José envía un correo, María cumplimenta una solicitud de ayuda a la dependencia y Ana introduce en su navegador la dirección a la que quiere llegar. Son solo ejemplos de operaciones sencillas que desarrollamos miles de veces cada minuto en España de manera simultánea. Todos acceden a la información, pero ninguno la tiene, no es de los usuarios. Es lo que comúnmente se llama “la nube”, y en la práctica son una serie de procedimientos informáticos que realizamos en remoto. Para que la tecnología en “la nube” se desarrolle es necesario que físicamente exista un lugar donde estén los archivos y programas, son los Centros de Proceso de Datos (CPD).
Los CPD, conocidos popularmente como datacenters, han permitido el desarrollo de tecnologías en la nube. El primero de España fue construido en 1964 por la tecnológica IBM para la empresa pública de ferrocarriles Renfe.
Sin embargo, no es hasta el año 2000 cuando empiezan a desarrollarse grandes proyectos de CPD en todo el territorio español. El último de ellos es Nabiax, empresa vinculada a Teléfonica que ha invertido 550 millones de euros en 82.000 metros cuadrados, como ampliación del Data Center de Alcalá.
Más cerca de lo que parece
Mientras el datacenter de Alcalá prepara su segunda fase de crecimiento para comienzos de 2022, en el norte de la península ibérica crece uno de los CPD con más experiencia en el sector: 25 años y la certificación Tier III (no acepta desconexión para custodia de datos) avalan su trabajo.
Marco Prieto es el director técnico de Asac, con sede en Oviedo. Su crecimiento ha sido notable, sobre todo en el trabajo, “con esto del confinamiento andamos con mucho lío”. Tal y como explica, desde 2006 desarrollaron una estrategia para incrementar servicios en la nube orientados a teletrabajar y han visto los resultados de manera creciente.
En España hay un centenar de Centros de Procesos de Datos, y una veintena de ellos certificados. “Sí que es cierto que hay datacenters pero al final la mayor parte de los servicios cloud [nube] acaban aterrizando digamos en los más grandes o en los más seguros”, explica el director técnico de Asac.
La pandemia ha agilizado los cambios tecnológicos, pero Marco Prieto cree que todo es una cuestión de mentalidad: “En realidad, nuestra información está mucho más segura en la nube, porque los proveedores de cloud tenemos mecanismos para protegernos mucho mejores que nuestros usuarios porque es nuestro negocio”. Y es que, confiesa, algunos clientes deciden implementar servicios en la nube después de haber recibido algún ciberataque.
En la práctica, sobre los centros de datos está funcionando una parte importante del internet de uso diario, y aunque cada vez se trabaja más en la nube, “hay una predilección de los clientes españoles a que sus datos estén en España”, comenta Prieto.
Las administraciones españolas tienen que tener sus datos dentro del Espacio Schengen por ley, “pero las grandes empresas también”, porque no se fían de posibles redes de espionaje industrial: “Nadie quiere poner información en manos de terceros, fuera de España”.
Nace la patronal del dato
La necesidad de infraestructura estaba y las empresas han ido organizándose y obteniendo sus certificados, hasta que hace un par de meses se constituía en España la primera asociación patronal de empresas de centros de procesos de datos con el nombre SpainDC.
La organización nace con nueve socios-empresa y tiene como objetivo hacer de España el “hub de interconexión del Sur de Europa”. Pretende dotar al país de la tecnología suficiente para que las grandes empresas de Silicon Valley y los gigantes tecnológicos estadounidenses seleccionen España como ubicación europea.
La situación geográfica de la península ibérica juega un papel importante ya que puede dar servicio de almacenamiento de datos al continente africano gracias a las conexiones submarinas por cable de fibra óptica ya instaladas.
SpainDC cifra el volumen de inversión en datacenters en los próximos cinco años en 5.000 millones de euros y según el estudio Datacenterpricing 2021, este sector crecerá en España un 45,5% en 3 años. El incremento durante 2020 del sector en todo el territorio nacional ha sido de 6,7%.
Según la información que maneja la patronal de los centros de datos, por cada euro invertido se generan 12 euros de beneficio a la sociedad. Aunque el ratio de empleo por inversión es muy bajo, un puesto de trabajo por cada millón de euros invertido, esta actividad económica podría generar 5.000 empleos fijos y permanentes debido al gran crecimiento esperado.
Desde Asac, Marco Prieto explica que son 150 personas y desmiente el mito de que la tecnología está eliminando empleos: “En España, las tecnologías están dado mucho empleo; y más empleo habría si hubiese más profesionales”.
