Playas, instalaciones deportivas al aire libre, en el coche con niños o embarazadas y tampoco en las terrazas... Son solo algunos de los nuevos espacios en los no se podrá fumar, según prevé la reforma de la ley antitabaco de 2005, que ya fue modificada en 2010. El nuevo texto en el que trabaja el Ministerio de Sanidad, tiene la intención de entrar en vigor a finales de 2023, con el objetivo de reducir el tabaquismo un 30% respecto a los últimos datos de 2010.
En las calles de Madrid, los fumadores tienen opiniones encontradas, pero la mayoría de entrevistados por este periódico no ve con buenos ojos el nuevo paquete de medidas. Sobre todo, en lo que respecta a los espacios al aire libre como las terrazas.
"Lo de prohibir está muy mal. Hemos pasado de que se pueda fumar en el avión -que no digo que estuviese bien- a que no se pueda fumar en ninguna parte, ni al aire libre. En un sitio abierto no molestas a nadie. Con estas prohibiciones solo se crean nuevos 'apartheids', guetos de fumadores a las puertas de los locales", dice Jesús, de 59 años. Junto a su amigo Juan Carlos, se fuma un puro en la terraza de una cervecería del centro de Madrid, algo que, a partir de finales de 2023, no podrá hacer.
En un sentido similar se expresa Gina, de 45 años, a quien le parece mal las nuevas restricciones que aplicarán en espacios al aire libre. "El aire es de todos", dice tras reconocer su sorpresa por el borrador en el que trabaja Sanidad, el cual no conocía. O Katya y Karina, de 27 y 18 años, respectivamente, que aseguran: "Fumar es parte de nuestro ocio y, siempre desde el civismo y el respeto, debería poder hacerse en espacios abiertos".
En el contexto de la pandemia, algunas comunidades autónomas como Baleares ya habían legislado en contra de fumar en las terrazas. A pesar del levantamiento de algunas medidas para la prevención de la Covid, la prohibición en las terrazas se ha mantenido en las islas en base a un estudio de la Sociedad de Neumología que demostró que la exhalación del humo del tabaco alcanza hasta 8 metros, afectando la salud de los no fumadores alrededor.
Daniela, Daniela y Victoria son tres jóvenes no fumadoras de 25 años. "Sí que me parece bien que se prohíba en terrazas semicerradas, donde el humo suele ser un poco molesto. Pero, en general, ni nos va ni nos viene, nos da igual que se pueda o no fumar", aseguran a este periódico.
Quien está a favor de la prohibición es Emilio, un fumador de 47 años que se sienta en una terraza cercana. "Con la pandemia en muchos sitios ya se prohibía fumar en la terraza y a mí no me parece mal que ahora esta medida venga para quedarse. Los demás no tienen por qué tragarse mi humo. A mí no me importa levantarme y fumar un poco más lejos", dice.
Las medidas
La reforma de la ley del tabaco será el brazo ejecutor del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, que ha sido elaborado con las recomendaciones de diferentes expertos científicos y de las comunidades autónomas. La lista de espacios libres de humo se extenderá de los recintos cerrados, el transporte público y los parques infantiles, a playas, estadios deportivos al aire libre, terrazas de bares y restaurantes y al vehículo particular si en el interior hay menores de edad o embarazadas.
Además de esta ampliación de espacios libres de humo, el Plan incluye una mayor carga impositiva sobre el tabaco, lo que significa que será más caro. Así, pretende “impulsar la revisión de la fiscalidad para lograr un incremento y aproximación del precio de todos los productos del tabaco y de los dispositivos de calentamiento utilizados para su consumo”. También quiere “promover que se graven los cigarrillos electrónicos con impuestos especiales”.
El Plan Integral también tiene la intención de reformar el real decreto de 2017 sobre los productos del tabaco, para adaptar la normativa a “a los cambios producidos en el mercado con la aparición de nuevos productos y logrando un avance en la regulación de los espacios sin humo”. El Gobierno quiere implantar el empaquetado genérico de productos del tabaco, de tal forma que las marcas quedarán casi invisibles. Otra de las medidas es la prohibición de los aditivos.
La reforma va en la línea de igualar a España con otros países, como Francia o Australia, donde el empaquetado genérico es una realidad desde hace años. Por otro lado, la prohibición de fumar dentro del vehículo con niños se aplica también en Francia y en otros países del entorno como Italia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Austria o Grecia.