La voz de María Salmerón se siente apagada. Sabe que hasta el rabo todo es toro y va a pelear sin descanso, pero si no logra la remontada esperada, antes del viernes, deberá ingresar en la cárcel de Alcalá de Guadaira (Sevilla). El motivo: debe cumplir una pena de nueve meses de prisión por impedir a su marido ver a su hija, a pesar de que él estaba condenado por violencia de género.

Salmerón no se corta al hablar del tema. Sigue creyendo en la justicia, aunque no en los jueces, a quienes culpa de todo lo ocurrido. "Parece que hay un interés muy particular de un sector conservador de la justicia sevillana que quiere que entre dentro", expone en conversación con EL ESPAÑOL.

Tampoco tiene problemas en atacar a la ministra de Justicia, Pilar Llop. Ella es la titular de la cartera que le deniega el indulto —concedido hasta en tres ocasiones anteriormente por el Ejecutivo del Partido Popular—: "Creo que [Pilar Llop] se ha equivocado y que miente. Porque eso de que se acoge al imperativo legal... Para nada es eso, porque los periodistas y los profesionales del derecho están escribiendo y me están dando la razón en este asunto". 

A pesar de que el Gobierno está aprobando leyes que protegen a la mujer y los menores en caso de maltrato, para esta sevillana no es suficiente. "El Gobierno hará alarde, pero ella —dice en referencia a la ministra— de feminista no tiene nada. Con Marlaska y Robles, son las tres patas por las que cojea este gobierno. Ellos no han separado su categoría profesional del cargo que están ejerciendo ahora".

La historia de Salmerón

María Salmerón fue una mujer maltratada. Se separó de su marido cuando su hija tenía cinco meses. "Me agredía física, emocional y sexualmente", dice María. De hecho, su marido fue condenado a 21 meses de cárcel, aunque nunca entró en prisión. 

Fue en los juzgados donde establecieron, a pesar de todo, el régimen de visitas que la menor debía llevar para ver al padre. En un punto de encuentro, porque había una orden de alejamiento, Miriam, la hija de ambos, debía ver a su progenitor dos horas de lunes a viernes y estar con él uno de cada dos fines de semana.

"Mi hija creció con miedo a la violencia de su padre, quien jamás mostró cariño ni aprecio hacia ella. Ni un abrazo, ni un beso, ni un regalo de cumpleaños… nada", afirma Salmerón.

La madre sevillana no quería que su hija visitara a su padre, pero es que la por entonces menor tampoco quería hacerlo. Miriam Ruiz asegura que vivir con su padre era "un infierno".

María Salmerón y Miriam Ruiz en un banco.

Coincide con la declaración de su madre y así lo testificó en los juzgados. Miriam apunta que creció con miedo hacia su progenitor, "quien jamás mostró interés ni cariño por mí".

Siendo ahora mayor de edad, Miriam cuenta que, "cuando vivía con él, no podía ir a los cumpleaños de mis amigos, hablar con mi madre, ir al médico de toda la vida... Me vigilaba hasta cuando jugaba con el ordenador. Ver a mi padre se convirtió en una tortura y por eso mi madre respetó mi decisión de no verle".

Defiende a su madre a capa y espada. Miriam espera que todo se arregle, porque "lo único que ha hecho mi madre toda su vida es cuidarme y quererme lo mejor que ha podido". "Sin ella, mi vida podría haber corrido aún más peligro pero gracias a su protección estoy aquí para contarlo".

La joven clama contra la justicia española. "Si de verdad las supervivientes de violencia machista y vicaria importamos, esta injusticia y desprecio absoluto hacia nuestras vidas no estaría pasando. A mi madre la detuvieron por primera vez delante de mí cuando yo tenía 12 años. ¿En serio alguien piensa que esto es proteger a la infancia? Ya que la persecución institucional hacia mi madre no me ha dejado vivir una vida normal, por lo menos pido su indulto inmediato y que termine de una vez esta pesadilla".

Por su parte, Salmerón no se arrepiente de lo que hizo, porque eso permitió a Miriam "crecer en un ambiente sano y sin violencia".

María Sevilla, en el horizonte

Este caso vuelve a la palestra en un momento clave. La pasada semana, María Sevilla, expresidenta de Infancia Libre y condenada por sustraer a su hijo, fue indultada por el Gobierno. Ella había sido condenada a 2 años y 4 meses de prisión y a 4 años de privación de la patria potestad sobre el menor.

Con esto en el horizonte, aunque son casos distintos, Salmerón no echa en falta en ningún caso la ayuda de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que públicamente se ha mostrado a favor de indultarla. De hecho, la sevillana sólo se centra en los jueces y en la propia ministra de Justicia, mientras que alaba las últimas leyes nacidas del Ejecutivo.

"Por muchas leyes que hacen a favor de nosotras, los jueces lo niegan. Son negacionistas del maltrato. A las pruebas me remito. Algo no está funcionando y no son las leyes", dice Salmerón.

A contrarreloj

Este miércoles, María Salmerón gastará en Sevilla una de sus últimas balas. Presentará al Ministerio de Justicia un escrito con 102.000 firmas recogidas a través de Change.org para pedir un nuevo indulto.

Una foto de un abrazo entre madre e hija.

Esta última intentona llega tras haber presentado el lunes un recurso para pedir la cancelación de sus antecedentes penales. Según Salmerón, dichos antecedentes habrían prescrito, pero los estamentos judiciales no estiman lo mismo y por eso debe ingresar a prisión.

Salmerón entiende que se le ha denegado la solicitud de indulto con una “argumentación tan peregrina como la de que se podrían lesionar derechos de carácter personal, cuando la interesada en dicho expediente soy yo". Estima, además, que la jueza está faltando a su "derecho a la defensa". "Se me dejó en la más absoluta indefensión".

La sevillana cree que se ha vulnerado "de forma groseramente contraria a derecho, las exigencias y garantías de todo expediente administrativo, por no haber cumplido las penas de las que la cancelación de los antecedentes penales se solicitó".

El partido, como ella misma aduce en la conversación con este medio, está en el descuento, pero aún cuenta con esperanzas. "Ahora mismo las circunstancias han cambiado. Puesto que no hay reincidencias y puesto que he pagado la indemnización civil, vamos a solicitarlo [el indulto] nuevamente". 

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