Valencia

Jorge Palma, el presunto asesino de Marta Calvo y otras dos mujeres prostituidas, ha roto su silencio por primera vez este miércoles en el juicio con jurado que se está desarrollando en la Audiencia de Valencia ante un jurado popular.

El único acusado se ha negado a responder a las acusaciones y solo ha aceptado las preguntas de su abogada. No obstante, Palma sí ha tenido que escuchar la carta que escribió a la Guardia Civil cuando se entregó en noviembre de 2019, solo unas semanas después de que la madre de Marta Calvo denunciara su desaparición.

"Soy Jorge y esto es un accidente", comienza diciendo en la carta que entregó a la a los investigadores, para seguir: "Nunca me imaginé que mi vida fuera a terminar de esta forma".

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La misiva fue escrita 21 días antes de entregarse ante la comandancia de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia) y, en la misma, hace referencia a varias mujeres, cuando en ese momento solo estaba relacionado con la muerte de Marta. 

"En la madrugada del 7 de noviembre contraté el servicio de una joven y me caía muy bien. Respeto y amo a las mujeres. Esa noche fuimos a mi casa y estuvimos unas cuantas horas de fiesta. Ella me dijo que no se sentía bien, que llevaba dos días de fiesta y paramos".

La carta continuaba así. "Cuando me desperté me di cuenta de que ella había fallecido. Me dejé llevar por el pánico y no supe qué hacer más que querer morir junto a ella. Pensé en deshacerme del cuerpo de la chica pero como no podía sacarla yo solo, pensé en comprar una sierra para cortar sus extremidades. Eso fue lo que hice y al día siguiente, en cuanto me desperté, fui y puse las bolsas en dos contenedores de Alzira y Silla", explicaba.

"Escribo esto para dejar prueba de que mi madre no tuvo nada que ver ni supo de esto tan terrible que ocurrió. Ella llegó el 8 de noviembre por la noche de Mallorca, que es donde vive, porque ese día era mi cumpleaños, y aunque me notó preocupado, nunca supo por qué".

"Es terrible para mí estar escribiendo estas palabras pero el miedo de morir en prisión no me deja vivir. Y aunque fue un accidente temo que tomen por un monstruo asesino de mujeres el cual no soy. Por eso prefiero morir y enfrentarme a la justicia divina, más no dejo de pensar en mi madre. Le pido a ella que me perdone, he sido ignorante. Espero en otra vida poder hacerla feliz, es lo más hermoso que he tenido en esta vida. Siento no habérselo demostrado. Perdón también a la madre de la chica, fue un accidente", concluía el acusado.

El juicio encara su recta final y Palma solicitó declarar cuando se practicaran el resto de interrogatorios y pruebas. A preguntas de su letrada, Jorge Palma ha negado que asesinara a las otras dos mujeres prostituidas con las que estuvo y ha insistido en que él no inventó las fiestas blancas -practicar sexo con cocaína-.

"En un 40% de los servicios he hecho fiesta blanca, no la inventé yo, la descubrí a través de ellas", ha dicho Palma.

La investigación ha podido relacionar a Jorge con la muerte de dos mujeres prostituidas en Valencia. Ambas comparten el mismo 'modus operandi': les colocaba una gran cantidad de cocaína en las zonas erógenas, reaccionaban de forma adversa y él huía. Por ello, Jorge estaría involucrado en la muerte de Arliene Ramos, una brasileña de 32 años, y Lady, de 26 y origen colombiano.

Jorge Palma se enfrenta, tal y como reclama Fiscalía, a 130 años de cárcel por 11 delitos de abuso sexual, tres de ellos como medio necesario para un delito de homicidio y siete para un delito de lesiones, y otro contra la salud pública.

Por su parte, los padres de Marta Calvo, quienes ejercen en el procedimiento como acusación particular, piden para el acusado la prisión permanente revisable. Las otras víctimas personadas en la causa también reclaman esta pena. La defensa sigue reclamando la absolución.

"No maté"

A preguntas de su defensora, Palma ha asegurado que "no maté ni tuve intención". "Nunca he tenido intención de causar el daño o agravio ni a las chicas que han fallecido ni las que han venido aquí a denunciar".

Ha reconocido que contrataba servicios con mujeres prostituidas y ha afirmado que siempre daba su nombre real cuando se reunía con ellas.

Respecto a Marta Calvo, ha reconocido que "yo la saque de casa así", en referencia a que fue descuartizada, pero ha negado que la asesinara o introdujera cocaína por su vagina hasta intoxicarla.

Según su versión, optó por entregarse en vez de suicidarse pese a que sabía a lo que se enfrentaba. "No saben lo que es sufrir dos años y medio en esta situación. Yo sé que aquí hay muchas personas que también sufren, lo sé, pero yo también soy un ser humano", ha dicho al jurado entre sollozos.

En cambio, los especialistas que analizaron su comportamiento y han declarado en el juicio apuntaron que Jorge tiene rasgos de personalidad "compulsiva" y que se aburre con facilidad. Además, es un hombre que manipula las consecuencias de sus actos y oculta los aspectos negativos de su comportamiento. Ni los forenses ni la Guardia Civil creen que haya desmembrado el cuerpo de Marta.

"En los últimos años he estado en cinco escenas de desmembramientos, siempre queda algún resto, es imposible limpiarlo todo, hay fluidos que no se pueden quitar, y aunque los limpies a la vista, el olor hubiese sido captado por el perro", dijo uno de los especialistas de la Guardia Civil que desmontó su versión.