Suelos hay muchos. Formas de dejarlos impecables, también. Los clásicos productos de limpieza se han convertido en el viejo método en el que confiar a la hora de limpiar los suelos de tu hogar. Sin embargo, siempre hay alternativas, sea el tipo de suelo que sea podemos encontrar formas para lograr algo que no es sencillo pero sí posible, dejar el suelo como si fuese el primer día.
En muchas ocasiones, los productos que empleamos pueden terminar siendo más dañinos para el suelo que las alternativas que podamos encontrar. Y es por eso que, teniendo en cuenta que es mejor prevenir que curar, no es para nada una mala opción cubrirse las espaldas cambiando los hábitos de limpieza.
Primero hay que tener en cuenta que la fregona con la que se friega el suelo tiene que ser escurrida correctamente. El exceso de agua puede terminar siendo perjudicial para el brillo. Una vez considera este aspecto llega el momento de buscar opciones, y dos muy buenas son el vinagre o el limón. A pesar de todo, los materiales a elegir pueden variar en función del tipo de suelo.
Suelos de madera o parquet
Estos tipos de suelo cuando pierden su brillo pierden gran parte de su encanto y por ello hay que encontrar opciones para impedirlo. Además, la madera sufre mucho con los productos químicos como la lejía o el amoniaco. En este caso el vinagre es una opción muy buena.
Lo ideal para limpiar este tipo de suelo con vinagre es aspirar bien la suciedad del suelo y evitar que haya polvo acumulado. Después introducir la fregona en la mezcla de agua con vinagre y escurrirla bien para comenzar a fregar con movimientos de arriba hacia abajo o de izquierda a derecha. La fregona debe estar húmeda pero no excesivamente mojada.
Una vez hayas terminado de fregar toda la zona sólo quedará esperar a que se seque y el suelo recobrará todo su brillo. Además existe la opción de emplear un aceite esencial que puede proporcionar un agradable olor.
Suelos de mármol
Este suelo cada vez es más común en el hogar moderno. Suele ser bastante resistente pero también puede terminar perdiendo el brillo si se limpia de forma incorrecta. Lo que mejor le viene a estos suelos es utilizar jabones con ph neutro.
El nivel de ph tiene que ser el adecuado y debe ser acorde a la acidez del producto. Un nivel de ph muy alto puede terminar siendo perjudicial para el suelo y uno muy bajo probablemente termine siendo inútil. Además, en el proceso se debe eliminar el polvo superficial en primer lugar y después fregar el suelo con agua caliente mezclada con amoniaco.
Para sacar brillo al suelo también nos ayudará el uso de una cera (si puede ser de buena calidad, mejor) para proteger el suelo de pisadas o arañazos y que así no se pierda el resultado de todo el proceso.
Las juntas
Las juntas no son una excepción y también tienen sus propios métodos para mantenerlas perfectamente limpias. Lo mejor para blanquear las juntas de las baldosas es el bicarbonato y crear una pasta con él.
Dicha pasta se obtiene de forma muy simple, lo único que hay que hacer es mezclar el bicarbonato con agua. Una vez se ha obtenido, se tiene que extender por las juntas cubriéndolas de forma total y eficiente. Se deja la mezcla actuar durante un tiempo cercano a los diez minutos y después se frota con el cepillo. Una vez completado el proceso, lo único que quedará será pasar la fregona para limpiar los restos de suciedad que hayan quedado y tendrás unas juntas relucientes.