Habla de Asturias para explicar que, en una población de poco más de un millón de personas, hay más de 5.000 empleos tecnológicos y las empresas van en busca de talento a los dos centros universitarios donde se imparte informática. “No sólo hay mucho, tenemos empleo de calidad”.
No está de acuerdo con el mito de que la tecnología elimina empleos “más bien los transforma”, y los que crea en muchos casos son mejores. “Nos da la risa con el convenio”, afirma, ya que la mayoría de los trabajadores está por encima del doble del convenio.
La administración también
Uno de los productores de datos e información más grande es la propia administración. Tanto es así que varias comunidades autónomas tienen centros propios. Otras han optado por externalizar —total o parcialmente— el almacenamiento de su información. La Junta de Comunidades de Castilla y León dispone de uno de los más grandes y actualizados de titularidad pública, ya que fue renovado prácticamente en su totalidad en 2019.
Óscar García es jefe de Servicio de Informática Corporativa de esta autonomía y responsable del CPD. “Por seguridad, nosotros pensamos que era mucho mejor tener el CPD a nuestro cuidado”, asegura. Explica que para la administración no solo era más seguro y más eficiente sino que también “es más barato, porque las empresas te cobran por el servicio que te ofrecen”.
Castilla y León tiene más de 1.200 procedimientos informatizados, lo que supone el 80% de los trámites que los ciudadanos de esta región pueden realizar con su administración autonómica. “Nuestro CPD favorece que seamos una administración ágil, activa e incluso en algunos casos proactiva”, argumenta García.
Como parte de la transición hacia una administración digital, el responsable del Centro de Datos indica: “Tenemos procedimientos en los que la aplicación avisa al ciudadano que tiene que renovar un servicio o ingresar un dinero”. “Estamos obligados a tener una administración ágil y digital”, comenta García, que confirma que la ventanilla cada vez es menos utilizada y explica que, cuando un procedimiento es analógico, la administración lo que hace es digitalizarlo, o escanearlo, para poder trabajar con él.
Dato y compromiso ambiental
Prieto comenta que, desde Asturias, tienen una ventaja importante: gracias al clima más frío con respecto a otras zonas de España, han puesto en marcha un sistema de freecooling, lo último en climatización eficiente. Este sistema introduce y filtra aire del exterior para mantener una temperatura entre 10 y 22 grados, la idónea para el funcionamiento de estos complejos equipos informáticos. El 55% del tiempo, casi 7 meses al año, no utilizan energía para refrigerar sus instalaciones: “Tiene sentido tener un datacenter en Asturias”.
Por su lado, desde la administración, García explica que en Valladolid el clima es benigno, “aunque necesitamos refrigerar en verano”. Comenta que, de 2016 a la actualidad, con sistema de climatización eficiente han conseguido ahorrar hasta el 75% de la energía “casi, casi se ha autofinanciado el CPD”.
Además, arguye que en los dos edificios, separados entre sí por cuestiones de seguridad, instalaron una fachada trasventilada con cerámica y climatización autorregulada con inteligencia artificial.
Las grandes máquinas del futuro
Los centros de datos serán una pieza clave para la implantación de tecnología en los próximos años como realidad aumentada y virtual, inteligencia artificial, finanzas tecnológicas, blockchain, teletrabajo y administración electrónica. Para Prieto, “tener datacenters próximos permite que la tecnología llegue a compañías más pequeñas, a las pymes”.
Explica que, si junto a esta red de centros hay un conjunto de empresas que trabajan en soluciones y desarrollos, “lo que conseguimos es que la tecnología sea más accesible”. En España, afirma el director técnico de Asac, “en infraestructuras estamos super preparados. España es puntera en la prestación de servicios cloud”. Pero concluye: “Nos falta mentalidad”.
Por su parte, el responsables castellano leonés cuenta que, gracias a que tienen sus CPD, utilizarán parte de los fondos Next Generation para hacer que los servicios digitalizados sean más accesibles y proactivos con los ciudadanos utilizando, para ello inteligencia artificial.
“Incorporaremos nuevas aplicaciones que darán asistencia al ciudadano con robots inteligentes”, narra. Esto les permitirá simular un procedimiento, reducir el número de información a aportar por el ciudadano y que los robots obtengan la información donde les corresponda, evitando así un proceso tedioso y largo para el usuario y para el funcionario.
Concluye explicando que gracias a los procedimientos de almacenamiento y custodia en el CPD van a poder desarrollar inteligencia artificial a partir de la información que ya está disponible utilizando para ello minería de datos.
Con toda seguridad, los trámites que se realizan con las distintas administraciones se encuentran en Europa, pero las empresas, sobretodo las que necesitan seguridad informática, abogan por tener sus datos cerca. De hecho, en la economía digital el dato es un activo económico con enormes posibilidades de crecimiento.