Las directrices, tras aprobarse el paquete de medidas urgentes de ahorro y eficiencia energética, están claras: los comercios, grandes almacenes, cines y hoteles –entre otros– tendrán que limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en invierno y no pasar de los 19 grados de calefacción en invierno. Además, deberán tener las puertas cerradas para evitar que entre el frío o el calor, y deberán apagar las luces de sus escaparates a partir de las 22:00 horas. Con esas directrices, llega la polémica: ¿perjudica o no a los establecimientos?
“A la espera de ver qué precios alcanza la electricidad en invierno, se espera que estos hábitos de ahorro energético se traduzcan en un ahorro en la factura de los comerciantes. Sin ir más lejos, cada grado que subimos el aire acondiciona se calcula un 10% de ahorro en la factura. Para un uso del aparato durante unas tres horas al día, pasar de 24 a 27 grados supondría un ahorro de unos 8-10 euros al mes. Aunque, obviamente, esto dependerá de las características y la eficiencia del propio aparato y el precio del kilovatio”, cuenta a este periódico Concha Molina, responsable de marketing de Gana Energía.
Esa es la tesis que ha hecho a la Asociación de Hostelería a respaldar la iniciativa del Gobierno. Su presidente, José Luis Yzuel, ha celebrado que gracias a este recorte “van a poder ahorrar”. Aunque ha puntualizado que la ley está hecha “deprisa” y con “algunos errores” como los choques con otras normas como la ley de Riesgos Laborales, que permite programar la temperatura en 25 grados.
La ley, eso sí, ha eximido de la ejecución de estas medidas a las cocinas de los restaurantes y a las peluquerías, donde las temperaturas ya son suficientemente altas; así como los centros de salud y hospitales, que también quedan fuera.
Gas
La Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC) van más allá y especifican que los comercios se ahorrarán en gas entre un 6 y un 8% por cada grado que bajen –aunque no se atreven a dar una cifra exacta porque todo dependerá de las condiciones del local–.
La otra medida que tendrán que llevar a cabo todos los locales será la de cerrar las puertas, algo mal visto desde el punto de vista del marketing empresarial porque jalona el acceso al local y por tanto no se fomenta el “consumo por impulso”. Aun así, desde AFEC son partidarios de hacerlo para ahorrar energía, siempre que se disponga de una ventilación adecuada dentro del local.
“En Francia, sin ir más lejos, se ha prohibido que los comercios tengan las puertas abiertas mientras funcionen el aire acondicionado y la calefacción, con el argumento de que tenerlas abiertas supone un 20%”, explican desde la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización.
Ayuso, en contra
Isabel Díaz Ayuso se ha opuesto a poner en marcha en Madrid el plan del Gobierno. “Madrid no se apaga. Esto genera inseguridad y espanta al turismo y el consumo. Provoca oscuridad, pobreza, tristeza, mientras el Gobierno tapa la pregunta: ¿qué ahorro se va a aplicar a sí mismo?”, escribía la presidenta de la Comunidad de Madrid en su cuenta de Twitter.
Tanto es así que Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura del gobierno regional, ha especificado que la Comunidad de Madrid tiene su propio plan de ahorro energético desde el año 2017, con 3.000 actuaciones que han llevado a cabo en edificios públicos con un “importante” ahorro.
Y, aunque menos contundente, Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del gobierno vasco, también ha calificado las medidas de “efectistas”, pero ha anunciado que ellos tienen su propio plan para ahorrar energía.
Pedro Sánchez le ha contestado a Isabel Díaz Ayuso acusándola de tener un comportamiento "egoísta, unilateral e insolidario” e instando a todas las regiones a cumplir el plan del Gobierno.
Pero, más allá de la política, algunos empresarios también han apoyado a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Lorenzo Amor, presiente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha mostrado su malestar ante las medidas. “Autónomos y empresas pondrán el aire acondicionado y la calefacción a los niveles a los que sus trabajadores puedan realizar sus trabajos con comodidad y sin riesgo y los clientes estén en nuestros locales cómodos. No es lo mismo 27 grados de climatización en verano en Écija que en Jaca”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
Con este plan de ahorro, el Gobierno pretende salvar el objetivo de reducir el consumo de energía un 7% como exige la Comisión Europea, aunque en septiembre se prevé que desde el ejecutivo se apruebe un plan de contingencia más estricto para el caso de que Rusia corte el gas a Europa.