Mani Thawani salía esta vez al escenario sin la seguridad que le acompaña siempre en la red. Ante 7.000 personas, en el WiZink Center, acababa de fallar en el momento estrella de su evento sobre el Metaverso con Mundo Crypto: no funcionó la wifi y se diluyó el Guinness de personas viendo un vídeo en realidad virtual a la vez en un mismo lugar. Salió en 'el metaverso' y luego llegó al escenario para explicarlo. Le temblaba la voz. El público lo notó y hubo quien en un perfecto andaluz dejó claro lo que sucedía: "Está 'rayao'".
Había mucha expectación. Un WiZink Center con poca luz e iluminado con azul neón y negro, esperaba mucho de Mundo Crypto. El público mayoritario era varón y joven, de distintos estilos, venidos desde distintas partes de España, pero había un poco de todo: desde diputados salvadoreños a representantes de Emiratos Árabes, pasando por influencers y personalidades como el reconocido Francisco Nicolás.
Nadie quería perderse un evento que había generado tanta polémica en los días previos. Sin embargo, la cita quedó en agua de borrajas. Después de todo, el evento organizado por Mani Thawani nunca llegó a meterse al público en el bolsillo. "A mí como evento de criptomonedas me ha parecido un peñazo", decía un señor a la salida a este reportero.
La mayor parte del tiempo, durante las ponencias preparadas, parte del público estuvo mirando el móvil o charlando en voz alta unos con otros (a veces no se oía lo que decían desde el escenario). Los había que pasaban el rato con Instagram o Whatsapp y los había que jugaban con la nueva moda: los vapper de sandia, que llevaban su olor al resto de asistentes con su humo. Se aburrió hasta el 'Pequeño Nicolás', presente en el acto y que por momentos daba la espalda a las ponencias para charlar sentado en el suelo con otros tres amigos.
El público sólo se enganchó con los ataques a la prensa y a la CNMV, siendo lo más interesante del evento las charlas económicas de Daniel Lacalle, Juan Ramón Rallo y Pablo Gil, que explicaron los riesgos de invertir en criptodivisas. Ante la falta de traductores simultáneos, las ponencias en inglés fueron a las que menos atención prestaron las personas congregadas.
El llanto de Mani Thawani, en cambio, fue lo más seguido. Aunque durante la presentación de su proyecto hubo hasta quien abandonó el feudo madrileño, el público le ovacionó cuando pasadas las 23.30 horas, ya más relajado, hablaba de las presiones recibidas y atacaba de manera ferviente a la prensa.
El evento daría para poco más: un sorteo de un Bitcoin y un coche —le tocó a un tal Jacuzzi Nicolás—, varios espectáculos con la mitad del público ya fuera y todo el mundo a casa. Sobre la petición de la adopción masiva, bastante poco más allá del mánido mantra.
Bitcoin, criptos y riesgos
Mani Thawani reunió a 7.000 personas en Madrid en un evento donde se esperaba hablar de la adopción masiva de criptomonedas. Sin embargo, en los marcadores se avisaba con un gran cartel que reculaba: "El objetivo es promover el conocimiento sobre el Metaverso y sus posibles aplicaciones; en ningún caso ofrecer o llamar la atención sobre criptoactivos como objeto de inversión. Tampoco pretende ser ni considerarse asesoramiento en materia de inversión ni ningún otro tipo de asesoramiento financiero, ni puede servir de base para ningún contrato, compromiso o decisión de ningún tipo".
Curioso llamamiento cuando todo hacía indicar que se hablaría de criptoactivos y la educación para invertir en ellos. De hecho, en la bolsa de regalo a los asistentes, junto a unas gafas virtuales y unas pegatinas, se entregaba como dádiva una moneda. Puede que fuera casualidad.
Las conferencias comenzaron tras la presentación de Andrés Meneses y Danae Boronat, que sustituyeron a Jorge Fernández y Cristina Pedroche. Primero fue el turno de una mesa redonda moderada por Pilar Troncoso, que contó con Xavier Molina, local manager Iberia de FTX y Eneko Astorquiza de Kucoin. Les siguieron otros ponentes que no coparon las expectativas del público.
