El presunto autor, un joven de 22 años, alto y bien parecido, encontró a su supuesta víctima de manera casual, según la investigación.

El presunto autor, un joven de 22 años, alto y bien parecido, encontró a su supuesta víctima de manera casual, según la investigación. E.E/Agencias

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Nazzaryn sólo conocía de vista a la niña de 14 años asfixiada en Jaén: "La engañó con artimañas"

La investigación descarta por completo la relación afectiva entre agresor y víctima, y en sus últimos pasos se centra en si hubo premeditación o no en la muerte de la adolescente.

18 febrero, 2022 04:37
Jaén

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Hakima habla a duras penas. Familiares y amigos no la dejan sola en ningún momento. La casa está atestada de gente. Entre momentos de llanto y serenidad, la mujer atiende a EL ESPAÑOL para relatar que el pasado martes, su hija Kawla, quien apareció muerta horas después, salió de su casa a las 17:30 horas para ir a casa de su amiga Marina, porque tenía ordenador e iban a hacer un trabajo escolar.

"Quedó en regresar a las ocho y media". Pasados diez minutos de esa hora, Hakima comenzó, ya preocupada, a llamar a su hija de 14 años al teléfono móvil, "No respondía. Entonces yo ya sabía, sentía, que le había pasado algo malo". Lo afirma categóricamente porque Kawla "no salía sin mí", y era extremadamente puntual.

"A las nueve y cuarto de la noche sonó el teléfono". Era Marina, la amiga en cuya casa habían estado haciendo el trabajo. "Lo cogió mi hijo de 10 años. La niña preguntó si Kawla había llegado ya a casa". Le dijeron que no. En ese momento se encendieron todas las alarmas, y comenzaron a buscarla por las calles de Alcalá la Real.

"No comento"

A las 21:36 se produce la llamada de Nazzaryn N.N. a 112 Emergencias. "He matado a una chica", anunció. Fuentes cercanas al caso relatan a EL ESPAÑOL que pronunció la frase, que está grabada, "con una frialdad absoluta". Sin temblarle la voz ni titubear, indicó el lugar en el que se encontraba. Inmediatamente el 112 dio parte a la Guardia Civil.

El joven de 22 años esperó a los agentes, y al llegar éstos y preguntarle si él era la persona que había telefoneado informando que había matado a una chica, respondió que sí. A partir de ahí, se cerró en banda. A las preguntas de dónde estaba la chica, o que quién era, solo repetía "no comento".

Hasta cuando los agentes le pidieron que se identificara, respondió "no comento". "No, esto ya no es opcional", le respondieron los agentes, para a continuación exigirle, porque era su obligación, que se identificara.

La situación fue tan desconcertante que los agentes de la Benemérita, incrédulos, llegaron a barajar tres posibilidades: que fuera una broma, que el hombre tuviera mermadas sus capacidades mentales o que estuviera bajo los efectos de alguna sustancia.

Al ver su nula colaboración, procedieron a dar una batida por el lugar y encontraron el cuerpo de Kawla, semidesnudo, y ya sin vida.

Mientras tanto, la familia de la niña la buscaba. No llegaron a llamar a la Guardia Civil, dado el escaso tiempo en el que permaneció desparecida, poco más de una hora, entre el momento en el que tendría que haber llegado a casa y la llamada del supuesto asesino. Por eso los agentes no pudieron hilar el aviso recibido con la desaparición de la niña.

La investigación

Nazzaryn N.N., quien con 15 años fue detenido por intentar agredir sexualmente a una mujer, permanece detenido en las dependencias de la Guardia Civil desde el pasado miércoles. Está previsto que pase hoy viernes a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad jienense.

Será el juzgado el que determine los cargos de homicidio o asesinato, es decir, si hubo premeditación o no al acabar con su vida, que se produjo por asfixia. También será el juez quien, a tenor de las pruebas, impute si finalmente hubo un delito de agresión sexual, tras los resultados de la autopsia, que en principio sí indicaron indicios de haber mantenido relaciones sexuales previas al fallecimiento de la víctima.

El presunto autor estudió en el IES Antonio de Mendoza y la víctima, en el Alfonso XI. Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL detallan que el hombre, que mide 1,80 metros de estatura y es bien parecido, sí podría conocer a la menor "de antemano, porque es un pueblo y todos se conocen", pero que estaba ya descartado que hubieran tenido una relación anterior al día de los hechos. En este sentido, la investigación se encuentra ya prácticamente cerrada, pero que eso implica seguir siendo "muy meticulosos".

La subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, abundó ayer por la tarde que la investigación de la Guardia Civil está siendo exhaustiva, y que los interrogatorios, como ya avanzó EL ESPAÑOL, se han centrado en familiares, amigos y conocidos en el sentido más amplio.

Engañada

La investigación, según Madueño, está determinando que el encuentro entre víctima y agresor "fue una cuestión más casual", y que ambos "tenían conocidos comunes" que podrían haberlos puesto en contacto aquella tarde por casualidad. Se han investigado además aspectos, como si "hubo algún tipo de premeditación" en la acción del joven para acabar con la vida de la niña.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Antonio Marino Aguilera, explicó ayer que a Kawla se la llevaron al lugar de los hechos mediante engaños, y que esta es la principal "hipótesis" de la investigación. Que fue "engañada y llevada a la fortaleza de la Mota con algún tipo de artimaña"

En declaraciones a Canal Sur, ha abundado que fue a casa de una amiga para hacer un trabajo para el instituto, y que, una vez allí, surgió salir de la casa "con un tercer chico", que a su vez habría sido quien le habría presentado al joven de 22 años. Este, posteriormente acabaría reconociendo ante el 112 y ante la Guardia Civil la presunta autoría de los hechos.