El aristócrata Charles Villiers, de 59 años, ha sido hallado muerto en un hotel de Londres. El primo lejano de la duquesa de Cornualles estaba envuelto en los últimos años en una de las batallas por el divorcio más largas de la historia del Reino Unido. Aunque la investigación continúa su curso, algunos medios británicos ya confirman que Villiers, que sufría depresión, podría haberse quitado la vida.
Charles y su mujer Emma solicitaron el divorcio en el año 2014. Su caso, tras haber pasado por cinco tribunales diferentes se ha convertido en uno de los más largos de la historia de los divorcios. Durante la investigación, la Policía desestimó la acusación de Villiers a su esposa, sobre la que aseguraba que había estado con otros hombres.
Uno de los principales focos de la polémica en torno al divorcio fue siempre el lugar donde tramitarse el proceso de separación. En el caso de Villiers exigía que fuera en Escocia, donde el matrimonio vivió desde su matrimonio en 1994. Sin embargo, Emma pedía que fuera en Inglaterra, donde recibiría un acuerdo más favorable para ella. Finalmente, el Tribunal Supremo le dio la razón a la mujer a través de una sentencia que fue considerada histórica.
Bancarrota y depresión
Sin embargo, los últimos años de vida de Charles Villiers no han sido los mejores. El aristócrata ha tenido que hacer frente a situaciones complicadas, hasta el punto de declararse arruinado y en bancarrota. De hecho, a pesar de que fue el propio juez Mostyn quien afirmó que la pareja había quedado arruinada, Villiers debía pagar una pensión alimenticia de 10.000 libras esterlinas al año a su esposa. Sin embargo, el Tribunal aplazó la decisión a la espera de que pudiera conseguir ingresos derivados de la herencia de su padre.
La situación llegó hasta el punto que Villiers se vio obligado a alojarse en casa de algunos allegados. Es el caso de Philipppa Snowdon, de 80 años, que ofreció cobijo al aristócrata en su casa de Chelsea, al oeste de Londres. "Era encantador, le gustaba ayudar a la gente y era un invitado perfecto", aseguraba.
En las últimas semanas, Villiers se alojó en el yate de un amigo en la islas griegas. Sin embargo, su estado de salud mental preocupó a su allegado, que inmediatamente organizó una visita a una clínica de Londres. Una clínica que nunca llegó a visitar. Villiers se registró en el Hotel Durrants, en Marylebone y fue al día siguiente cuando una empleada le encontró ahorcado.
La historia de Villiers
Orgulloso de su linaje y muy amigo de los periodistas, a los que solía invitar con frecuencia al Hotel Park Lane de Londres. Así era conocido Charles Villiers, procedente de una familia aristocrática. En su entorno familiar destaca su prima, la duquesa de Cornualles y su madre, hija del vizconde Bury que, a su vez, era hijo del noveno conde de Albermarle.
Hasta el año 2012, la familia Villiers vivió en Milton House, una vivienda señorial ubicada cerca de Dumbarton, en Escocia. La casa era conocida por las cenas de etiqueta que se organizaban de forma habitual. Además de su pasión por los caballos de carrera, la información y los periódicos también se conviertieron en elementos esenciales en su vida. De hecho, se introdujo de lleno en la industria editorial llegando incluso a ser copropietario de algunos medios locales.