Francisco Torrecillas, el 'Jesús Gil de Albox' que no deja la alcaldía: los 7 años de cárcel que le piden
El regidor no dimitirá antes de sentarse ante un juez: "Sigo trabajando, como siempre, por mi pueblo, y siguiendo mi lema: poco a poco y sin parar".
6 mayo, 2022 03:12Noticias relacionadas
Francisco Torrecillas fue boina verde del Ejército de Tierra antes de ser docente, de convertirse en director del instituto Martín García Ramos y de hacerse con la alcaldía de Albox. Desde 2016, Torrecillas ha hecho política de forma populista: al estilo Jesús Gil. Este regidor almeriense lo mismo aparecía montando a caballo por la Feria del Ganado, que se vestía de pakistaní para pedir a los musulmanes que celebrasen el Ramadán respetando las restricciones Covid, pavimentaba sin permiso una rambla para convertirla en un aparcamiento, celebraba un 16 de noviembre el Día de la Mujer Albojense, levantaba una especie de 'Mini-Valle de los Caídos' para conmemorar el centenario del Sagrado Corazón de Jesús...
Al final, tanto va el cántaro a la fuente, que la Justicia ha tomado cartas en algunas de sus decisiones. El alcalde de Albox tiene pendiente una citación para declarar en el juzgado, por un supuesto delito de malversación de caudales públicos, y también tiene que recibir dos citaciones para sendos juicios. En el primero, la Fiscalía le pide 2 años y 6 meses de inhabilitación especial, por un presunto delito contra los derechos cívicos, y en el segundo, el Ministerio Público le reclama penas de cárcel que suman 7 años, y la inhabilitación especial durante 12 años, por delitos contra la ordenación del territorio, prevaricación y malversación de caudales públicos.
Torrecillas no está dispuesto a dimitir y piensa sentarse en el banquillo de los acusados ostentando el bastón de mando de la alcaldía. Así lo expone en el mensaje que envía a EL ESPAÑOL para excusarse por no atender a este diario tras conocerse el último escrito de la Fiscalía que podría enviarle a prisión: "Buenas tardes. He visto tus llamadas. No voy a hacer ninguna declaración. Sigo trabajando, como siempre, por mi pueblo, y siguiendo mi lema: 'poco a poco y sin parar'. Saludos".
Ni que decir tiene que la situación judicial del que bien podría denominarse como el 'Jesús Gil de Albox', no ha cambiado su popularidad entre los 12.070 vecinos que tiene el pueblo. Le siguen adorando o criticando, igual que el día que se saltó la sobriedad que suele reinar en la toma de posesión de cualquier Corporación municipal y organizó un concierto de Los Puntos.
La personalidad del alcalde queda plasmada en la respuesta que Francisco Torrecillas le ofreció al concejal del PP, Juan Pedro Pérez, en un Pleno celebrado un 15 de marzo de 2018. En aquella sesión, el edil popular le preguntó al regidor si había solicitado permiso para pavimentar la Rambla de Albox que divide el casco urbano del Barrio de la Loma y que acabó convertida en un aparcamiento.
- Juan Francisco Pérez, edil del PP: ¿Se pidió la autorización del 'hormigonao'?
- Francisco Torrecillas, alcalde de Albox: No. Mire usted, el 'hormigonao', hice un carril, después hice el otro, y luego lo terminé.
- Juan Francisco Pérez, edil del PP: ¿No se pidió autorización?
- Francisco Torrecillas, alcalde de Albox: ¡Qué va a pedir autorización! ¡No te la van a dar! Mire usted, igual que cualquier día, pues me levantaré, y haré un carril enfrente, como hicieron en Macael y en Pulpí. ¿Para qué nos vamos a engañar? Si Medio Ambiente dice que no puedes ni llevar al perro a la rambla. ¿Quiere llevarme a la Fiscalía o a Medio Ambiente? Pues mire usted, para la Fiscalía. Pues adelante: ¿Qué vamos a hacer? Y si no, que vengan y que lo quiten ellos. Que venga el del río y lo quite [el hormigón de la rambla]. Yo no lo voy a quitar, como usted comprenderá.
El vídeo de aquel Pleno de 2018 corrió como la pólvora y las palabras del regidor sobre el cementado de la Rambla de Albox -sin licencia alguna- retumbaron en la guardia fluvial. De hecho, se fueron directos a la Consejería de Medio Ambiente a interponer una denuncia. Así lo expone la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales contra el alcalde, Francisco Torrecillas, el que por aquel entonces era concejal de Obras Públicas, José Simeón Campoy, y el interventor.
"En el mes de julio de 2017, Francisco Torrecillas, alcalde de la localidad de Albox, y José Simeón Campoy, concejal de Obras Públicas, decidieron, de común acuerdo, pavimentar el cauce de la Rambla de Albox para facilitar el aparcamiento de vehículos. Ambos eran conocedores de que la rambla forma parte del dominio público hidráulico y que aquella construcción requería autorización de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, como organismo de cuenca, y pensaban que esta institución no lo concedería".
"Francisco Torrecillas, conociendo que la obra no se ajustaba a la legalidad, decidió llevarla a cabo sufragándola con fondos municipales, sin dictar ninguna resolución, ni tramitar expediente administrativo en el que se emitiría informe jurídico por el secretario de la Corporación y sería necesario solicitar la autorización de la Consejería de Medio Ambiente. Para conseguirlo, contó con la colaboración del concejal José Simeón Campoy".
