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Cierran la cuenta de Twitter de José Eugenio, el hostelero 'antirrojos' que no encuentra camareros

El perfil del empresario destaca por los insultos, malas palabras y vejaciones hacia Pedro Sánchez y al Gobierno. 

18 agosto, 2022 11:37

Probablemente más de uno se haya dado cuenta de la paz que se respira en Twitter desde hace unos días. Alguno también habrá echado en falta los comentarios e insultos del hostelero fascista José Eugenio Arias-Camisón. Y es que, probablemente por estas mismas ofensas, le han suspendido la cuenta

En su perfil es común ver mensajes y acusaciones como "Gobierno traidor, separatista, comunista y terrorista", "absurda norma de ahorro energético"o "iros a la mierda todos. Rojos de mierda", entre otros. Aunque sí que es cierto que tiene cientos de seguidores en su cuenta, este personaje se le ha ido de las manos. Twitter no ha tardado en tomar las riendas del asunto y ha tomado la decisión de suspender su cuenta por incumplir las reglas de Twitter. 

No sabemos cuánto tiempo estará incomunicado, o si se creará otra cuenta paralela, lo que no hay lugar a dudas es que seguramente el hostelero volverá pronto a "seguir dando guerra". 

Captura de la cuenta suspendida de José Eugenio.

Captura de la cuenta suspendida de José Eugenio.

El hostelero 'antirrojos'

El empresario nació en el País Vasco, aunque varios años después se mudó a Marbella porque, según él, allí no se podía expresar con la suficiente libertad. "Si paseo por la parte vieja de San Sebastián con una banderita de España y la pulsera de la Guardia Civil, no salgo de ahí. Ya no te matan, pero incomodan", dijo a una entrevista en EL ESPAÑOL.

Arias-Camisón fundó el Asador Guadalmina, un restaurante que aspiraba a competir con el famoso Casa Pepe de Despeñaperros, cuyo diseño se caracteriza por una decoración de extrema derecha.

[El llanto viral de José Eugenio, el hostelero 'antirrojos' que no encuentra camareros]

José Eugenio tiene declarada persona 'non grata' a Sánchez en su restaurante situado en Málaga. "A mí no me gustan ni la política ni los políticos, pero mucho menos me gustan los políticos de izquierda que lo que hacen es arruinar este país (...)".

Sin embargo, el hostelero niega rotundamente que sea facha, "a ver, yo tengo mi local lleno de banderas de España. De Franco no hay nada, lo que pasa que para algunos poner la bandera es de fachas", dijo en una entrevista con este periódico en 2021.

Polémica José Eugenio

José Eugenio, dueño del Asador Guadalmina, en Marbella, es conocido por su veto a Pedro Sánchez, al resto de su Gobierno, su apoyo al fascismo, así como su política 'antirrojos'.

En los últimos meses, el empresario se ha hecho popular por numerosas quejas. Se le ha podido ver juzgando la Ley Antitabaco, las pagas de los desempleados, y la última, el plan de ahorro energético. Eso sí, siempre en contra del Gobierno. 

El hostelero 'antirrojos' se niega a cumplir el plan de ahorro energético de Pedro Sánchez para cumplir el compromiso del Gobierno de España con Bruselas de reducir un 7% el consumo de gas.

José en frente de su restaurante, durante el verano de 2021.

José en frente de su restaurante, durante el verano de 2021. Antonio Paz

"Animo a todos los empresarios, a los hosteleros y comerciantes, que no cumplan la absurda norma de ahorro energético que lo único que pretende es arruinarnos y convertirnos en otra Venezuela", se podía leer en uno de sus últimos tuits antes de que le cerraran la cuenta. 

Sus polémicas intervenciones le han llevado a enfrentarse con cientos de tuiteros, periodistas y activistas de izquierda, y para sorpresa de todos, también con quien comparte espectro ideológico.

[El hostelero 'antirrojos' que no encuentra camareros: "La gente prefiere la paguita a trabajar"]

No encuentra trabajadores

Además de su repulsa hacia el Gobierno, el empresario vasco también es conocido por su incansable búsqueda para buscar camareros para su asador. 

"Pagamos por encima del convenio y no aparece nadie. Tenemos a más de tres millones de parados cobrando el subsidio (10.000 en Marbella y 5.000 en Estepona), y 203.000 personas cobrando el Ingreso Mínimo Vital. Y un número indeterminado de inmigrantes ilegales cobrando una pensión y teniendo asistencia sanitaria". Concluye con un "vergüenza nacional".