Un transportista de 33 años ha resultado herido por un arma de fuego en el abdomen en la noche de este lunes en el parque logístico Barral de San Fernando de Henares (Madrid), durante un forcejeo con un agente de paisano que estaba trabajando en el lugar durante el piquete informativo de trabajadores.
El disparo se ha producido de manera accidental por un forcejeo entre el funcionario policial y el transportista, que le ha intentado quitar el arma. Tras la detonación, se ha avisado a los servicios de emergencias, que han trasladado al herido de bala al hospital de La Princesa con pronóstico grave.
Es el incidente más considerable de las protestas que comenzaron a primera hora de la mañana de este lunes. El motivo: la subida exponencial del precio del gasoil derivada de la guerra de Ucrania. Juan José (nombre ficticio) es uno de estos camioneros. Le quedan dos años para jubilarse y no ha sacado a circular su vehículo desde el viernes pasado en previsión del paro nacional indefinido. Él es autónomo y las circunstancias actuales han provocado que trabajar le suponga perder dinero.
"Por un viaje de Madrid a Murcia el intermediario que contrata mis servicios me paga 750 euros. Estando el gasoil a 1,80 euros el litro, tengo que poner de mi bolsillo 540 euros. A eso súmale 60 euros por las dietas, más otros 100 del coste proporcional de mantenimiento, cargas sociales, etc. Me sale el viaje por 700 euros, solo saco de margen 50. No me compensa", asegura en conversación con este periódico para ilustrar la problemática.
A final de mes, con el precio actual del combustible, puede llegar a gastar hasta 9.000 euros solo en este concepto. "Nos arruinamos; pagamos 9.000 euros en gasoil pero ingresamos 11.000. Por más que queramos trabajar, no podemos", se queja el veterano conductor.
Cientos de compañeros suyos en una situación parecida tomaron las carreteras españolas desde la mañana del lunes para bloquear los accesos a las grandes ciudades. Los piquetes detuvieron el paso a otros camiones que decidieron circular en Murcia, Asturias, Navarra, País Vasco, Cataluña y un largo número de comunidades en las que se vivieron algunas escenas de tensión. "Esto va a ir a más, la cosa se está calentando", asegura Juan José.
Fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT) han señalado que los paros del transporte no han ocasionado incidencias destacables, aunque sí se han detectado piquetes informativos, por lo que se han establecido rutas alternativas por todo el país.
División ante el paro
En general, los transportistas que secundaron el paro calculan que en la primera jornada del paro, el 90% de profesionales se unió a ellos. La cifra la aportó el presidente de la Plataforma para la Defensa del Transporte, Manuel Hernández, convocante del paro. Su asociación, según apunta, representa al 85% de los profesionales autónomos del sector.
Por contra, se oponen al paro las principales organizaciones patronales que representan, por su parte, a otros autónomos y pequeñas empresas, pero también a grandes compañías del sector. El Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) y alguna de esas organizaciones de las que se compone, como la mayoritaria Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM), dijeron que la protesta apenas tuvo seguimiento y que no se produjeron grandes afectaciones. El Gobierno, por su parte, señaló que no hay riesgo de desabastecimiento.
"El incremento del precio del gasoil es brutal pero no pensamos que sea el momento", aseguró, por su parte, Dulsé Díaz, portavoz de CETM. "En diciembre llegamos a un acuerdo con el Gobierno para que el precio del transporte se actualizara de acuerdo con el precio del combustible, pero la subida por la guerra en Ucrania ha sido de más de un 20% y no se ha podido nivelar. Estamos en un momento de incertidumbre y no nos parece justo servirse de esa incertidumbre para presionar", añadió en conversación telefónica con EL ESPAÑOL.
Otros portavoces de asociaciones inscritas en el CNTC han rehusado dar declaraciones a este periódico. Su postura está en contra del paro, pero reconocen, de forma oficiosa, que algunos de sus miembros lo apoyan.
Entre las reivindicaciones que recoge la Plataforma para la Defensa del Transporte está, sobre todo, la prohibición de la contratación de los servicios de transporte de mercancía por carretera por debajo de los costes de explotación. Y piden medidas fiscales concretas como las que se han aplicado en Francia, donde el Gobierno financiará con 2.000 millones de euros el sobrecoste del combustible.
Medidas inmediatas
El lunes, Hacienda se abrió a una rebaja fiscal a los carburantantes a la espera de cambios en la UE. El anuncio no ha logrado desconvocar las movilizaciones. Porque el precio del combustible solo ha sido la gota que ha colmado el vaso de otros problemas que arrastran.
"No podemos pegar ojo por las noches en las áreas de servicio por si nos roban la carga, llegamos a los centros de carga y descarga y nos toca descargar a nosotros porque así han decidido reducir costes algunas empresas. Además de conducir y de no ganar casi dinero, tenemos que hacer de guardias de seguridad y de mozos de almacén", se queja Juan José.
El próximo miércoles está previsto que la CNTC se reúna con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para buscar una solución inmediata al alza del precio del combustible. Los transportistas que han ido al paro dicen, sin embargo, que hasta que no se considere un interlocutor válido a la Plataforma para la Defensa del Transporte son escépticos de que haya algún avance.
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