¿Cómo valoráis el sabor de esta magdalena?
—Tiene un buen sabor con un toque a limón y de dulzor está bien. La textura está buena en boca… Pero, hemos notado que se ha empleado levadura química. Eso sale en el retrogusto y, por ello, tenía tan buena textura, pero este ingrediente no es aconsejable.
El retrogusto de levadura química fue lo que marcó la diferencia entre la magdalena de Lidl y la de Carrefour. Por ello, la del supermercado francés sería declara la segunda mejor para Marta y Julio López.
El 'ranking' final
Tras finalizar la cata, EL ESPAÑOL pide a los mejores reposteros de la Comunidad de Madrid, Marta y Julio López, que hagan un ranking de las mejores magdalenas del súper. Y la conclusión de los expertos es la siguiente: “La mejor ha sido la de Lidl, por su sabor; después, la de Carrefour y; en tercer lugar, la de Dia”. En el cuarto lugar de la clasificación, los especialistas clasifican a la magdalena de Mercadona y en última posición a la de Alcampo. “Eso sí, nosotros recomendamos evitar estos productos industriales y recurrir siempre a la repostería artesanal, que está más rica y es más buena”, concluyen los exitosos hermanos pasteleros.
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