Las normas de Seguridad Víal están para cumplirlas en las carreteras españolas. Con ellas, además de facilitar y promover la buena circulación entre todos los vehículos, evitarás accidentes en las carreteras españolas. Todo ello, sin contar que, si no las tienes en cuenta, podrás exponerte a varias sanciones de importantes cuantías, dependiendo de la gravedad de la infracción. Por ejemplo, si traspasas la velocidad establecida puedes ser multado con hasta 600 euros o, si no conduces despacio durante los días lluviosos también podrás ser sancionado con hasta 500 euros.
En esta época del año, todos los conductores van a tener que circular con lluvia. Y, hay un error muy común que pasa desapercibido y no damos importancia hasta que se hace o hasta que llega la multa a casa. Pues bien, se trata de conducir rápido por los charcos mojando a los viandantes o peatones que pasan por la acera, bien sea sin querer o intencionadamente.
Está completamente prohibido empapar a los peatones por parte de los conductores que no han moderado la velocidad en los días lluviosos. Si te pillan haciéndolo, podrás ser sancionado con 500 euros. Todo ello, sin contar que también puedes recibir multas de exceso de velocidad por cometer este error: pueden llegar hasta los 600 euros e, incluso, penas de cárcel porque se considera una infracción grave si traspasas el límite de 190 km/h en las autovías.
Un coche circulando durante un día de lluvia.
La Dirección General de Tráfico tiene el objetivo de proteger a cualquier persona que vaya a pie por la calle para favorecer su seguridad y, de hecho, la del propio conductor porque, cuando hace mal tiempo, se puede producir una mayor siniestralidad al volante. Por tanto, bien sea por civismo o por sentido común, es importante respetar esta norma que, muchas veces, no se tiene en cuenta.
Consejos para conducir
La DGT no se cansa de promover campañas y avisar a los conductores de moderar la velocidad durante los días lluviosos. La Guardia Civil tampoco lo hace y, por eso, aconseja a los conductores que revisen que sus neumáticos están en buen estado para reducir el riesgo de aquaplanning.
Por ejemplo, el dibujo de las ruedas debe tener la profundidad exigida para poder retirar la lluvia con efectividad y evitar resbalones lo que, también, ayudará a mantener mejor la dirección y el tacto de volante. También, hay que prestar atención a que tengan una adecuada presión porque si está por debajo de su nivel, el dibujo de la banda de rodadura se deformará más de lo habitual reduciendo así, la capacidad de sacar el agua por los canales de drenaje.
Además, otro aspecto a tener en cuenta recae en la visibilidad que se ve significativamente reducida por la lluvia: hay menos luz y las gotas que caen constantemente en nuestro parabrisas pueden suponer un problema para ver la carretera. Por eso, se debe revisar que el limpiaparabrisas esté en buen estado y funcione correctamente.
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