Las previsiones no son las mejores. Las posibilidades de encontrar con vida a los marineros del Villa de Pitanxo, el barco gallego hundido cerca de Terranova, son escasas.
El mal tiempo de la zona no está permitiendo que las tareas de rescate se realicen de manera efectiva. El temporal ha levantado olas de “más de cuatro metros” y ha dejado “temperaturas bajo cero”, explican las fuentes diplomáticas consultadas.
Un “milagro” imposible que se están llevando a cabo por parte de las autoridades canadienses desde las 6 de la mañana, hora española, de este martes se están produciendo en un entorno hostil.
Desde Canadá, el teniente comandante Brian Owens, del Centro de Coordinación de Rescate con base en Halifax, ha confirmado que el helicóptero y un avión no han podido encontrar restos del pesquero y por ello se teme que la embarcación se haya hundido en su totalidad.
La marejada planteaba, además, la imposibilidad de saber dónde buscar con exactitud, ya que las olas pueden haber movido a los tripulantes a varios kilómetros del punto donde se hundió el barco.
A bordo del Pitanxo viajaban 24 personas: 16 españoles, cinco peruanos y tres naturales de Ghana. Entre los españoles hay, al menos, tres de Cangas, tres de Marín, uno de Moaña, uno de Bueu, uno de Canarias y uno de Huelva, según Europa Press.
Al cierre de esta edición se había contabilizado diez muertos, tres rescatados y 11 desaparecidos, según ha confirmado el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a las puertas de la sede del PP en Madrid.
El buque partió el pasado 25 de enero desde el puerto de Marín, en Pontevedra. Un día después dejó atrás Vigo para dirigirse hacia Terranova, frente a la costa de la homónima isla canadiense. A las 6 de la mañana hora peninsular, la baliza del buque indicaba su hundimiento, en una zona cercana a donde lo hacía el mítico Titanic.
Este martes la población del municipio estaba consternada, entre la pena por lo sucedido y el desconocimiento de quiénes eran los marinos que habían marchado a faenar. En los bares cercanos al puerto, en la tarde de este día 15, nadie sabía todavía los nombres ni los rostros de los desaparecidos.
Algunos familiares y amigos se acercaron hasta las instalaciones del Grupo Nores, propietario del buque. Allí, con total prudencia y confidencialidad, les han transmitido la situación y los pocos datos que se iban conociendo. Según ha publicado La Voz de Galicia, el patrón del barco, Juan Padín Costa, pudo comunicarse con sus allegados: “No os preocupéis. Eduardo y yo estamos bien”, les dijo, en referencia a otro compañero.
Según el mismo diario, Padín tiene 53 años, está casado y tiene dos hijos. Cuenta con una dilatada carrera en la mar y en los caladeros canadiense. Antes de navegar con el barco de Nores lo hizo con otra armadora llamada Pereira.
"Por ahora solo nos dicen que hubo un naufragio y que están a la espera", ha explicado a Efe Elisabeth Gutiérrez, tía de uno de los marineros, a quien una amiga le alertó de lo que había sucedido.
Su sobrino, de 39 años, "lleva casi toda su vida dedicándose a la pesca", relata su tía, que afirma que en tierra había dejado mujer y dos hijos.
La sobrina de otro de los marineros, uno de los cinco de nacionalidad peruana que faenaban en el "Villa de Pitanxo", ha lamentado que "hasta dentro de dos o tres días", según la compañía armadora, no podrán ofrecer mucha más información "porque ellos están igual".
"Están esperando que les den información de Canadá", señala la joven, que ha relatado que su tío, que como el resto de la familia reside en Vigo, lleva 25 años trabajando para la casa armadora propietaria del barco naufragado.
Hasta la sede de la compañía también se han desplazado varios amigos de los tres marineros de Ghana que, según la documentación oficial, iban en el "Villa de Pitanxo".
Uno de ellos ha explicado que sus amigos residen entre Pontevedra y Marín, tienen en torno a los 40 años y para alguno "era su primera marea", mientras que para los demás "era ya la tercera"
Condolencias políticas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado en redes sociales que el Ejecutivo sigue "con inquietud y preocupación las tareas de búsqueda y rescate de la tripulación del barco gallego hundido en aguas de Terranova" y "permanece en contacto continuo con los servicios de salvamento", al tiempo que ha expresado todo su "cariño" para las familias.
El embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez Serrano, ha informado a Efe de que el cónsul general en Montreal está viajando a Terranova para asistir en las labores de búsqueda y rescate de los ocupantes del pesquero español.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo ha mostrado en redes sociales su consternación por la situación del navío gallego. El máximo responsable autonómico se ha puesto a disposición del Gobierno y de la armadora con "todos los medios que se necesiten".
Pesquería Nores Marín S.L, armadora del buque, ha emitido un comunicado en el que indica que "se desconocen las causas" que pudieron provocar el hundimiento y que los esfuerzos están centrados en el rescate.
La alcaldesa de Marín, María Ramallo, ha declarado que no recuerda "una tragedia de tal magnitud" para esta localidad pontevedresa y ha añadido que "es un día muy difícil" y que este accidente "afecta" no solo a Marín, en donde el barco tenía su puerto base, sino también a toda la comarca de O Morrazo, el lugar en el que residían casi todos los tripulantes.