La investigación policial abierta por un juzgado a raíz del trágico accidente mortal en un castillo hinchable de Mislata ha confirmado que el ingeniero que debía certificar y supervisar las instalaciones de la feria de Navidad no se desplazó al recinto para comprobar las medidas de seguridad.
Según consta en un nuevo informe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional entregado al juzgado, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, los posicionamientos de su teléfono móvil sitúan al técnico en Elche, a unos 180 kilómetros de distancia de Mislata, el día que aseguró que había supervisado in situ la instalación.
“Analizada la actividad y registros del número de teléfono, entre las 00:00 horas y las 23:59 del día 2 de diciembre de 2021, se determina que el mismo no posiciona en la localidad de Mislata a lo largo de todo el día, ni tampoco en la ciudad de Valencia, marcando como posicionamiento” ese día en la localidad de Elche”, subrayan los agentes.
Además, se han revisado "los posicionamientos de días posteriores" y tampoco figura Mislata entre los destinos. La única referencia a Valencia que aparece en el terminal corresponde al día 7 de enero de 2022, fecha en la que el ingeniero prestó declaración en dependencias policiales tras el suceso.
Los hechos se produjeron durante la tarde del 4 de enero en el recinto ferial de Mislata. Según ha acreditado la investigación judicial, en torno a las ocho de la tarde y de "forma súbita", se registró un remolino de viento con bastante intensidad que consiguió doblar la parte superior de las palmeras de la zona. El viento sopló tan fuerte en ese momento que hasta se produjo una tormenta de arena.
Unos segundos después, varios de los niños que estaban jugando lograron bajar, asustados, y refugiarse junto a sus padres. En ese mismo instante, la base del castillo se despegó del suelo desde la zona central.
El resto de padres se acercaron "de forma apresurada" para sujetar la atracción al suelo. No lo consiguieron y la atracción salió volando, de derecha a izquierda. Dos niñas, Vera y Cayetana, de 4 y 8 años respectivamente, perdieron la vida poco después por las lesiones sufridas durante el accidente. Los padres de Vera compartieron un emotivo vídeo en redes sociales en el que se despedían de su hija menor y pedían justicia.
El juzgado aceptó investigar el posicionamiento del teléfono del ingeniero para comprobar la veracidad de su versión. Durante su primera declaración, el técnico manifestó que "cuando realizó la inspección del referido hinchable, este se encontraba amarrado a puntos fijos (farolas, árboles, bancos, etc) con resistencia suficiente hasta una fuerza 5 de viento según la escala de Beaufor; en concreto sobre seis puntos fijos en la totalidad del perímetro de dicha estructura, según recomendaciones del fabricante y con una fuerza o tensión de los amarres equivalente a 1600 N".
Igualmente, declaró "que los anclajes de cuerdas y cinchas eran las adecuadas, no recordando concretamente a qué mobiliario urbano estaba amarrado este hinchable ya que estuvo viendo otros dos más". Pese a que no viajó a Mislata, el ingeniero emitió el correspondiente Certificado de Supervisión y Dirección de Montaje de la atracción siniestrada y el resto de instalaciones recreativas de la feria.
Carta de la Generalitat
Una de las primeras personas a la que la Policía tomó declaración fue al técnico del Ayuntamiento de Mislata encargado de supervisar la atracción. El funcionario afirmó que, pese a lo dispuesto en la normativa, "no existe la obligación de comprobar la correcta instalación del castillo hinchable, e hizo referencia a una comunicación de la propia Generalitat Valenciana del año 2017".
La carta, aportada al sumario, solo indica "que el Ayuntamiento, si procede, deberá inspeccionar y comprobar la atracción instalada a los efectos de verificar la seguridad de la misma, por lo que no es obligatorio tal acto, ya que quien tiene que emitir el certificado final de montaje" es el ingeniero con el que habitualmente trabaja cada feriante.
Nadie puso ningún reparo y ahora la Policía ha descubierto que el ingeniero no se desplazó desde Elche hasta Valencia para certificar las instalaciones.