La pasada madrugada del domingo un menor de dos años falleció al complicarse el atragantamiento que había sufrido al comer un anacardo. El suceso tuvo lugar en la localidad palentina de Baltanás, por lo que fue trasladado al Hospital de Palencia, pero el niño tuvo que ser desviado al Hospital Clínico Universitario de Valladolid al no contar el palentino con UCI pediátrica.
El menor ingresó en la unidad de Urgencias del Hospital de Palencia con una parada cardiorrespiratoria debido a la asfixia por el fruto seco que le entró en las vías respiratorias.
Tras ser reanimado y estabilizado, fue trasladado al Clínico de Valladolid, donde ingresó el sábado, para practicarle una intervención ya que el anacardo le había colapsado el pulmón. Una vez retirado el fruto seco, el equipo médico se percató que el menor había sufrido una hipoxia cerebral.
En la madrugada del domingo se notificó su fallecimiento ya que la parada le había interrumpido la respiración durante demasiado tiempo.
La asfixia por atragantamiento supone la tercera causa de muerte no natural en España, superando incluso los accidentes de tráfico. Por delante se encuentran las muertes por suicidios y caídas accidentales.