El alemán Karl Peter Griesemann, propietario de la empresa Quick Air, era uno de los cuatro ocupantes del jet privado que este domingo se estrelló en el mar Báltico tras partir desde el aeropuerto de Jerez de la Frontera, en Cádiz, según han informado fuentes cercanas a la investigación.
Tal y como ha publicado el diario 'Express', el empresario viajaba con su esposa Juliane, su hija Lisa y su pareja Paul Föllmer. La avioneta se estrelló después de haber volado de forma errática y sin radio unos 3.500 kilómetros desde Jerez y con destino al aeropuerto alemán de Colonia/Bonn.
El empresario y su familia contaban desde los años 80 con un chalé en Atlanterra, una zona de la costa de Cádiz colindante con Zahara de los Atunes que forma parte del término municipal de Tarifa. La zona se caracteriza por las viviendas de lujo, la mayoría de ellas ocupada por vecinos alemanes. Tal es su presencia que la playa es conocida como "la de los alemanes", según fuentes del municipio.
La familia solía disfrutar de esta vivienda "al menos tres o cuatro veces al año", según las mismas fuentes.
La empresa de Karl Peter Griesemann, con sede en Colonia (Alemania), dispone de once aviones ambulancia que pueden considerarse como unidades de cuidados intensivos voladoras, según indica en su web.
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Los hechos
Tal y como pudo saber EL ESPAÑOL, según fuentes de Enaire, la aeronave modelo Cessna 551 de bandera austriaca con número de vuelo OE-FGR emitió su última comunicación a la altura de Toledo, poco después de despegar. Cuando estaban pasando por el aeropuerto de Colonia, lugar donde debía aterrizar, el control de tráfico aéreo trató de ponerse en contacto con la tripulación, aunque no hubo ninguna respuesta.
Fue a partir de ese momento cuando fue fue escoltado por un avión de combate Eurofighter (OTAN) que despegó de la base aérea de Rostock. Sin embargo, tal y como arroja el reporte ocular del piloto, no se vio a nadie en el interior de la cabina.
En el momento en el que el Eurofighter realizó sus labores de escolta detectó que la nave modelo Cessna estaba siguiendo su ruta y mantenía velocidad de crucero. Sin embargo, cuando pasó por Francia las autoridades francesas intentaron establecer comunicación sin éxito.
Por ello, la primera hipótesis que se baraja, según las fuentes consultadas por este medio, podría ser un posible problema de presurizacion en la cabina que pudo provocar que los pasajeros se desmayaran y murieran antes del accidente.
La ruta
El avion accidentado cambió en dos ocasiones su rumbo antes de avanzar en línea recta hacia el Báltico y pasar por las proximidades de la isla sueca de Gotland. Fue alrededor de las 19:30 horas cuando la aeronave comenzó a perder velocidad y altitud, hasta el momento que desapareció completamente el radar.
La web Flight Radar, encargada de hacer seguimiento de vuelos, señaló que perdió la pista del avión cuando estaba a 2.100 pies de altura, es decir, a unos 640 metros. Por su parte, cabe destacar que fue un helicóptero de las fuerzas aérea de Letonia quien se encargó de desplazarse hasta el lugar del accidente y proceder a los trabajos de búsqueda y rescate.