Exceder los límites de velocidad en las carreteras españolas siempre ha sido un gran problema al que la Dirección General de Tráfico (DGT) intenta poner solución día a día. No solo se pone en peligro la vida del propio conductor, sino que también la del resto de usuarios. Aunque la vigilancia sea efectiva, son muchas las personas que intentan engañar a los radares con un inhibidor o detector, elementos totalmente prohibidos que vienen acompañados de sanciones de hasta 6.000 euros. Pero Tráfico no deja que le tomen el pelo tan fácilmente y mucho menos con los radares Velolaser: son diminutos, van controlados por Wifi y pueden multar a cualquier conductor.
Son muchos los tipos y modelos de radares de alta tecnología con los que cuenta actualmente la Guardia Civil de Tráfico para vigilar la seguridad de los conductores. Uno de los más avanzados, Velolaser, son los más efectivos al quedar casi ocultos a la vista gracias a su pequeño tamaño.
Están colocados en la mayoría de carreteras españolas y pueden sancionarte por exceder la velocidad (hasta 600 euros), usar el móvil al volante (200 euros), no llegar correctamente el cinturón de seguridad (200 euros) o cualquier infracción cometida.
Radar Velolaser
Radares indetectables
Tienen un tamaño inferior a los 50 cm, un peso contenido y el objetivo principal de controlar la velocidad en carretera. Pueden ser colocados sobre una señal, sobre el quitamiedos o anclados sobre un trípode, de una manera mucho más discreta que el resto de radares.
Son inalámbricos y funcionan de manera autónoma, con una autonomía de hasta cinco horas. Se controlan desde cualquier dispositivo con conexión Wifi o 3G/4G y tienen mayor eficacia en las zonas urbanas.
El modo de funcionamiento es igual que el del resto de cinemómetros y pueden ir equipados en cualquier vehículo del parque de la Guardia Civil. Son capaces de detectar a los infractores que pasen entre los 15 hasta los 50 metros, hasta dos carriles de su ubicación y con un rango de actuación que alcanza medidas que van desde los límites de 30 km/h a 250 km/h.
Cuentan con un margen de error del 5% y funcionan tanto de día como de noche. Eso sí, la creación de los mismos es mucho más cara que las sanciones que son capaces de poner, cada Velolaser tiene un precio de 14.339 euros.
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