En una pequeña gasolinera de ocho surtidores al norte de Madrid se acumulan, al mediodía del viernes, hasta una quincena de vehículos. Normalmente, el último día de la semana a esta hora, la gasolinera está vacía, según relata el quiosquero de enfrente. Una de las dos empleadas de la estación de servicio, ubicada en la Avenida de Pío XII, no da abasto. "Disculpa pero no te puedo atender", dice a este periódico, mientras intenta ordenar la avalancha de vehículos que se acumulan. Es el primer día que se aplica la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante aprobada por el Gobierno y muchos han decidido llenar el depósito.
Joaquín es uno de estos conductores: "Iba a poner gasolina ayer pero me he esperado a hoy para llenar el depósito y así aprovecho el descuento", dice. "Me parece muy bien la medida".
Pero no todos piensan igual. Juan, un hombre que está repostando a unos pocos metros, asegura que no se cree nada. "Esto será una ruina para las gasolineras. El Gobierno les obliga a hacerte el descuento en caja pero no dice cuándo ni cómo se lo pagará", dice. En el mismo sentido se expresa Dolores, que hace cola dentro del coche para entrar en uno de los surtidor: "He llenado el depósito del otro coche a primera hora de la mañana y ahora voy a llenar este. Evidentemente que aprovecho que es el primer día con el descuento, pero me parece mal por las gasolineras", asegura.
El sistema de la bonificación funciona de la siguiente manera: las gasolineras adelantan el total del descuento del 20 céntimos, de los cuales los operadores de gasolina se hacen cargo de 5 céntimos, mientras que el Estado abona los otros 15. Esto quiere decir, por ejemplo, que una estación promedio que vende unos 200.000 de combustible al mes, tenga que adelantar 40.000 euros mensuales.
Los precios se mantienen igual en las tablas exteriores de las gasolineras y el litro se cobra como siempre en el surtidor. Es en la caja donde se aplica la bonificación al salir el tíquet. Dolores ha repostado 45 litros de gasolina 95 por 85,05 euros, a los que le han descontado 11,41. En total, ha pagado 73,64 euros.
La mañana se ha desarrollado con mayor afluencia de vehículos en las gasolineras de todo el país. En las gasolineras Repsol, la aplicación del descuento en caja ha causado un fallo en el sistema informático, lo cual ha derivado en que muchas de estas estaciones permanecieran cerradas en la mañana del viernes.
En otras gasolineras de la misma operadora solo se podía pagar en efectivo y no se podía efectuar el descuento, que en algunos casos se anunciaba con carteles. El colapso del sistema ha provocado colas y confusión entre los clientes, que desesperaban en el momento de pagar. "Me voy a sacar dinero en efectivo mientras avanza la cola, llevo 20 minutos aquí", le ha dicho una conductora a una de las empleadas de la gasolinera.
Críticas de los empresarios
Sobre el adelanto de la bonificación que tienen que aplicar las gasolineras, se han quejado los empresarios del sector. El pasado 28 de marzo, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) advirtió de que las pequeñas y medianas estaciones de servicio carecen de capacidad financiera para adelantar los descuentos que se aplican a partir de este viernes, y que tienen previsto extenderse hasta el próximo 30 de junio.
"La medida quedará sin efecto. No porque las estaciones de servicio no deseen contribuir al éxito de la misma, sino porque directamente no pueden hacerlo", aseguró la patronal.
Por su parte, el ministerio de Hacienda anunció este jueves que comenzaría a abonar el coste del descuento a las gasolineras a partir del lunes 4 de abril. Los técnicos de la cartera que dirige María Jesús Montero han cifrado en 1.894 millones de euros el coste total de la inciativa. La mayoría del peso económico de la medida recaerña del lado del Gobierno, que pagará 1.420 millones de euros. Los 473 millones restantes quedan del lado de los operadores de combustible.