Fanny es una persona muy conocida dentro de los grupos activistas que luchan por los derechos de los animales. Hace varios años que la portavoz del santuario animal "Almas Veganas" se muestra activa luchando públicamente por esta causa, y no es la primera vez que deja alguna declaración controvertida. Esta vez, su petición ha consistido ni más ni menos que en solicitar que se dejen de comer "cadáveres de animales", apartando, de esta forma, el pollo de nuestras dietas.
En unas declaraciones al programa Espejo Público, la activista ha defendido que se debería acabar con el uso de animales como mercancía. "La raíz del problema es que tenemos que dejar de utilizar animales como mercancías porque no lo son, no son objetos inertes. Hay que dejar de comer cadáveres animales", explica Fanny, que añade que es una mejor alternativa "plantar y comerse lo plantado" que comer pollos que son genéticamente procesados.
La activista también ha explicado que su santuario animal poco tiene que ver con una granja, a las que califica como "centros de exterminio". "Les damos una vida digna. No tiene nada que ver con una granja porque son centros de exterminio. Vivo aquí con la gente que viene a ayudarnos de forma voluntaria porque hay muchísimo trabajo detrás de un santuario de animales", comenta Fanny sobre el papel del santuario.
Además de luchar por los derechos de los animales, en "Almas Veganas", los mantienen separados por especies para evitar de esta forma que se produzcan "violaciones" de los gallos a las gallinas. Fanny ha defendido en varias ocasiones que estas situaciones se dan e insiste en que hay que evitar que se puedan producir. "Los tenemos separados por especies por su propio bienestar. El gallo viola a una gallina, lo repito y lo reafirmo. Al final, si una de las partes no quiere, es una violación, no importa la especie. Los animales sienten, vamos a tener esto en cuenta", añade Fanny sobre esta situación.
A pesar de todo, Fanny sí que ha reconocido que está habiendo un claro cambio de tendencia y que la cultura vegana cada vez está más normalizada en España. "Hay más gente vegana porque se supone que vamos evolucionando, revisando privilegios para dejar de oprimir a los animales. El veganismo no es una secta, ni una moda, ni una dieta, es una posición política que rechaza el uso de animales como recursos", afirma Fanny sobre el auge del veganismo en nuestro país.
Pese a que la activista considera que la evolución existe, no duda en criticar duramente la cantidad de muertes animales que se producen diariamente para crear productos que califica de innecesarios. "Cada día se matan 8 millones de animales para convertirlos en productos que no necesitamos en nuestras vidas, es egoísta y hay que pararlo", concluye Fanny.