Cuatro forenses trabajan desde el domingo en esclarecer las causas de la muerte de Esther López, la mujer de 35 años que apareció muerta este sábado tras varias semanas en paradero desconocido. Aunque es pronto para conocer las causas, los forenses indican que su muerte tiene un componente violento.
Los médicos han hallado signos de violencia internos en el cuerpo de Esther compatibles con traumatismos, según ha informado el diario El Mundo citando fuentes de la investigación. No han especificado en qué parte presenta dichos traumatismos. Así pues, la muerte de la mujer no fue natural, pero tampoco está claro que fuera homicida. Pudo también ser un accidente.
La primera inspección del cuerpo sin vida de Esther determinó que el cadáver no presentaba signos externos de violencia, dado que las heridas que ahora se han encontrado son profundas y únicamente se han podido constatar con un examen pormenorizado, que ha incluido un TAC. Los resultados definitivos de la autopsia tardarán en conocerse, ya que hay que esperar el resultado de las muestras biológicas que se han enviado a Madrid.
Tres sospechosos
El cadáver de Esther fue hallado por un paseante en una zona visible y ya inspeccionada con anterioridad de Traspinedo, la localidad donde desapareció. Los agentes se plantean la posibilidad de que alguien lo haya llevado hasta allí en las últimas horas.
Durante 24 días de angustia y búsqueda se han investigado a tres personas. El primero fue Ramón El Manitas, conocido en el pueblo. Admitió que Esther había estado en su casa varias veces con anterioridad. Llegó incluso a hacer una huelga de hambre mientras los agentes inspeccionaban su casa, pero no encontraron nada.
Así que se remontaron a los últimos momentos de Esther. Aquel día, el 12 de enero, salió a ver el fútbol con unos amigos. Era miércoles, jugaba el Real Madrid y el Barcelona la Supercopa de España. Tras el encuentro se la vio cerca de un restaurante de la zona, La Maña, a unos cuatro kilómetros de su casa.
Además de El Manitas, han sido interrogados dos amigos de la joven. Las dos últimas personas que vieron a Esther con vida, a priori. Uno de ellos ha dado hasta tres versiones de lo que pasó aquella noche. Que si la dejó y se fue, que si ella quería seguir de fiesta y quería ir a Valladolid o que Esther había quedado con alguien.
Estas dos personas responden a las siglas de O. y C. Los dos viajaban en el mismo coche junto a Esther antes de que esta desapareciera. El primero, O., vive a 100 metros del citado restaurante y es quien ha dado tres explicaciones distintas.
Las versiones que ofrecen estos dos amigos no convencen a los investigadores del caso. Es por ello que se barajan varias hipótesis en las que están trabajando: por una parte, se sospecha que se hiciera una parada previa antes de dirigirse al cruce de La Maña donde supuestamente bajó C. y, por otra, sorprende el tiempo que empleó O. en alcanzar el cruce de El Romeral, tras bajar C. del vehículo en La Maña.
No obstante, además de estos dos amigos, la Guardia Civil ha ampliado la investigación a una decena de personas, entre testigos, investigados y sospechosos que han prestado declaración para aportar más luz a este caso.
El padre de Esther se manifestó, roto de dolor, poco después de encontrarse el cuerpo: “Sí, es mi hija”. “Estoy mal, me han puesto medicamento y mi mujer está muy mal, ha tenido que ser atendida por un psicólogo”, aseguró con la voz entrecortada. Miguel tuvo desde el principio pocas esperanzas de localizar a su hija con vida.
Un caso "extraño"
El alcalde de Traspinedo, Javier Fernández, mostró su tristeza tras el hallazgo del cadáver de Esther López, y expresó que es un desenlace "extraño" al haber sido hallado cerca de una carretera, en una zona visible e inspeccionada anteriormente y a escasos 3 kilómetros del centro de la localidad.
En declaraciones a Efe, el alcalde mostró su indignación por este final y aseguró que este pasado sábado fue "un día muy triste", especialmente para los familiares de Esther, con los que ha hablado y que se encuentran totalmente rotos.
El regidor sostuvo que durante la pasada mañana notaron mucho movimiento de la Guardia Civil y supusieron que se trataba de una batida más de las muchas que llevan realizando pero al conocer que habían cortado la carretera de acceso al pueblo, donde ha sido hallado el cadáver, se temieron lo peor.