Fue Juan Ramón Rallo el primero en levantar al respetable. El economista mandó un dardo al regulador y se metió a la gente en el bolsillo. Luego comenzó a hablar de criptoactivos, de sus riesgos y defendió que el Bitcoin llegaría a ser un activo monetario de reserva patrimonial.
Pablo Gil no entró al juego de meterse con el regulador. Aconsejó a los jóvenes que recibieran formación antes de entrar al sector de las criptomonedas e hizo un símil con la Fórmula Uno. "No es lo mismo ganar dinero con la inversión que vivir de ella; si quieres ser piloto, no te puede enseñar uno que conduce un coche", vino a decir.
Daniel Lacalle, que había intervenido anteriormente sin hablar de criptoactivos, tomó el mando para cerrar. "Tenemos que ser conscientes de cosas claras. No existen activos sin riesgo y que sólo suman", comenzó a decir antes de entrar en materia. "Todos sabéis el riesgo que estáis tomando porque la inversión es tomar un riesgo en una oportunidad y la posibilidad de que no se cumpla", expuso el economista, que acabó por comparar a los inversores con Miró: "Esto me recuerda a lo que alguien le dijo de sus cuadros: los podría pintar cualquier niño. A lo que él respondió: 'Pero no usted'".
Las charlas financieras continuaron. Brock Pierce entró de manera telemática y representantes del Gobierno de El Salvador hablaron en una mesa redonda sobre la 'Ley Bitcoin'. Este país es el primero en aceptar la moneda virtual como pago. Lo vendieron como una revolución nacional, un atractivo más para atraer al turismo e incluso inversión a través de nacionalizaciones. Y, por último, se habló del marco legal de las criptomonedas —en inglés—
Luego, "llegó la hora", según la organización.
Apertura...
Mani Thawani tenía ante sí la oportunidad de resarcirse de todo lo sufrido esta semana. El tinerfeño dijo a EL ESPAÑOL el pasado jueves que era el momento de "demostrar" quiénes eran. Sin embargo, nada se sostuvo.
Thawani abrió el festival con un vídeo en el que hablaba de las presiones y de la manipulación de la prensa. Durante el acto, estaría en una de las zonas de pista, acompañado por su gente de confianza. Hubo quien le pidió, incluso, alguna foto.
El momento importante llegó con el intento de batir el récord Guinness. Un vídeo explicaba al público cómo hacerlo: con las gafas de realidad virtual repartidas tendrían que hacer uso de sus móviles y ver un vídeo de Youtube.
Sin embargo, aquello no pasó de la explicación. Los presentadores preguntaron a los asistentes si estaban preparados ver el siguiente vídeo en realidad virtual. Ellos respondieron que no. La fórmula se repitió en varias ocasiones, pero nada. Había quien empezaba a verlo por su cuenta y había quien no lo conseguía de ninguna de las maneras.
... y decepción con Thawani
Desde la platea comenzaron a gritar: "¡¡¡El wifi!!!". Exacto, era eso lo que estaba fallando. La organización había pedido al público que se conectaran a su red, pero la misma estaba dando problemas. Tras varios minutos tratando de reparar el desastre, el avatar de Thawani en el Metaverso salía a disculparse.
Tan real parecía el Thawani virtual que incluso temblaba. Hacía bromas sobre si lo habían dejado sólo, exponiendo que allí no estaba la CNMV y apuntaba qué podía fallar. Luego salió en carne y hueso al escenario a presentar el proyecto de Mundo Crypto que, como él mismo asegura, revolucionará la educación.
El tinerfeño presentó su nueva academia learn to earn, su prensa descentralizada sobre criptomonedas —que llevará el equipo de Mundo Crypto hasta alcanzar los 30.000 usuarios diarios—, su propio Metaverso y una Proof Of Community. Los asistentes no mostraban demasiado entusiasmo ante aquellos anuncios.
Así que Thawani se sometió a una serie de preguntas de internautas antes de pedir más tiempo para sincerarse. Ahí confesó que había llorado antes del evento, atacó a la prensa y aseguró que la manipulación mediática existe. El público entonó un pequeño "Maniiiii" y se arrancó a ovacionarlo tímidamente otro par de veces. Pero eso no fue suficiente para enmendar la faena. Demasiado ruido y pocas nueces.