El chef Andoni Luis Aduriz no destaca por pasar desapercibido. Por un lado, su nombre está relacionado con su restaurante, el Mugaritz, con dos estrellas Michelin en Rentería (Guipúzcoa) y en la cima de The World's 50 Best Restaurants. Por otro, con un tipo de cocina personal, esperpéntica y desconcertante. Demuestra, a fin de cuentas, que no todo está inventado. Su última diablura: un cocido con una mímesis que parece un embrión humano de tres meses y que se llama: "Feto en líquido amniótico".
El polémico plato, que detalla al feto a la perfección, está confeccionado para que parezca que realmente el comensal está mordiendo un embrión. El parecido no es sólo estético, ya que está hecho con un gel de habas y, en especial la cabeza, tiene una almendra que cruje al morderla, simulando el cráneo. Han leído bien. Eso sí, no forma parte de ningún menú, sino de una colección artística e interna.
Era de esperar, la popularidad del plato en redes sociales ha sobresaltado a algunos usuarios de Twitter, que dicen no comprender cómo una comida de estas características tan peculiares puede ser obra de un dos Estrellas Michelín. Por su mal gusto, entendemos, aunque no lo hayan probado.
Aduriz, por su parte, siempre ha buscado desconcertar: “Hemos ayudado a que un sitio tan conservador como Donosti sea más descarado”, ha asegurado, al mismo tiempo que reivindica su cocina tachándola de “extrema” y “desconcertante” y que ayuda a que el comensal "se quite los complejos".