La Dirección General de Tráfico (DGT) continúa mejorando su plan de prevención de accidentes de motos. Las estadísticas dicen que toda precaución es poca ante un medio de transporte que, según datos del Ayuntamiento de Madrid, acapara el 51% de los accidentes con fallecidos u hospitalizaciones graves. Por ello, la DGT ha diseñado una nueva estrategia con el objetivo de reducir esos porcentajes.
Hay que tener en cuenta que la comparación con los coches demuestra una mayor vulnerabilidad de los usuarios de vehículos de movilidad personal. Un estudio de la Fundación MUTUA revela que el 72% de los accidentes de moto acaban con heridos, mientras que en el caso de los coches esta cifra es de apenas el 11%.
Además, la Fundación MAPFRE explica que más del 50% de los accidentes de motos donde hay fallecidos tienen su causa en alguno de los conductores de la motocicleta. Por ello, el plan de la DGT pasa por dedicarle mayor atención al comportamiento de los motoristas. Especialmente los fines de semana, que es cuando se da una mayor concentración de accidentes de moto.
Motorista
Concretamente, la medida podrá consistir en expandir por toda la geografía nacional una de las acciones que ya están llevando a cabo en algunos territorios como Galicia: el uso de agentes de la Guardia Civil de Tráfico vestidos como de paisano y ejerciendo de motoristas infiltrados a la caza de comportamientos indebidos.
Las motocicletas empleadas son de gran cilindrada y tampoco llevan ningún identificativo que pueda poner en jaque la operación. De este modo, cualquier motorista es susceptible de ser multado por quien, a priori, solo es un usuario normal de los tantos que circulan.
Este método se está llevando a cabo principalmente en carreteras convencionales, pues en ellas se concentra el mayor número de accidentes mortales. Además, el Guardia Civil infiltrado también puede multar al usuario de cualquier otro vehículo que no cumpla con el reglamento de tráfico.
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