El niño de 3 años arrollado por un autobús en Barajas iba con su abuela a recoger a su madre
El menor fue arrollado por un autobús tras caer del carro portamaletas. Acababa de reencontrarse con su madre, a quien fue a recibir con su abuela.
1 abril, 2022 21:32Noticias relacionadas
Diez minutos. Fue el tiempo que duró la alegría por un esperado encuentro de una madre con su hijo de tres años en la terminal de llegadas de la T4 de Barajas. En ese lapso de tiempo, la euforia por volver a estar juntos se transformó en un dolor incomprensible: un autobús terminó con la vida del pequeño, después de que este se cayese del carro portamaletas al que se había subido.
El pequeño vivía en Madrid con su abuela y este viernes al mediodía, ambos habían ido al aeropuerto madrileño a recibir a la madre. Ella venía de viaje, presumiblemente desde Mauritania, de donde la familia tiene nacionalidad. Tenían parientes en el Norte de España. Tras encontrarse en la puerta de llegadas, madre, hijo y abuela se dirigieron con un carro portamaletas a la parada de autobús de la línea número 200 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid.
Alrededor de las 14:30, mientras el niño y las dos mujeres caminaban por la estrecha calzada de la parada de autobús, la madre habría levantado las manos de la palanca del carro, lo cual provocó que el artefacto frenase en seco. El frenazo habría causado que se tambaleasen las maletas sobre las que iba el niño, y que este saliese rodando junto al equipaje hacia la calzada.
En ese mismo momento pasaba un autobús, cuya conductora no pudo hacer nada para evitar la tragedia: arrolló al pequeño, que murió en el acto, según informaron a este periódico fuentes de emergencias SUMMA 112 de Madrid.
Nada más producirse el atropello, acudieron a socorrer al niño agentes de una patrulla de Policía que se encontraba cerca de la parada, así como operarios que ordenan las filas de passajeros en la parada de taxi, a unos 50 metros de donde se produjo el accidente.
La parada de autobús se encuentra en uno de los viales de salida de la terminal, algo apartada y con poca visibilidad desde otras zonas del aeropuerto donde se concentra un mayor volumen de pasajeros, como es el caso de la parada de taxis paralela.
Asimismo, el personal sanitario del aeropuerto acudió al lugar de los hechos para tratar de reanimar al pequeño. No pudieron hacer nada. Tampoco los efectivos del Samur que llegaron poco después: solo pudieron certificar la muerte del pequeño.
Una empleada del aeropuerto que entraba en el turno de tarde y que llegó a la terminal en el siguiente bus de la línea 200 -justo después del que atropelló al menor- vio un panel que tapaba el cuerpo del niño y pudo apreciar restos humanos en la calzada, según ha relatado a este periódico. Por su descripción, el niño habría sido arrollado por la rueda delantera derecha del autobús.
"Tenía que coger el bus que ha atropellado al niño. Lo perdí por tres o cuatro minutos y llegué en el siguiente. En la parada estaban todos los equipos de emergencias, una carpa, y lo que podía apreciarse en la calzada era muy desagradable", explica esta trabajadora.
Por otro lado, según el testimonio de vigilantes de seguridad del aeropuerto recabados por EL ESPAÑOL, una presunta irresponsabilidad de la madre al permitir que el niño fuese encima del carrito y una distracción habrían sido las causas del accidente. "Los padres no se dan cuenta, les parece una tontería y dejan a los niños subirse a los carros. Pero si en los carros pone que está prohibido que se suban personas es por algo", explicó uno de ellos. No obstante, la Policía Municipal de Madrid ha iniciado las pesquisas para aclarar la causa de lo sucedido.
Tras el atropello mortal, la madre y la abuela se encontraban en estado de 'shock' y fueron atenididas por el psicólogo del equipo de Emergencias desplazado al aeropuerto. "Por el estado que presentaba, no debía ser ni consciente de lo que acababa de suceder", declararon fuentes de Emergencias a este periódico. La conductora del autobús, afectada por una crisis de ansiedad, también requirió de ayuda psicológica.
El Ayuntamiento de Madrid se ha encargado de dar alojamiento temporal a la madre y a la abuela, mientras que familiares suyos se han desplazado a Madrid desde el Norte de España para encontrarse con ellas.