"Contrato de obra simulado"
El escrito de Fiscal al que ha accedido EL ESPAÑOL detalla que los trabajos se realizaron en dos fases. En la primera, el 26 de julio de 2017, se puso hormigón a 280 metros del cauce de la rambla, por importe de 8.712 euros. En la segunda, el 26 de septiembre de 2017, se ordenó a los operarios municipales la pavimentación de otros 380 metros.
"Del mismo modo, Francisco Torrecillas y José Simeón Campoy, decidieron adquirir el hormigón que precisaban a una empresa. Como sabían que el importe total del coste del hormigón superaría los 18.000 euros que la legislación vigente establecía como límite al contrato menor de suministro, en la fecha de los hechos, decidieron disfrazar la naturaleza del contrato celebrando un contrato de obra, pese a tener conocimiento de que la empresa se limitaría a suministrar el hormigón y la obra sería ejecutada por trabajadores municipales".
El contrato del Ayuntamiento fue redactado el 19 de septiembre y el fiscal pone el acento en que estaba preparado tres días antes de que la empresa les hiciese llegar el presupuesto, el 22 de septiembre, por 30.250 euros. En el documento viene la firma del alcalde, el edil y el interventor. "Habían preparado un contrato de obra simulado", subraya el escrito, donde se estima el perjuicio para las arcas municipales en 65.842 euros. Todo ello, debido a que al coste del hormigón, se suma la multa de 6.010 euros que le impuso Medio Ambiente al Ayuntamiento y los 24.603 euros que luego se invirtieron en devolver el cauce de la rambla a su estado original.
De forma que la Fiscalía solicita 5 años de prisión para el alcalde, el concejal de Obras Públicas y el interventor, por un delito de malversación de caudales públicos. Además, para el regidor y el edil reclama otros dos años de cárcel y doce años de inhabilitación para cargo público, por ilícitos contra la ordenación del territorio y prevaricación.
Máxima expectación
De momento, no hay fecha para la vista oral, pero el asunto ha generado máxima expectación entre los vecinos, casi la misma que cuando Francisco Torrecillas estuvo al frente de la fastuosa inauguración del Convento de las Hermanas de la Caridad, como nueva sede del Ayuntamiento. El estreno tuvo lugar en marzo de 2019, con la actuación de Mocedades, un castillo de fuegos artificiales, una caja de dulces para los asistentes…
Precisamente, los trámites seguidos en las obras para adecuar el convento como casa consistorial, centran la otra cita con la Justicia que tiene pendiente este regidor que se hizo con la alcaldía de Albox con UCIN, un partido independiente, al estilo de Jesús Gil, cuando concurrió con sus propias siglas al Ayuntamiento de Marbella. En este caso, el Ministerio Público pide para Francisco Torrecillas 2 años y 6 meses de inhabilitación especial para cargo publico, por un delito contra los derechos cívicos.
Básicamente, y según un informe del fiscal, el regidor impedía la labor fiscalizadora de la oposición. Para ello, no entregaba la documentación que le solicitaban sobre el estado de ejecución del presupuesto prorrogado de 2017 y las obras del Convento de las Hermanas de la Caridad como nueva sede del Ayuntamiento. En este juicio, también pendiente de fecha, el alcalde volverá a tener de compañero de viaje al interventor.
El político, a sus setenta años, tiene sobre su cabeza una espada de Damocles, pero se mantiene firme en su decisión de no dimitir, como aquella vez que decidió iniciar una campaña para evitar que le diesen pelotazos a los peatones y autorizó a la Policía Local a requisar los balones de los niños que jugasen al fútbol en las plazas del pueblo. Poco le importaron al alcalde las críticas que recibió de algunos vecinos por 'intervenir' pelotas. Solo una condena le puede quitar de la cabeza su idea de enlazar una tercera legislatura en la alcaldía de Albox, tal y como anunció el pasado febrero, cuando se cumplía un año de los 51 días que estuvo ingresado en una UCI por el coronavirus, y Francisco Torrecillas afirmó que volvería a presentarse a las elecciones con las siglas de UCIN: Unión de Ciudadanos Independientes.
La agenda judicial que acumula el munícipe empaña su historial de actuaciones aplaudidas por los vecinos. Valgan como ejemplo: las obras del recinto ferial, la Plaza Mayor.... El tercer asunto por el que acudirá a los juzgados, es la citación que tiene pendiente para declarar por una supuesta malversación de fondos públicos. Estas diligencias se instruyen por una denuncia que la Plataforma por la Democracia, la Libertad y los Derechos presentó ante la Junta Electoral de Zona de Húercal-Overa.
600 comensales, 'a pajera abierta'
En plena campaña de las elecciones autonómicas de 2018, al alcalde celebró el Día de la Mujer Albojense un 16 de noviembre y organizó supuestamente una cena a la que acudieron 600 comensales que presuntamente disfrutaron 'a pajera abierta', con cargo a las arcas municipales. La citada plataforma denunció a la Junta Electoral que Torrecillas organizó ese 'sarao' para "influir a favor de la candidatura autonómica del partido CILUS, donde sus hijas y yerno eran candidatos".
Paco, como le conocen los vecinos que le otorgaron el bastón de mando por mayoría absoluta, tendrá que hacer 'el paseíllo' a los juzgados almerienses por tercera vez, pero eso tampoco le presiona para dejar la alcaldía de Albox.